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Messi, como Cristiano

El 10 muestra su versión más efectiva, con seis goles en los cruces de la Champions y 12 en total, en un Barça muy pragmático

Messi celebra el tercer gol del Barcelona ante el Liverpool. En vídeo, los entrenadores del Barcelona y del Arsenal hablando sobre el argentino.Vídeo: Getty Images | Atlas
Juan I. Irigoyen

Harto, después de una nueva decepción con la selección argentina en el Mundial de Rusia, pero campeón de la Liga y de la Copa del Rey con el Barcelona, Messi se puso un objetivo en el amanecer de la campaña 2018-2019. Lo tenía tan claro que hasta ni lo disimuló públicamente: la Champions. Habían pasado casi cuatro años de la última vez que había levantado la Orejona, en Berlín. Y encima el Barça, con el mejor jugador de su historia en el Camp Nou, había tenido que ver cómo el Madrid se llevaba lo nunca visto en la era moderna, tres Champions consecutivas. Messi dijo basta. Obsesionado con la victoria, esté en una pachanga entre amigos en Rosario o la Champions en Barcelona, el 10 volvió a florecer ante el Liverpool. De nuevo para dejar la eliminatoria color púrpura para el Barça. Messi acumula seis goles en las semifinales de la Champions, siempre en el partido de ida, al Real Madrid en el Santiago Bernabéu en 2011, al Bayern Múnich en 2015 y este miércoles frente al equipo de Jürgen Klopp. Las tres veces marcó por duplicado. Un registro que supera con creces Cristiano Ronaldo, un devorador en los cruces europeos: 25 goles en cuartos de la Liga de Campeones (por 12 de Messi), 13 en semifinales (seis de La Pulga) y cuatro en las finales (dos del argentino). Una versión a la que ahora se acerca Messi.

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El 10 vivió ante el Liverpool una situación similar a la del Bayern en 2015. El Barcelona de Luis Enrique lo pasaba mal ante el Bayern de Guardiola en el Camp Nou. El agobio del cuadro bávaro lo fulminó Messi. Eso sí, hubo que esperar. En el minuto 77, firmó el 1-0. Tres minutos más tarde dejó tirado a Boateng, para cerrar el duelo con una asistencia a Neymar en el descuento. Ante los reds estuvo cerca de calcar la gesta. Pero Dembélé no es Neymar. El francés pifió lo que hubiese sido la estocada final. “Fue clarísima la última jugada. Hubiese sido mejor ir a Liverpool con 4-0, pero este resultado es muy bueno”, lamentó el 10. Un marcador imposible de entender sin el rosarino. Atento para pescar el balón en el segundo, magnífico en el tercero para aliviar la eliminatoria con su diana número 42 de falta directa en su carrera.

Fue justo antes del de tiro libre cuando Messi se libró de la cartulina por una posible agresión a Fabinho. El rosarino chocó con el brasileño y dejó el puño derecho en alto. Aunque fue difícil detectar si la mano del argentino impacta o no en la cara del volante del Liverpool, la acción del capitán azulgrana fue, cuanto menos, temeraria. “Mi papá siempre me dijo que el mejor fue Pelé, pero yo soy muy joven como para haberlo visto en directo. Hay jugadores muy buenos en estos momentos, pero Leo para mí es el mejor, 100% seguro”, reconoció Klopp.

Pelé marcó 643 goles con la camiseta del Santos. Messi alcanzó los 600 con la del Barcelona. Cifra que lo iguala a Cristiano Ronaldo. La diferencia es que el argentino necesitó 683 partidos, mientras que el portugués 799. El Barcelona vivió, en cualquier caso, una versión de Messi similar a la de CR en el Madrid. El equipo superganador de Zidane no necesitaba exponer un fútbol arrollador, mucho menos vistoso, para vencer a sus rivales. Le bastaba con el magnetismo goleador de Cristiano.

La timidez perdida

El ritmo frenético del duelo lo acusaron el Barcelona y su capitán. Antes de que terminase el primer tiempo, Messi se quedó más de 30 segundos inmóvil, con las manos en las rodillas y la mirada al césped. Cuando finalizó el partido quedó fundido en el suelo. El 10 había conseguido algo inédito: disputó 24 duelos, ganó 15. Una actitud que contagio a sus compañeros. “Hacía falta eso que puso Leo, que los jugadores se metieran esa dinámica. Si Leo va, va todo el mundo”, reconoció Valverde. Hay un Messi distinto esta temporada. Dicen que la timidez la curan los años, seguramente también los goles. Del Messi tímido, que no sabía qué decirle a sus compañeros en el túnel de vestuarios del Estadio Peter Mokaba en Sudáfrica 2010, cuando Maradona le dio por primera vez el brazalete, a este Messi que les pegó una larga arenga a sus compañeros antes del duelo ante el Liverpool. Para luego pedirle al Camp Nou que apoyara al frágil Coutinho.

Más descansado, lleva más de 600 minutos menos disputados que la temporada pasada. Más goleador, acumula 48 por los 43 de curso 2017-2018. Hasta este curso, Messi había marcado el 60% de sus goles en la Champions en la fase de grupos. Cristiano, en cambio, tenía más participación en los duelos directos: el 52% de sus dianas las concretó a partir de octavos. El 10 azulgrana lleva 12 goles en esta Champions, seis en la fase de grupos, seis en las eliminatorias. Al menos, le queda un partido más. En un Barcelona más pragmático, un Messi más efectivo, como Cristiano en el Madrid de Zidane.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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