Bottas abre pista en Bakú

Nadie se cree a Mercedes, que lleva desde el pasado invierno asegurando que Ferrari dispone de un coche más rápido que el suyo por más que las tres victorias que se han otorgado hasta el momento se las repartan Lewis Hamilton (Bahréin y China) y Valtteri Bottas (Australia). El finlandés arrancará este domingo en Bakú (14:10 horas, Movistar Fórmula 1) sin tráfico delante después de ser el que mejor planteó una cronometrada muy desnaturalizada por los accidentes, que obligaron a neutralizar el entrenamiento oficial en dos ocasiones. Especialmente dramático fue el percance en la segunda criba (Q2) de Charles Leclerc, que afrontó el tramo más sinuoso del trazado con demasiado optimismo y que terminó empotrándose contra el muro.

El monegasco llegó a Azerbaiyán con la intención de seguir complicándoles la vida a los ejecutivos de Ferrari y a Sebastian Vettel –fue el más rápido en el tercer ensayo libre de por la mañana–, pero un error de esos que penalizan y mucho le pondrá las cosas bastante cuesta arriba puesto que tendrá que salir el noveno, justo por delante de Carlos Sainz, que lo hará el décimo.

Los rebufos son capitales en este escenario, circunstancia que vaticina una carrera movida como es costumbre. Más aún si tenemos en cuenta que a los dos Mercedes (Hamilton partirá el segundo) les seguirá Vettel, encendido después de que un chaval de 21 años se le haya subido a las barbas desde el otro lado del taller. Si el alemán tiene una gran oportunidad para volver a recuperar el mando en la Scuderia, su vecino no puede hacer otra cosa que ir a por él para enmendar el chasco del sábado –“soy estúpido, soy estúpido, soy estúpido”, gritó Leclerc por la radio nada más impactar contra las barreras– y volver a meterle toda la presión a su compañero de equipo.