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El espectáculo lo pone Oblak

El Atlético se impone al Valladolid, que mereció el empate, con un gol en propia puerta y otra actuación salvadora del meta rojoblanco. El colegiado no concedió penalti por manos de Arias tras consultar el VAR

Los jugadores del Atlético celebran el gol en propia meta del Valladolid.En vídeo, declaraciones del entrenador del Atlético, Diego Simeone.Foto: atlas | Vídeo: Gonzalo Arroyo Moreno
Ladislao J. Moñino

Un gol en propia puerta y tres paradas salvadoras de Oblak retrasaron el alirón del Barcelona. Gris el Atlético y orgulloso el Valladolid de Sergio para no doblar la rodilla, la tarde fue para el meta esloveno y para certificar que el equipo de Simeone terminará arriba el campeonato como falto de juego ha estado.

Hay sensaciones palmarias. Y una es que este equipo es uno con Rodrigo y otro sin él. Desde la pretemporada ya se vislumbró esa dualidad. Probablemente Simeone pretendiera un descanso. O quizá testar un centro del campo con vistas al próximo curso si el Manchester City consuma su intención de ejercer la cláusula ante una respuesta afirmativa del mediocentro. Los diez primeros minutos enseñaron todas costuras de ese Atlético sin Rodrigo. Fracasaba la pareja Saúl-Thomas en el eje y Koke y Lemar no estaban en su mejor tarde. El francés parece contar con más confianza de Simeone que Vitolo. Necesita menos que este para enganchar dos titularidades consecutivas.

Pérdidas continúas y groseras, colocación deficiente y la sensación de que una vez superada la primera línea de presión el Valladolid encontraría mucha pradera correr era lo que transmitía ese Atlético destartalado. Así sucedió. Una carrera de Waldo Rubio, la prolongación de Unal y Oblak volando al palo derecho para detener el derechazo de Guardiola.

Tardó el Atlético en hacer bueno eso de que al fútbol se suele jugar bien cuando se pasa con precisión, sea en corto o en largo, en horizontal o en vertical, al pie o al espacio. Por fin Saúl encontró un pasillo para Morata en las inmediaciones del área. La maniobra del delantero acabó con un pase a la pierna mala de Griezmann.

La ocasión dio paso a un tramo de dominio rojiblanco. Espeso, pero machacón en el embotellamiento. Griezmann, probó a Masip con una falta lejana. Ahí se paró el Atlético hasta el descanso. Tanto que a la media hora de juego Simeone mandó a calentar a Rodrigo... El Valladolid se sacudió el dominio con un par de circulaciones largas, con Míchel de maestro de ceremonias y Guardiola picando de nuevo con facilidad a la espalda de Savic. Esta vez su disparo a la carrera fue más centrado. Un trámite, un tirito para Oblak. El paisaje apenas mudó, aunque dio para vislumbrar las taras defensivas de Arias. Malo para un lateral que se le vayan igual de fácil por su lado bueno que por su perfil más débil.

Rodrigo a escena

El calentamiento madrugador de Rodrigo no fue baladí. Al regreso del intermedio ya pisaba la hierba. El sacrificado fue Thomas. La temporada ha revelado que la mejor pareja tácticamente es la que forman el ghanés y Rodrigo. Los mejores partidos de Thomas han sido cuando ha percibido el peso de Rodrigo a sus espaldas para descolgarse o jugar balones en línea recta.

Más ordenado y menos expuesto a los agujeros atrás, el Atlético gobernó el segundo acto en el inicio. Le faltaba desequilibrio y con Lemar plano, Simeone tiró de lógica dándole entrada a Correa por Filipe Luis. Saúl fue situado como lateral izquierdo. Para un equipo que le cuesta horrores el uno contra uno, Correa es una bendición. Por imprevisible y porque su irregularidad tiene el encanto de los que se atreven siempre. Una doble pirula a Nacho del argentino, al que rompió con dos recortes maradonianos encendió al personal. Fue por el carril de Saúl por el que se fraguó el gol del Atlético. Su tocada rosca fue desviada por Joaquín a la cepa del palo de Masip. En ventaja, el equipo de Simeone no encontró esos buenos tiempos que corren ahora para el contragolpe ante equipos apurados que con el marcador en contra se lanzan con todo. No encontró espacios para que corrieran Morata, Griezmann, Lemar, ni Vitolo cuando entró.

El Valladolid se puso mandón. Su ataque frontal le dio para empatar, pero también para reafirmar a Oblak. A Óscar Plano le levantó un zurdazo desde fuera del área a una mano. El espectáculo del Atlético, muchas veces está en su portero. En medio de ese acoso, Miguel también fue víctima de los reflejos de Oblak cuando le atajó a un remate a un par de palmos. Todavía rozó el equipo de Sergio el empate cuando la mano de Arias tocó un cabezazo de Calero . Tras revisar la jugada, Melero López decretó que no había pena máxima y certificó la victoria rojiblanca.

Sergio: "Estoy jodido por la injusticia del VAR"

“Estoy jodido por la injusticia, si el VAR no nos da que no nos quite”, se lamentaba Sergio González. El técnico del Valladolid no pudo evitar centrar su comparecenciua en la decisión de Melero González de no conceder penalti tras revisar la jugada con el VAR.por unas manos de Arias. “Cuando van al VAR suelen cambiar el criterio, porque son jugadas claras, no grises, y le han llamado por eso. Hemos tenido muchos fallos durante la temporada, pero desde el VAR no nos han ayudado”, prosiguió quejándose Sergio, que no criticó la unanimidad de criterios en el uso de la tecnología arbitral. “Es difícil entender la función del VAR, hemos sido conejillos de indias y van cambiando el criterio segun las cosas que nos van pasando. Era una mano clara, el árbitro ve que es clara y entiende que no es una posición antinatural”.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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