Éxtasis de Benzema, tormento de Bale
El francés, convertido el líder del Madrid, anota un triplete en un partido en el que el galés recibe pitos de la grada en cada acción
Los caminos de Gareth Bale y Karim Benzema, los restos de la BBC, se cruzaron de manera elocuente en los últimos instantes del partido contra el Athletic. Isco envía un balón profundo a la espalda de la defensa al galés, una jugada que explotaron ambos desde que salieron a 20 minutos del final. Bale corre, con la banda sonora de fondo de los pitos del Bernabéu, constante desde que entró, pero no consigue controlar la pelota. Herrerín sale de su área, pero no logra despejarla, y queda muerta. Benzema, que también andaba por allí, marca a puerta vacía, su tercer gol de la tarde. El francés, guía de un equipo en zozobra, ha marcado los ocho últimos tantos del Madrid.
El desenlace sucede ante la mirada del galés, que había visto cómo todos sus movimientos despertaban los pitos en la grada. En una de esas ocasiones, llegó a detenerse y a levantar el brazo derecho haciendo un gesto al tendido. No sirvió. Cada pelota que le lanzaba Isco al espacio provocaba lo mismo: silbidos, a veces trufados también con aplausos, confusa la gente con sus emociones cuando lo que pitaban eran carreras hacia la portería. El lío mayor lo evitó el galés cuando, solo delante del portero, disparó por encima del arco. No hubo duda: pitos.
“Lo siento por él. Me habría gustado verlo marcar hoy”, dijo después Zidane, que aseguró no entender el malestar de la grada: “No. La verdad que no”.
Pese al ruido de fondo, no estaba dejando una mala actuación el galés. El técnico del Athletic, Gaizka Garitano, reconoció que la aparición el galés les había hecho daño: “Con él, tenían gente más profunda que al principio”.
Aunque la principal de las dificultades fue el primer gol de Benzema, que culminó una jugada que había nacido de una ocasión de Iñaki Williams en la portería contraria. Cuando el delantero iba a rematar ante Keylor Navas, Vallejo le limpió la pelota a la carrera. “No ha llegado Iñaki y nos han hecho el 1-0”, lamentó Garitano, algo en lo que coincidió Zidane: “Cuando marcas el primero, sabes que cambia todo”, dijo.
En la respuesta a esa ocasión esfumada, Asensio lanzó un centro al área que embocó Benzema. Era su décimo gol de cabeza en la temporada. Después llegaría el undécimo. Ningún jugador ha anotado más así en las cinco grandes ligas europeas. A Zidane le ha sorprendido lo prolífico de su compatriota en esta suerte: “En ese aspecto no creía que era tan fuerte. Salta en el momento adecuado. Está viendo su trabajo recompensado”, explicó, y puso el acento en otro cambio detectado este curso: “Y el resto trabaja para que él marque”. Los que antes buscaban a Cristiano Ronaldo ahora buscan a Benzema. “Siempre he pensado que es un jugador extraordinario. Para mí es el mejor”, dijo Zidane.
No solo goles
Benzema aprovechó el foco para volver a hablar del gol como algo circunstancial en su concepto de atacante: “Un delantero centro tiene que hacer muchas cosas, no solo goles. Hoy he jugado como nueve por el sistema del equipo, pero si hay otro nueve me da igual. Yo estoy aquí para ayudar siempre a mi equipo”, afirmó. En su tarde más fulgurante del curso, quiso arropar a Bale, atormentado por la grada: “Eso me ha pasado a mí también, a todos. Estoy siempre con él, le quiero ayudar siempre. Es un gran jugador y ojalá pueda cambiar esto en los últimos partidos”.
Esa es una de las obsesiones públicas de Zidane para todo el grupo, que se mostró satisfecho de aspectos más allá de los goles anotados. El del Athletic era el primer partido en un mes en el que dejaban la portería a cero, desde su regreso al banquillo contra el Celta, 2-0 en el Bernabéu el pasado 16 de marzo. “Tienes que hacer la diferencia con el balón, pero primero tienes que defender bien. Hemos estado muy concentrados en todas las jugadas en las que el rival te puede meter en dificultades: segundo balón, centros, balón parado. Cuando tienes la portería a cero, con la calidad que tienen estos jugadores... Hoy se han demostrado muchas cosas. El mejor partido”, zanjó el técnico francés.
Después de varios encuentros con comienzos titubeantes o incluso ausentes, Zidane vio ayer algo de luz en la actitud de un equipo con dificultades para seguir jugando por nada. “Ha sido una temporada muy muy jodida y difícil para el equipo”, coincidió Marcelo.
En medio del derrumbe, ha permanecido en pie Benzema, frecuentemente cuestionado en la bonanza. Sus goles sirven para sostener al equipo y las aclamaciones que lo despidieron, para disimular la apresurada marcha al vestuario de Bale, el primero en irse al terminar.
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