El Bora domina con Buchman también en la etapa reina

Emanuel Buchmann, un chico de Ravensburg, en el sur de Alemania, es el nuevo líder de la Vuelta al País Vasco. Sustituye a su compatriota, y compañero de equipo, Maximilian Schachmann, que cede el trono después de tres victorias de etapa y otras tantas jornadas con la camiseta amarilla sobre sus hombros. El equipo Bora brilla en las carreteras vascas al margen de Peter Sagan, su líder indiscutible. Está claro que quienes conforman la alineación del conjunto alemán patrocinado por una marca de campanas extractoras, quieren ser alguien al margen de su carismático líder.

Como las monjas de Arrate quieren destacar fuera de su congregación.

Louis Malle, director de culto del cine francés, dirigió en 1962 un documental sobre el Tour en el que describía la edición de aquel año. Aparecían imágenes curiosas, como las de los periodistas de paquete en las motos, escribiendo sus crónicas en plena marcha y algunos dormidos con evidente riesgo para su integridad física. La película mostraba escenas de esfuerzo, dolor y triunfo. También salían muchos sacerdotes en la cuneta, animando a los ciclistas. Y monjas, muchas monjas. Eran parte del paisaje francés de aquellos años, y el Tour les entusiasmaba.

En Arrate también hay monjas, un puñado. Son carmelitas samaritanas, y se han instalado en el hotel Krabelin, que, hasta su cierre hace un par de años, se convertía en la sala de prensa de la Itzulia, y también de la Vuelta a España. Es propiedad del Obispado. Son monjas youtubers, con gran actividad en las redes sociales. Una es periodista, y otra fue boxeadora. Con la llegada de la Itzulia tuvieron oportunidad de salir de su vida contemplativa y acercarse a la línea de llegada. Llamaban la atención, con sus hábitos y sus tocas, muy al estilo de las que aparecían en el documental de Louis Malle. Presenciaron y jalearon la llegada de Buchmann, en solitario, después de una ascensión magnífica a Arrate, perseguido por quienes no habían sido capaces, durante kilómetros, de descontar su ventaja.

El nuevo líder había reaccionado al ataque de Luis León Sánchez, al que su hermano Pedro León, futbolista del Eibar, había estado animando en la ascensión a Natxitua. Tal vez ese aliento le dio fuerzas para marcharse hacia la meta en solitario, aunque le siguió Buchmann, la baza del Bora para la etapa reina.

El asunto se convirtió en una cosa de hermanos. Después del estirón, Sánchez se paró por orden de su equipo, el Astana, que puso al murciano y a Gorka Izagirre a escoltar a su hermano Jon, aspirante a la victoria final, pero el esfuerzo de los hombres del equipo de matrícula kazaja no fue suficiente como para reducir las diferencias, que aumentaron incluso, cuando el Movistar decidió, muy tarde, unirse a la fiesta. Tal vez, porque Mikel Landa no estaba en las condiciones ideales. Acabaría llegando por detrás de los elegidos.

En las faldas de Arrate, con las monjas carmelitas haciendo fotos en la cima, Buchmann llevaba dos minutos de ventaja, que se fueron reduciendo después de que Fuglslang y Jon Izagirre, acompañados de Adam Yates, se pusieran a la tarea de recortar diferencias. Consiguieron distanciar a Schachmann, que perdió comba, y limaron unos segundos, los suficientes como para pensar que en la última etapa habrá jaleo, porque en la General, Buchmann aventaja ahora en 54 segundos a Izagirre y en 1,32m a Daniel Martin y Fuglsang, aunque por medio está Schachmann, para liar más las cosas. En la última etapa, que comienza y acaba en Eibar, se pueden enredar las cosas. Depende de los ciclistas.