La NBA choca con el racismo
Los jugadores de la NBA se rebelan contra los aficionados que les insultan desde la grada
Un aficionado de la NBA, expulsado de las canchas de por vida. La imagen viral de la encendida reacción de una estrella como Russell Westbrook que le valió una multa de 22.000 euros. La propietaria de Utah Jazz tomando el micrófono desde el centro de la cancha durante un partido para lamentar lo acontecido y subrayar que no forma parte de una comunidad racista. Mensajes de jugadores solidarizándose con el líder de Oklahoma City Thunder y reclamando que se ponga freno a la falta de respeto de algunos espectadores hacia ellos.
“Todo empezó cuando un joven y su esposa, desde la grada, me dijeron: ‘Ponte de rodillas como sueles hacer’. Para mí eso es totalmente irrespetuoso, racista e inapropiado, y los jugadores carecemos de protección frente a ello”, explicó Westbrook tras el partido en que se produjo el incidente, en Salt Lake City ante Utah el 11 de marzo. Los periodistas le inquirieron sobre su versión ya que, en primera instancia, solo trascendieron unas imágenes de su berrinche, de pie en el banquillo, girado hacia el asiento que ocupaba el aficionado y amenazándole: “Os voy a joder, te lo prometo. ¿Crees que estoy de broma? Lo juro. Os voy a machacar. A ti y a tu mujer”.
Varios jugadores reaccionaron arropando a Westbrook. Su compañero de equipo Raymond Felton instó a la NBA a tomar medidas. “Siempre están molestando a Russ. Y, en cambio, nadie les dice nada a los hinchas. ¿Cuándo llegará el momento en que se proteja a los jugadores? Nos pueden llamar lo que quieren durante los partidos, insultar a nuestras familias, a nuestros hijos. No es justo”. Los jugadores de Utah Jazz Donovan Mitchell, Rudy Gobert y Thabo Sefolosha hicieron explícito su apoyo a Westbrook. “Como hombre negro que vive en una comunidad a la que estima, y como jugador de un equipo que me ha dado la ocasión de alcanzar mis sueños, este incidente me ha afectado muy de cerca”, escribió Mitchell, nacido hace 22 años en Elmsford, una pequeña localidad del Estado de Nueva York. “El racismo y el discurso del odio nos lastiman a todos. No es la primera vez que sucede algo así en nuestro pabellón. El Estado de Utah es acogedor e inclusivo y el incidente no representa a nuestra afición”.
LeBron James también opinó: “Russ es muy apasionado. Pero tiene una familia. Y no importa si te gusta o no cómo juega. Es una de las personas más leales y realistas que conozco. Lo llevaron demasiado lejos desde el otro extremo. Tal vez Russ podría haber contestado de forma un poco diferente. Pero, en definitiva, tenía razón”. Jayson Tatum, de los Celtics, añadió: “Los comentarios del aficionado estaban fuera de lugar y fueron muy irrespetuosos. Todos hemos estado en esa situación. Tienes que defenderte”. Damian Lillard, el base de Portland que jugó en la Universidad de Weber State, en Utah, recordó un incidente con un aficionado que le llamó negro: “Es algo que siempre está ahí, pero si lo ves, tienes que hacer algo. No hay que tomárselo a la ligera, especialmente si quieres enviar el mensaje de que no se tolerará”. Draymond Green, uno de los líderes de Golden State, concluyó: “Es una locura. Mientras nos multen solo a nosotros, seguirán comportándose así. ¿Qué van a perder ellos?”.
No fue así en esta ocasión. Utah Jazz ha prohibido el acceso a las canchas de por vida al espectador en cuestión, Shane Keisel, de 45 años, en razón de “sus insultos verbales excesivos y denigrantes”. A raíz del incidente trascendió que ya habían sancionado a otro hincha por otro incidente similar con Westbrook.
La NBA ha remitido a sus 30 clubes un escrito para que recuerden a sus aficionados la necesidad de mantener un comportamiento adecuado y respetuoso. Michele Roberts, directora ejecutiva de la NBA, pidió: “Todos debemos insistir en que se debe implementar una política de tolerancia cero frente a la mala conducta de los fanáticos. Y las franquicias deben mejorar en la protección de nuestros jugadores”.
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