El complejo arranque de Morata

Acompañado de Óscar Pitillas, uno de los recuperadores físicos, Diego Costa desfiló sonriente ante la marabunta de reporteros que aguardaban el primer entrenamiento de su recién llegado competidor. Calzado con botas de fútbol, que luego cambió por zapatillas, Diego Costa afinaba su puesta a punto mientras Álvaro Morata emergía tras Griezmann de la carpa que divide los dos campos de entrenamiento que ahora utiliza Diego Pablo Simeone. El nuevo delantero del Atlético fue engullido con normalidad por uno de los grupos que disputaba un rondo.

La hierba y la pelota pusieron fin a las capas de pintura roja y blanca con las que el jugador y el Atlético tratan de difuminar su pasado en el Real Madrid. Sus declaraciones, sus reminiscencias a su infancia en la cantera del club, o la presencia de sus mellizos vestidos con la indumentaria del Atlético en la presentación han dado paso a la realidad que tendrá que afrontar en las próximas semanas. Morata necesita tanto los goles para hacerse un hueco en el once de Diego Pablo Simeone como para convencer a los escépticos que le recuerdan vestido de blanco.

En el propio club aceptan que el ruido que ha generado el fichaje en parte de su propia hinchada y también en la madridista puede rebajarse atendiendo al calendario. Morata debutará contra el Betis el próximo domingo en el Benito Villamarín, pero será en las dos siguientes citas en las que su peregrinaje en el Atlético puede quedar marcado. Morata se medirá a dos de sus exequipos. El sábado 9 de febrero, el Atlético recibe en el Metropolitano al Real Madrid. Diez días más tarde, será la Juventus la que visite el feudo rojiblanco en la Champions.

“Pues bendito problema, ojalá lo tenga que pensar varias veces porque querrá decir que van las cosas bien y si pasa, las cosas saldrán solas”, aseguró el delantero cuando fue preguntado si celebraría los goles frente a los dos clubes en los que militó antes de fichar por el Chelsea en el verano de 2017.

“Simeone no tenía que convencerme, él sabía que por circunstancias se han dado rodeos en mi carrera. El destino al final ha hecho que yo estuviera aquí. Estoy agradecido al Cholo porque ha empujado mucho para que yo venga”, prosiguió el delantero. Hace dos temporadas, el Atlético ya empezó a preparar una presentación similar a la de ayer. La negativa del Real Madrid a verle jugar en el eterno rival terminó por llevarle al Chelsea. “Si estoy aquí es porque quiero estar aquí. Había dado mi palabra de que en cuanto se pudiese hacer iba a venir aquí y tengo que hablar con actos y no con palabras”, afirmó.

Los actos han colocado a Morata frente a Diego Costa. “¿Por qué no vamos a poder jugar juntos?”, reflexionó. La realidad de su fichaje apunta a la intención de Simeone de contar con un delantero que se amolde a su estilo ante las dudas de que Diego Costa pueda llegar a tiempo a la eliminatoria ante la Juventus. Y también porque la continuidad de Costa en el club está en el aire. Con ofertas de China, la llegada de Morata y la permanencia de Kalinic aún permitirían a Simeone contar con dos delanteros, más Correa, si el hispanobrasileño abandonara el club en el mercado invernal, que en el país asiático se cierra a finales de febrero. Si permanece, la misma competencia que Costa y Morata han vivido en la selección se trasladará al Atlético: “Diego es mi amigo, he hablado con él cuando he tenido momentos difíciles o cuando los ha tenido él”, concluyó Morata.