El Valencia se da un banquete ante un flojo Villarreal

El Valencia empieza a sacar la cabeza del agujero. Un empate y dos victorias seguidas marcan la reacción del bloque de Marcelino que el martes en Copa del Rey se enfrentará al partido que confirmará su curación. Espera el Getafe, en un duelo en el que el once del murciélago intuye una emboscada. El Valencia subió de revoluciones ante el Villarreal que, desplomado y sin reacción, se queda clavado en el pozo de la clasificación.

El Valencia agujereó la defensa amarilla por las dos bandas. Cheryshev, jugador del Villarreal cedido en Mestalla sin ‘cláusula del miedo’ de por medio, horadó permanentemente el flanco que defendía Mario Gaspar. Por la derecha, con el fiable Carlos Soler por dentro, Cristiano Piccini cogió el taladro en uno de sus actuaciones ofensivas más destacadas. A la espalda de los laterales amarillos, el Valencia se proyectó siempre con peligro. En una buena primera mitad sin apenas sobresaltos para los locales, más allá de una buena maniobra de Fornals que acabó en un chut que desvío Neto, el gol blanquinegro, sin embargo, llegó a pelota parada.

Una salida veloz por el costado derecho que cortó en falta Víctor Ruiz dio paso a una falta lateral que lanzó con su precisión habitual Dani Parejo. El larguirucho Diakhaby cabeceó a portería un gol que validó el VAR porque previamente lo había anulado, por fuera de juego inexistente, Del Cerro Grande.

Desbordado por fuera, al Valencia le faltó precisión para cerrar con una goleada mayor el partido. Sergio Asenjo, de los poquitos que mantiene un nivel alto en el once de Luis García, y Santi Cazorla, hasta que le aguantaron las fuerzas, le echaron el salvavidas a su equipo.

Tras el descanso el Valencia salió del cajón como una fiera. Un remate imposible al palo de Santi Mina acogotó al Villarreal que encajó el 2-0 inmediatamente. Una salida sin tensión en zona de inicio acabó con Iborra sorprendido por Cheryshev, que le birló el balón y se lo entregó a Parejo. El capitán se lo devolvió filtrando un magnífico pase entre los defensas amarillos y Cheryshev con un tiro cruzado infló la portería. El ruso, que no celebró, se abrazó con Marcelino. El talentoso Parejo, que ha ganado en presencia en las últimas jornadas, ya había cerrado con un tirazo a la cruceta el primer acto. Su partido fue notable.

Administrando el balón con inteligencia, el Valencia dominó el partido y sacó partido de las tremendas carencias emocionales y de juego del Villarreal, un equipo desconocido, sin gol, y hecho pedazos, lejos de su fiabilidad tradicional, que no logra recomponer Luis García. Gerard Moreno, un delantero en plena depresión, Samu Chukwueze y Carlos Bacca entraron para dinamizar el ataque pero ninguno generó peligro.

Un cabezazo de Rodrigo, que sale del cuarto oscuro con su segundo gol seguido en las últimas dos jornadas, cerró el banquete del Valencia. El centro teledirigido desde la derecha de Ferran Torres fue espléndido. El canterano está sumando y aportando minutos de calidad.