De Colo tumba al Barça

Nando De Colo fue imparable para el Barcelona, que jugó un buen partido pero se quebró con las acometidas del espléndido anotador francés. Su recital, con siete triples, 25 puntos, cinco rebotes y tres asistencias, dejó sin respuesta a cuantos trataron de frenarle, fuera Heurtel, Pangos, Hanga o Pau Ribas, aunque este fue el más efectivo. Y su recital rescató al CSKA en los momentos de más apuro y lo puso a salvo, a pesar de la ausencia de su segundo máximo anotador, Cory Higgins, y de la falta de finura en los triples de Sergio Rodríguez. El base canario no pasó desapercibido en el Palau, todo lo contrario, porque anotó poco pero en momentos importantes, manejó el timón con la soltura de siempre y acabó metido en una refriega final con Hanga.

Al Barcelona le faltó más continuidad y consistencia en su juego y por momentos se condenó por errores propios más que por aciertos del CSKA, especialmente cuando dominaba con claridad 59-50 después de un gran arranque de Claver en el tercer cuarto, donde inició una traca de triples que continuaron Hanga y Pangos.

Los jugadores del Barcelona apenas habían perdido balones, una asignatura pendiente desde su desastroso partido en Moscú donde cometieron 16 pérdidas. Pero fue en ese lapso del tercer cuarto cuando acumularon una serie de errores que permitieron la reacción instantánea del CSKA. Un triple de De Colo puso a su equipo por delante antes del último asalto (61-63). El Barcelona no logró dominar el rebote (28-31), falló excesivos tiros libres (17 de 26) y se encasquilló en ataque. Heurtel, Tomic y Pangos estuvieron remisos en el tiro más que fallones. El ataque del Barcelona no funcionaba y no acertaba a ganar buenas posiciones de tiro. Chris Singleton asumió la responsabilidad con muy poco acierto, solo dos canastas en siete tiros de campo, a lo que hay que añadir tres pérdidas.

En cambio, De Colo contó con un acompañante en vena de aciertos. Kurbanov pudo con Singleton, Claver o quien se le pusiera por delante. Sus 17 puntos y cinco rebotes, sus acciones puntuales en los compases finales, aliado también con Sergio Rodríguez, acabaron de hacer agujero en la defensa y en el ánimo del equipo de Pesic. El Barça, tras su mal partido en Tel Aviv la semana pasada, sumó su segunda derrota consecutiva, y retrocede en su objetivo de meterse entre los cuatro o cinco primeros.