Ben Yedder rescata al Sevilla
Los de Machín empatan en el alargue ante un Leganés que no sentenció a un rival con 10 jugadores desde el descanso
El Sevilla demostró, una vez más, que no se rinde nunca. Ben Yedder rescató un puntazo entre la niebla para los intereses sevillistas con un gol en el último minuto de un partido bronco, castigando así a un Leganés combativo pero poco ambicioso. Un empate que le supo a gloria a un equipo con uno menos desde el descanso por la expulsión de Vázquez, que fue muy inteligente en la segunda mitad para jugar con el conservadurismo local y llegar vivo a los últimos minutos, cuando podía alcanzar la igualada. El Sevilla se sobrepuso, además, a un mal inicio de partido para acabar marcando en una acción de gran calidad entre Roque Mesa y Ben Yedder. Pero antes hubo una buena aportación de jugadores como Amadou y Gnagnon. También un repliegue en inferioridad ordenado por Machín ante un temeroso Leganés, lo que le mantuvo con vida. Y todo eso sin su centro del campo titular, con Banega y Sarabia sancionados y Vázquez expulsándose después de llamar "caradura" al colegiado en el túnel de vestuarios a la conclusión d ela primera mitad. El Leganés, que pudo sentenciar en una acción de En-Nesyri al larguero, no supo rematar al Sevilla y lo acabó pagando. Eso sí, el empate alarga la buena racha de dos equipos que llevan ya siete y ocho jornadas sin perder, respectivamente. El Sevilla pierde comba en la pelea por la segunda plaza con el Atlético, pero el punto le garantiza ser tercero.
Hay algunos aspectos que son poco comprensibles en el mundo del fútbol. Dio la impresión de que el Sevilla saltó al terreno de juego de Butarque sin saber lo que le esperaba. Quizás así puede entenderse la falta de tensión que se vivió en los jugadores andaluces en los primeros minutos de un partido que el Leganés afrontó como sabe, es decir, a mil por hora, y que el Sevilla encaró como no debe; es decir, con una suficiencia impropia de un equipo que aspira a la segunda plaza en competencia directa con el Atlético. Nyom la puso templada con todo el tiempo del mundo y en el área emergió Vesga para cabecear de forma impecable a la meta de Vaclik. A los cinco minutos, el Leganés (seis jornadas seguidas sin perder por algo) ya tenía el partido como quería. El Sevilla, atontado y sin Banega, tenía ahora la difícil misión de superar el buen entramado defensivo de un Leganés al que le da igual tener el balón, pues se siente seguro replegado y a la contra.
Por supuesto, el partido se convirtió en un suplicio para el Sevilla, sin talento, imaginación ni velocidad para abrir a una defensa muy bien posicionada. El argumento mil veces visto del equipo pobre ante el que debe gestionar mejor su presumible calidad y talento. Con Navas y Escudero desaparecidos, el Sevilla solo era lo que Vázquez pudiera inventar. Muy poco, casi nada, con Amadou y Mesa perdidos. El mediocentro del Sevilla, Amadou, fue un espectador del juego. En la segunda mitad, más adelantado, sí demostró honradez y llegada gracias a su poderío físico. Como a Ben Yedder y Silva no les llegaba un balón, el Leganés, al que no le importa jugar bien o mal, se sintió comodísimo. De hecho, solo se vio inquietado a balón parado en un remate muy bueno de Sergi Gómez que salvó Cuéllar. El resto fue una superioridad absoluta ante los torpes intentos de los jugadores del Sevilla. El Leganés incluso estuvo a punto de alcanzar el Nirvana si Carrillo hace el segundo después de un saque de banda de Nyom. El lateral debió haber visto la segunda amarilla en el minuto 42. Hernández Hernández le dejó vivo.
El Sevilla salió con 10 jugadores por la expulsión de Vázquez en el túnel de vestuarios. Precisamente por protestar la acción de Nyom, al que quitó Pellegrino a los cuatro minutos de la reanudación. Se echó la niebla sobre Butarque, el Leganés especuló una barbaridad y el Sevilla tuvo el talento de esperar. Machín quitó al nervioso André Silva, que pudo ser expulsado, y el Sevilla, ayudado ahora por un buen Amadou y un activo Mesa, se movió con una gran inteligencia. El propio Amadou envió un gran remate al palo y En-Nesyri contestó en otra acción al contragolpe con disparo al larguero de Vaclik, que rozó el balón. El choque quedó vivo y el Sevilla, anclado a ese carácter que le hace temible en los últimos años, se inventó un jugadón para empatar casi en la última acción del encuentro. El pase de Mesa lo remató Ben Yedder en una jugada rápida y letal. Puntazo para el Sevilla y puntito para el Leganés, al que le faltó carácter para agrandar su ventaja en el marcador con todo a favor.
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