El Barça encalla en Atenas

El calamitoso partido de Chris Singleton en su regreso al OAKA de Atenas, esta vez como rival, la incapacidad de Heurtel y Pangos para frenar a Nick Calathes, y el rebote ofensivo del Panathinaikos evitaron la sexta victoria consecutiva del Barcelona en la Euroliga.

El equipo de Xavi Pascual se movió a sus anchas, impuso su extraordinaria tensión defensiva, su ritmo lento pero seguro y su superioridad en el rebote, sobre todo en el ofensivo, con 14 capturas que le dieron pingües beneficios.

El recuento de Singleton fue deplorable. Falló los ocho tiros de campo que lanzó, solo anotó cuatro puntos desde la línea de tiros libres, perdió dos balones, capturó dos rebotes y cometió tres faltas en 23 minutos. Calathes, en cambio, también lo falló casi todo en ataque, incluidos cuatro tiros libres, pero su dominio del ritmo de juego y de la situación fue evidente, reflejado en la estadística con sus nueve rebotes, doce asistencias y cinco robos de balón.

El Barça acusó la deriva desde el segundo cuarto. Se había refugiado en su zona, fiado al mal porcentaje del Panathinaikos en los triples. Los griegos además fallaron los cuatro primeros intentos. Y el primer cuarto se consumió en medio del sinsabor generalizado debido a la escasa continuidad en el juego y al goteo mínimo de canastas: 13-10.

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Los triples de DeShaun Thomas y Thanasis Antetokounmpo azotaron a un Barça lunático en el inicio del segundo cuarto. Las pérdidas de balón de Pangos, Séraphin y Kuric se unieron a la defectuosa defensa de su equipo. La escuadra de Pesic recibió un parcial de 8-0 que le situó a 11 puntos de distancia (23-12). Fue la condena por no haber leído ante lo que significaba la irrupción de los dos mejores triplistas del Panathinaikos, un equipo con malos porcentajes desde la máxima distancia y que había fallado los cuatro primeros del duelo.

Cuando el Barcelona ajustó en defensa y explotó la veta interior con un Séraphin en vena de aciertos y 11 puntos en sus ocho primeros minutos en la cancha, se redujo la diferencia (27-23). El problema es que el Barcelona se estrelló con los triples. Falló los cinco que lanzó en la primera parte. La puntual aparición de Vougioukas frenó a Séraphin y el Panathinaikos se fue al descanso más que satisfecho: 34-25.

La irrupción de Kuric, con tres triples seguidos en apenas tres minutos redujo a la nada la máxima ventaja que había obtenido el Panathinaikos (39-27). Con el empate a 42, se sospechó que podía nacer un nuevo partido. Pero las pérdidas de balón y el juego deslavazado del Barcelona volvió a llevar el asunto por los mismos derroteros (67-54). Mejoraron su aportación ofensiva en el tramo final Heurtel y Tomic. Pero el Barcelona se quedó corto. Llegó a acariciar la posibilidad de una remontada. Sin embargo, un tapón de Lasme a Claver con 70-62 en el marcador y una bandeja fallada por Heurtel en un contraataque a falta de 58 segundos, dejaron la cosa como estaba. Ganó el Panathinaikos de Xavi Pascual, que de esta forma suma cinco triunfos en ocho jornadas y se empareja con el Barcelona en la clasificación.