El futuro se llama De Ligt y De Jong
El Ajax y Holanda vuelven al escaparate con dos figuras que seducen a Barça y City
Alemania se apaga mientras se enciende Holanda, duda el Bayern Múnich al tiempo que se reafirma el Ajax y resplandecen De Ligt y De Jong cuando palidecen Neuer y Muller. Hay dudas sobre el futuro de Löw y el camino que debe tomar la Mannschaft, la selección que se inspiró en el juego de España para alcanzar la gloria en Brasil después de expiar sus complejos en el Mundial que organizó en 2006. El valor de fútbol se mide por los títulos en Alemania. A Holanda por contra nunca se le exigió que ganara sino que pensara y exportara sus ideas, incluso aceptó que la copiaran, hasta que dejó de evolucionar, fuera del último Europeo y del Mundial de Rusia. No parecía tener remedio cuando en febrero llegó Koeman y ahora la ha clasificado para la fase final de la Liga de las Naciones después de superar a la mismísima Alemania y acabar con la racha de imbatibilidad de 15 partidos de Francia.
El carácter de Koeman y el ejemplo francés
Koeman no solo ha cambiado el lugar de concentración de la selección. Ha asumido la necesidad de rejuvenecer al equipo y apuesta por futbolistas que con 19 y 22 años son titulares en el Ajax, jugadores a los que les cuesta disputar partidos cuando son traspasados a las ligas europeas. Alguno se ha consolidado, como Van Dijk y Wijnaldum (Liverpool), y otros han reorientado su carrera después de recalar en el Lyon (Depay), Besiktas (Babel) o regresar al Ajax (Blind). "No tenemos miedo", insiste el seleccionar, que ha dotado al equipo de "carácter", uno de sus signos de distinción como jugador y técnico. "A veces hay que saber sufrir y en ocasiones ir arriba con todo", resume Koeman a L'Equipe. "Hubo un tiempo, cuando éramos los mejores, que venían a aprender de nosotros; ahora somos nosotros los que también tenemos que aprender de los demás. Hay que saber defender también. El ejemplo para ganar un torneo es Francia".
Incluso Koeman ha admitido que las dudas solo se acaban cuando se da un resultado de impacto, y los últimos de Holanda han sido estupendos, especialmente el empate del lunes con Alemania con dos goles de última hora, una señal más de su inconformismo, dispuesta a combatir el inmovilismo, a aprender de equipos más competitivos como Francia, a jugar como malditos —en palabras de su seleccionador—, feliz por reencontrar la mejor versión de futbolistas que parecían sobrevalorados (Van Dijk), extraviados (Depay, Babel, Wijnaldum, Blind) o menos conocidos (Dumbries, Promes, De Roon, Cillessen) y al tiempo dichosa por mantener la esencia de su juego con promesas que cotizan como figuras como Bergwijn, De Ligt y De Jong.
La grandeza de Holanda se mide por su selección (campeona en 1988), por sus clubes (el último de los cuatro títulos del Ajax es de 1995) y también por los futbolistas que han sido decisivos para marcar época en clubes como el Barça o el Milan. El éxito azulgrana se explica a partir de Cruyff y de Koeman, de la misma manera que la consagración de Sacchi necesitó de Rijkaard, Gullit y Van Basten. Hay una lista de ilustres oranje que han campeonado por Europa (Neeskens, Kluivert, Davids, De Boer, Robben, Van Persie, Van Nistelrooy, Van der Sar, Sneijder, Robben o Bergkamp).
Los próximos candidatos a triunfar en el fútbol continental son Frenkie de Jong y Matthijs de Ligt, ambos del Ajax, los dos representantes genuinos de la escuela más tradicional holandesa, la del 4-3-3, aquella que apuesta por un central y un volante como origen del juego, poco que ver con la de los carrileros (3-5-2) o con el doble pivote (De Jong y Engelaard). Nada es casual: uno y otro parecen jugadores a la medida del Barça y del Manchester City de Guardiola. El Ajax ya ha advertido que no traspasará a ninguno en el mercado de invierno, circunstancia que aumentará la puja hasta el verano de 2019.
De Ligt, capitán
A sus 19 años, De Ligt ya es capitán, ha jugado más partidos que ninguno a su edad en la selección (12) y a los 17 se convirtió en el jugador más joven en disputar una final continental cuando el Ajax se enfrentó y perdió con el Manchester United en la Liga Europa. “Juega como si tuviera 30 años”, ha dicho Ronald de Boer para explicar la personalidad del defensa, capaz de secar a Lewandowski en el Allianz Arena. Ha aprendido tanto, se ha corregido de manera tan rápida, que aquel joven imberbe salido de las afueras de Ámsterdam y que quedaba retratado en cada partido es conocido con el apodo de Fatty, el áspero, ya comparado incluso con Jaap Stam.
De Jong tiene 21 años, nació en Arkel, al sur de Holanda, y se curtió en el Willem II antes de recalar definitivamente por 300.000 euros en el Ajax. Tiene un campo de fútbol en la cabeza y al memorizar el juego de posición y posesión del equipo añade riesgo en el pase, profundidad, verticalidad y una versatilidad que le permite jugar incluso de central junto con De Ligt. “Mi calidad es la intuición”, subraya el mediocampista, con la cabeza alta, capaz de defender a un delantero como Griezmann en el último Francia-Holanda.
El Manchester City parece dispuesto a pujar hasta los 80 millones de euros por De Jong. El Barça, atento igualmente por De Ligt, no se rinde y también parece estar al tanto el Real Madrid. En Ámsterdam, mientras, se frotan las manos porque vuelven los viejos tiempos, cuando para montar un buen equipo había que mirar necesariamente a las valientes promesas del Ajax.
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