Damián Quintero y Sandra Sánchez lucharán por el oro
Los españoles se han clasificado directamente para la final del sábado y ambos se enfrentarán a Japón
Damián Quintero y Sandra Sánchez ya están en las finales del mundial de kárate, modalidad de kata, que se disputarán el sábado. Al haber ganado sus semifinales, pelearán directamente por el oro. Quintero se medirá (a partir de las 18.07 en Teledeporte) al japonés Ryo Kiyuna, el actual campeón del mundo que derrotó al español en 2016. Sánchez se enfrentará (a las 18.00) a la japonesa Kiyou Shimizu, actual campeona del mundo. En kata no hay contrincantes: son una serie de movimientos establecidos en los que se evalúa potencia, velocidad, equilibrio y las sensaciones que transmiten los karatecas. Primero sale uno y luego otro. Cinco jueces eligen (levantando una bandera azul o roja, igual que el color de los cinturones) el ganador de cada eliminatoria. En cada ronda, cambian los jueces.
Quintero venció al mexicano Waldo Ramírez, al turco y campeón de Europa Ali Sofuoglu, al colombiano David Contreras y al francés Enzo Montarello en las eliminatorias de este martes en el WiZink Center. En la semifinal se deshizo del venezolano Antonio Díaz y se clasificó directamente para la final. Se impuso a todos por 5-0. En las gradas estaban, como siempre, sus padres, que nunca se pierden una competición europea y mundial de su hijo. “Bien, bien”, le decía el seleccionador Jesús del Moral dándole palmaditas en la espalda y en las piernas en uno de los breves descansos entre una ronda y otra.
Descalzo, en un rincón del pabellón, al lado de la barra del bar y del ropero, Quintero iba ensayando los katas antes de salir al tatami. No había quien desviara su mirada de máxima concentración. Después de la semifinal, ya relajó el gesto y saludó a la grada. “Ha sido muy duro pero ha ido todo como me esperaba”, dijo el español, que fue plata en el Mundial de Linz de 2016. Este es el último Mundial antes de los Juegos de Tokio 2020 y el que más puntúa para el ránking olímpico. Allí se citarán los 12 mejores; aquí han ido compitiendo más de 80 karatecas.
El sábado Quintero volverá a medirse a Ryo Kiyuna. “Va a ser espectacular. Hay que dar show. Ryo vendrá a revalidar el título, intentaré quitárselo”, explicó Quintero, que estos días se ha aislado del mundo escuchando el consejo de Pablo del Río, el psicólogo del CAR, que le dijo, entre otras cosas, que se olvidara de redes sociales y del móvil. “Ya tengo pensado el kata que voy a hacer en la final. Voy a salir centrado y sin desviarme de mi guión. Estos tres días intentaré relajarme un poquito pero seguiré aislándome del mundo”, añadió. ¿Sensación especial? “Estamos acostumbrados a enfrentarnos también en la Premier League [el circuito mundial de kárate]. Es una final especial porque es contra el actual campeón del mundo. Él es un competidor fuerte, potente, pero a lo mejor donde baja es en la técnica. A lo mejor mi puntito especial es ofrecerle más técnica a los jueces”, contestó preguntado también por las claves de la final.
La cita esta mañana en el WiZink Center era a las 10. A las 9.15 ya había una cola tremenda en las puertas de acceso para los atletas. “He llegado tarde por eso, por la cola inmensa. Vaya lío. Más o menos yo necesito empezar la activación una hora antes de la competición. Necesito una activación fuerte, que me den caña durante una hora para estar en la condición óptima”, relató Quintero en las entrañas del pabellón mientras Sandra Sánchez empezaba su camino en la competición. “Hemos repetido y repetido y repetido los katas para no enfriarnos que en los pasillos hace mucho frío”, añadió el español.
Sandra, por su parte, derrotó a la costarricense María José Ramírez, la dominicana María Dimitrova, la eslovaca Ema Brazdova y a la canadiense Ngo Rita. En semifinales se deshizo de Lau Mo Sheung. “¡Sabéis quien está en la final del sábado! Yooooo. Hacedme un examen facilito eh…”, decía Sánchez a los periodistas en zona mixta todavía con el subidón de las semifinales.
Se había fundido en un abrazo con el seleccionador Jesús del Moral, que también es su pareja. “Ala, ya puedes llorar Sandra, llora y suéltalo, que estás en la final y lo has hecho muy bien”, le dijo al oído. Y ella, que es un volcán de energía, lloró un rato y luego contagió a todos los periodistas con su buen humor. “Ha sido mucha tensión acumulada, vuelta y vuelta. Lo que tiene nuestro deporte es que aunque sepas que lo has hecho muy bien, hasta que no veas las banderas [de los jueces] nunca sabes. Estoy tan a gusto ahora”, explicó la española de 37 años. Igual que Quintero, ya tiene una medalla segura en este Mundial, falta por saber si oro o plata. Es la 37 en su cuenta personal.
Las finales se disputarán el sábado. ¿Cómo se gestiona la espera?, le preguntaron a Sandra. “Este es el Mundial más largo, es la primera vez que se hace así. Se acumulan nervios…los tienes que gestionar. Tendré tiempo de recuperar, no de los katas de hoy porque al final entrenamos más de lo que hemos hecho hoy, pero la tensión y los nervios cansan más que cualquier entrenamiento”, respondió. “Estos días, aparte de trabajar, animaré a mis compañeros [de kumite y kata por equipos] cual cheerleader”, añadió.
Por otra parte, en la modalidad de kumite +84, el español Babacar Seck luchará el sábado por la medalla de bronce. Es su primera participación en un Mundial.
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