Dvórkovich: “Mi relación con Putin no es un problema”
El ex primer ministro adjunto de Rusia quiere dirigir el ajedrez mundial con planes muy claros
Arkadi Dvórkovich aglutina virtudes idóneas como candidato a la presidencia de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE). Tiene gran experiencia de gestión en niveles altísimos -primer ministro adjunto de Rusia y director del reciente Mundial de Fútbol-, es muy inteligente y conoce muy bien el ajedrez por transmisión paterna. Pero arrastra dos pesadas cargas, aunque él lo niega: el factor Putin, quizá problemático para lograr grandes patrocinios; y la pésima imagen que ha dejado su compatriota, Kirsán Iliumyínov, presidente hasta hace unos meses. Este es el resumen de media hora de intensa conversación.
Dvórkovich ha recorrido medio mundo durante los últimos meses en busca de los votos que le permitan derrotar al griego Georgios Makrópulos, actual presidente en funciones de la FIDE y directivo desde los años ochenta, y el británico Nigel Short, subcampeón del mundo en 1993, quien ha cerrado un acuerdo con Dvórkovich para transferirse los votos mutuamente si uno de ellos es eliminado en la primera vuelta. El ruso parece calmado a pesar de ese trajín y de que la Comisión Ética de la FIDE, controlada por Makrópulos, puede cancelar su candidatura este viernes por supuestas irregularidades en la campaña electoral.
PREGUNTA. ¿Es la endogamia el principal problema del ajedrez mundial? Me refiero a la falta de comunicación, mercadotecnia, imagen, relaciones con prensa y patrocinadores, etc.
RESPUESTA. Sí, totalmente. Los jugadores tienden a mirar solo al tablero; pueden ser modelos de comportamiento, pero están concentrados en el juego. Si queremos que el ajedrez sea realmente popular, los organizadores y directivos deben cambiar de mentalidad porque, en muchos casos, la actual es la misma que en los años noventa. La imagen del ajedrez debe ser conectada con la inteligencia y la educación. Mucha gente no aficionada sabe quién fue Fischer o Kaspárov o Kárpov, pero pocos saben que el actual campeón del mundo es Carlsen. Debemos aprender de lo que ha hecho el fútbol en los últimos 30 años.
P. Por cierto, usted propugna un acuerdo concreto con la FIFA.
R. Sí, ya tenemos el acuerdo perfilado, con tres pilares: 1) Transferencia de habilidades y conocimiento de gestión de la FIFA a la FIDE; 2) Introducir el ajedrez en las Academias de Fútbol; 3) Atraer a las estrellas del fútbol y sus patrocinadores hacia el ajedrez, por el 1% del dinero que dedican al fútbol. Si funciona bien los dos primeros años, lo podremos consolidar, porque es una combinación muy atractiva de potencia física e inteligencia. A la FIFA le interesa el acuerdo porque así ligará su imagen con la inteligencia.
P. La FIDE es miembro del Comité Olímpico (COI) desde 1999, gracias a la iniciativa de Juan Antonio Samaranch. ¿Hay probabilidades razonables de que algún día forme parte de los Juegos Olímpicos (JJOO)?
R. Sí, pero sin prisa. Tener la sede en Lausana, cerca del COI, sería el primer paso. El segundo, que el ajedrez sea reconocido como deporte universalmente, porque las federaciones nacionales no reciben ahora subvención alguna de sus Gobiernos en países donde no se considera deporte. Y el tercero, ser deporte de exhibición en juegos continentales (Europeos, Asiáticos, Panamericanos…). Entonces, cuando la familia olímpica conozca bien el ajedrez, estaremos en condiciones de lograr que esté en los JJOO. Además, tenemos que pensar si la entrada en los JJOO significaría la desaparición de las Olimpiadas de Ajedrez, lo que sería una noticia muy mala para muchos. Por otro lado, los deportes electrónicos están de moda ahora y pueden entrar en las JJOO; el ajedrez es el mejor de todos ellos. Por ahí también tenemos que trabajar.
P. Si buscamos en Google “Kirsán Iliumyínov” veremos que asegura haber sido secuestrado por alienígenas; además fue amigo de Sadam Hussein y Gadafi, y lo es del presidente sirio, Assad. Y para colmo está en la lista negra de EEUU. La imagen de la FIDE es más bien negra en este momento.
R. No soy Kirsán. Mucha gente me conoce como una persona muy abierta. Y por mi gestión como primer ministro adjunto, que no tuvo nada que ver con cuestiones políticas sino solo económicas, estrechando los lazos con el Este y el Oeste. Muchos jefes de estado me conocen. Por supuesto, estoy orgulloso de mi país y siempre lo defenderé, pero mi objetivo será proteger los intereses de la FIDE y promover el ajedrez en todas partes, con un énfasis especial en el Tercer Mundo. Si hubiera un conflicto de intereses entre ambas cosas, yo me retiraría, que es lo que Kirsán debió hacer en su momento, cuando era evidente que su permanencia en el puesto perjudicaba mucho a la FIDE. Cuando me entrevisto con grandes multinacionales, y especialmente las occidentales, veo que la política no les interesa, solo los negocios; si ven que tu propuesta les conviene, firman el acuerdo.
P. Sin embargo, de su reciente entrevista con el programa Hard Talk, de BBC World, podría deducirse que su proximidad a Vladímir Putin puede ser un grave obstáculo para lograr patrocinadores del mundo occidental.
R. No. En ese mismo viaje a Londres me reuní con importantes empresas internacionales. Me dijeron que si gano las elecciones firmaremos el contrato inmediatamente. En principio, serían acuerdos para algunas zonas del mundo, con la idea de que el patrocinio se convierta en global si esa primera fase sale bien.
"Mucha gente no aficionada sabe quién fue Fischer o Kaspárov o Kárpov, pero pocos saben que el actual campeón del mundo es Carlsen".
P. ¿El futuro del ajedrez depende mucho del ajedrez como herramienta educativa en los colegios?
R. Sin duda. Debe ser una de las llaves, al igual que el ajedrez social y terapéutico; por ejemplo, para retrasar el envejecimiento cerebral y el Alzheimer. Por dos razones: 1) Es un gran instrumento para mejorar la capacidad intelectual de los niños y su educación en todo tipo de sociedad, en todo el mundo, y debemos convencer a cada Gobierno para que apoye esa idea; 2) Para hacerlo popular, necesitamos que la gente entienda lo esencial del juego, cómo se mueven las piezas. Si lo introducimos masivamente en las escuelas, prácticamente todo el mundo sabrá jugar, y eso cambiará todo para mejor. Combinando ambas razones, este proyecto sería la primera prioridad de la FIDE porque nos permitiría promover el ajedrez masivamente el ajedrez en televisión e Internet. Ahora mismo, si retransmites un torneo por televisión, el 95% no entiende nada.
P. ¿Y cuál sería su plan para lograr todo eso?
R. Necesitamos que la FIDE trabaje con las federaciones nacionales en esta línea, buscando un patrocinio mixto, privado y público, que implique también a los Gobiernos. El plan sería introducirlo en horario lectivo como herramienta pedagógica, utilizada por los maestros de escuela (no por monitores de ajedrez) durante tres o cuatro cursos de Primaria bajo la responsabilidad de los Gobiernos, con el objetivo de mejorar la educación de todos los niños y alfabetizarlos en ajedrez. En una segunda fase, podríamos introducirlo en Secundaria como herramienta para trabajar la toma de decisiones, el pensamiento crítico, etc. Si a un pequeño porcentaje de esa masa de niños le interesa el ajedrez deportivo, se disparará el número de jugadores, y las federaciones deberán acompañar ese proceso con un plan de captación de talentos.
P. Pero antes de nada habría que romper el hielo de los tabúes falsos. Mucha gente, incluidos los maestros de escuela, cree que el ajedrez es muy difícil, solo para personas muy inteligentes.
R. Exacto. Tendremos que convencer a mucha gente. Pero ya se está haciendo bien en varios países, como España, Armenia, en Hungría gracias a Judit Polgar… y en algunas partes de Rusia. También tenemos que cambiar la mentalidad de muchos ajedrecistas, que pretenden meter el ajedrez deportivo en horario lectivo. Eso es un error, debe ser extraescolar, ya sea en los colegios o en los clubes.
P. Su padre fue la mano derecha de Gari Kaspárov durante muchos años. Pero, dado que Kaspárov vive para destronar a Putin, no parece probable que simpatice con usted.
R. Lo conozco bien. Sería fantástico para promover el ajedrez, porque es un héroe para muchos aficionados. Y estaré encantado de llegar a acuerdos con él, pero solo si deja las cuestiones políticas de lado. Es verdad que compartimos ideas importantes, pero la diferencia es que yo tengo una gran experiencia de gestión al más alto nivel, y él no. En todo caso, quiero tener varios grandes maestros en mi equipo directivo. Short y Krámnik entre ellos. Y ojalá Kaspárov también, si acepta esa condición.
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