Lopetegui: “No nos ha salido nada hoy”
El entrenador del Madrid admite que el Sevilla los sorprendió en el arranque del partido. Casemiro: “Hemos tirado 45 minutos”
Llueve a cántaros en Sierra Morena. En Sevilla el termómetro marca 30 grados pasadas las diez. La luna se pierde entre las nubes. La noche solo brilla en el Sánchez Pizjuán, la muchedumbre emite un rugido y ataca el Sevilla con un cambio de orientación de derecha a izquierda. Conduce Arana por una pradera larga y despoblada en cuyo extremo estira el cuello Julen Lopetegui. Desencajado. El técnico del Madrid lo mira desde la banda, que es parte del pastizal, y con la mano derecha le hace gestos a Modric para que baje a ocupar ese hueco, para que tape a Arana. Para que cierre la conexión entre Vázquez y sus compañeros. Pero es tarde. Modric va exhausto. Ha tardado un segundo en dar el primer paso, y el primer paso es el decisivo. El círculo vicioso desencadena el caos defensivo. Igual que todos sus compañeros, Modric va por detrás en un escenario copado por los adversarios a partir del esquema, del orden, y de la ambición.
“¡Vamos! ¡Venga!”, grita Lopetegui. Pero no hay caso. A los pocos minutos el Sevilla mete el 3-0 y cierra una primera mitad asombrosa. El balance es de cinco tiros del equipo local entre los tres palos por ninguno del Madrid.
“Hemos tirado 45 minutos”, dice Casemiro, cuando el desastre se consuma, transcurridos los 90 minutos sin que su equipo meta un gol. Insólito en lo que va de campeonato. “En el descanso hemos dicho que no nos podemos permitir tirar 45 minutos...”, se lamenta el mediocentro brasileño.
Durante 45 minutos Modric, Kroos y Casemiro son tres islotes en la marea sevillista. El esquema del Madrid prevé un 4-3-3 que solo puede sostenerse si los tres atacantes ayudan a los tres interiores a ocupar los espacios. Esto no sucede y los tres organizadores madridistas quedan envueltos por los tres interiores y los dos laterales rivales, que ofician de volantes junto con los delanteros que bajan a ayudar. Súbitamente son seis contra tres. Más allá del 5-3-2 del que parten en la pizarra, los jugadores del Sevilla actúan con ventaja porque reaccionan al contacto con la realidad. Los jugadores del Madrid se comportan como autómatas. No son capaces de relacionarse porque operan por programación. Y el programa no tiene nada que ver con el partido.
La afición del Seilla estalló en un canto de apoteosis. Una letra adaptada a la melodía del Bella Ciao para celebrar el momento de perfección que la muchedumbre de las cuatro gradas entonó en un coro delirante: "Forza Sevilla / Se oye en la grada / En el glorioso gol norte del Pizjuán / Salió el Sevilla / Bota la hinchada / Que ya no deja de animar...".
“A tumba abierta”
Lopetegui admitió que el Sevilla los sorprendió. "Hemos hecho un mal inicio...", dijo. Para intentar remediarlo, el técnico hizo un cambio radical en el descanso. Transformó el esquema de su equipo en un procedimiento que suele revelar decisiones desesperadas: pasó de la defensa de dos centrales a una de tres con Casemiro por la derecha y Ramos de líbero. El Madrid, equipo organizado para tener el balón, dispuso la clase de dibujo que emplean los equipos que juegan a la contra. Prevaleció el juego largo de Kroos y las carreras de Bale y Asensio. “Intentamos ir hacia arriba de otra manera”, dijo Lopetegui. “Quisimos igualar al rival. Dadas las circunstancias fue lo más aconsejable. Creo que en la segunda parte el equipo ha estado bastante mejor”.
Machín no opinó como su colega. “La segunda mitad está enormemente condicionada por el resultado [3-0]”, dijo el técnico del Sevilla. “Nosotros teníamos hecho lo difícil, que era ponernos por delante en el marcador. Ellos tenían que ir a tumba abierta. Han intentado igualar nuestro sistema poniendo a Casemiro en línea de tres. Nacho no era el carrilero ideal por eso han sacado a Lucas Vázquez, que junto con Marcelo son carrileros ideales para este sistema. Intentaron igualarnos metiendo gente por dentro. Pero nosotros tapamos bien las bandas. Probablemente nos faltó la frescura necesaria para meter el cuarto a la contra”.
Lopetegui se mostró pálido en la sala de conferencias. Con las mejillas descarnadas del maratoniano. “No nos ha salido nada hoy”, dice. El Madrid consumó en Sevilla un derrumbe anunciado. De las cuatro salidas ligueras que ha hecho, en todas comenzó encajando el 1-0.
Marcelo, Carvajal y Odriozola, tres posibles bajas para el derbi
Ramos, Modric, Courtois, Marcelo y Varane llegaron a Madrid pasadas las cuatro de la madrugada del martes, tras acudir a la gala de la FIFA en Londres, en donde recibieron los premios correspondientes a su inclusión en el mejor once de 2018. "Sería ventajista achacar la derrota a esa circunstancia", dijo Julen Lopetegui, el entrenador madridista, cuando le preguntaron si los fastos pudieron menoscabar a los jugadores en el último entrenamiento previo al viaje a Sevilla, celebrado a las 11 de la mañana del martes. "Esas circunstancias ocurren y fue así", señaló el técnico; "pero esta derrota pasa porque no hemos estado bien y seguramente el entrenador tampoco".
Lopetegui se mostró taciturno. Las malas noticias se le acumulan. A la baja de Carvajal por una contractura que amenaza con dejarle fuera del derbi del próximo sábado, contra el Atlético en el Bernabéu, se suma la lesion de Marcelo. El brasileño salió medio cojo del vestuario del Sánchez Pizjuán. “Mis sensaciones no son buenas”, dijo, señalándose el soleo de la pierna izquierda. Una rotura le impediría jugar contra el Atlético. La lesión del zurdo despojaría al Madrid de una de sus mejores armas ofensivas en el peor momento posible. Cuando tampoco Carvajal, el ala derecha, se encuentra completamente sano, y ante la inesperada ausencia de Odriozola. El lateral donostiarra fichado este verano para ejercer de sustituto de Carvajal, se cayó de la lista a última hora en Sevilla, sin que el club emitiera parte médico alguno. No se sentó ni en el banquillo. En su lugar jugó Nacho, que es central.
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