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Salah, en pie de guerra con la federación egipcia

Los derechos de imagen enfrentan a la estrella africana y a la institución

Mohamed Salah, en la gala de la UEFA.
Mohamed Salah, en la gala de la UEFA.Claude Paris (AP)

La tregua entre la federación egipcia de fútbol y Mohamed Salah apenas ha durado un mes. Tras vivir ya una relación conflictiva durante el Mundial, el astro egipcio, de 26 años, reavivó la polémica a principios de esta semana con un tuit en el que se quejaba de que la federación no había atendido sus peticiones, expresadas de forma reiterada. Horas después, la entidad se mostró dispuesta a estudiar las demandas del delantero del Liverpool, pero criticó la actitud de su agente. El ambiente es tan enrarecido que muchos aficionados egipcios temen que Salah acabe abandonando la selección.

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“Es normal que la federación de fútbol busque resolver los problemas de sus jugadores para que se puedan sentir cómodos. Pero, de hecho, lo que vemos es exactamente lo contrario”, escribió Salah. “¿Es acaso normal que los mensajes de mi abogado sean ignorados”, añadió. Si bien el futbolista no ha especificado cuáles son sus demandas concretas, están relacionadas con los que ya fueron los motivos de disputa entre ambas partes durante la preparación para la Copa del Mundo: los derechos de imagen del jugador y las actividades durante las concentraciones.

Ahmed Megahed, directivo de la Federación, confirmó que el agente del jugador, Rami Abbas, había hecho llegar una misiva a la entidad con sus demandas, pero afirmó que “su lenguaje era inapropiado y difícil de aceptar”. Entre las exigencias del futbolista, figuraba la de proporcionarle mayor seguridad y aislarle de peticiones de fotografías, entrevistas y cualquier tipo de actos promocionales. La Federación expresó que Salah no debería recibir un trato de privilegio respecto al resto de jugadores.

Al astro egipcio no le gustó la reacción federativa, y lanzó una dura réplica a través de un vídeo en Facebook: “El problema no es personal. Lo que pido es para todos los jugadores. Y se puede llevar a cabo muy fácilmente”, espetó Salah.

El nudo del conflicto está en los derechos de imagen del futbolista. En abril, Salah denunció que la federación había violado esos derechos al estampar una imagen suya en el exterior del avión de la selección nacional, junto con la lista de patrocinadores de la institución, sin su previo consentimiento. Entre las marcas, figuraba una compañía de telefonía móvil rival de una vinculada desde hace tiempo con el jugador. El conflicto se agrandó y la federación se vio obligada a rectificar retirando la fotografía del avión.

Poco después de la eliminación de Egipto en la fase de grupos del Mundial, estalló una nueva polémica. Varios medios informaron de que el astro egipcio estaba planteándose renunciar a la selección al haberse sentido utilizado políticamente. Unos días antes, se había hecho pública una fotografía de Salah con el líder checheno Ramzan Kadyrov, que concedió al delantero el título de ciudadano honorífico de Chechenia. A causa del largo historial de abusos de su administración, las críticas a Salah por parte de las organizaciones de derechos humanos no se hicieron esperar. La fotografía tuvo lugar en un evento organizado por la federación egipcia. Fue un nuevo momento de conflicto entre la institución y la mayor estrella africana del momento.

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