“¡Alucinan con Iniesta y Torres!”
Los salarios y la calidad de vida convierten a Japón en un destino preferente para futbolistas de élite
El pasado lunes, subido en una plataforma que daba al exterior del estadio Best Amenity, Fernando Torres parecía no creerse lo que tenía delante. Miles de aficionados japoneses vestidos con la camiseta azul y rosa del Sagan Tosu, su nuevo equipo, portaban en alto sus bufandas mientras gritaban en un perfecto español ¡Olé, olé! Un mes antes, Andrés Iniesta golpeaba elegante el balón vestido con su nuevo uniforme rojo ante la mirada de cientos de seguidores del Vissel Kobe, los mismos que le recibieron ayer en el aeropuerto de Kansai, a 45 minutos de la que será su ciudad los dos próximos años.
Entre Tosu y Kobe hay poco más de 600 kilómetros de distancia, y once puntos de diferencia entre sus equipos en la clasificación de la J1 League (la primera división japonesa) en favor de los nuevos compañeros del exazulgrana (25 a 14). La llegada de dos jugadores de trascendencia internacional como Iniesta y Torres a Japón ha dado al traste con la concepción del territorio nipón como destino poco atractivo para el futbolista de éxito. Aunque antes que ellos ya hubo quien lo descubrió.
“Llevo seis años en Asia y Japón es probablemente la mejor liga del continente”, asegura Osmar Ibáñez, exjugador del Racing de Santander y de la UD Salamanca entre 2007 y 2012, primer español en jugar y ganar un título en Corea del Sur (la Copa FA con el FC Seúl), ahora en el Cerezo Osaka, al que llegó cedido en febrero. Antes, entre 2012 y 2013, militó en el Buriram tailandés. “Conocía la liga japonesa desde hace años y me parece una competición muy competitiva, donde hay mucho nivel en muchos equipos, y el título no depende solo de dos o tres clubes”, apunta el único español junto a Juanma Delgado y Jairo Morillas (V-Varen Nagasaki) que se enfrentará a Torres e Iniesta esta temporada.
“Es un fútbol que empezó hace 20 años y todavía las infraestructuras de los clubes como las ciudades deportivas y los estadios son muy nuevas. Es como España hace 40 años, pero con toda la organización del mundo”, se suma Sisinio González, formado en la cantera del Valencia, de la que pasó después al Hércules, Valladolid, Recreativo y Osasuna, en España, y al Tokushima Vortis de la segunda división japonesa (J2 League) desde el pasado mes de enero.
“Están creciendo, pero van despacio todavía. El japonés es un fútbol dinámico, divertido, de ir a ganar sin especular y que requiere de un buen estado de forma para aclimatarse a él porque se corren entre 11 y 13 kilómetros por partido. En ese sentido no es el mejor destino para un retiro dorado”, añade.
La expectación generada por la llegada de dos campeones del mundo ha enloquecido al país. “El impacto mediático de sus fichajes ha sido brutal. La gente no se lo creía, ¡están alucinando! Incluso los propios futbolistas están fascinados”, señala Sisinio. “Su llegada va a ayudar a que esta liga tan atractiva se siga y se conozca más”, comparte Osmar.
気合い注入にTSV💪🏻
— もも🍑 (@vortis12momo) July 16, 2018
シシに目標書いてもらいました。
昨日から凹んでたけど元気出た!
頑張るんやで~~😎💙💚
私も頑張って全試合行く!! pic.twitter.com/z8dy0ESYPU
Hasta este verano, China ostentaba el dominio a la hora de atraer futbolistas debido a su incomparable poderío económico. Japón, sin embargo, ha recurrido a otras bazas para resultar un destino igualmente atractivo. “Con el mismo dinero sobre la mesa o incluso menos no tendría ninguna duda, me decantaría por Japón. Yo he tenido compañeros japoneses que se han ido a China a ganar dinero y han vuelto porque la vida allí es insoportable”, apunta Sisi. “Tanto para el futbolista como para su familia Japón es un buen país para probar suerte. Es un sitio que me permite separar mi tiempo de trabajo y de ocio para la familia”, incide Osmar.
Dos equipos diferentes
Ambos tienen claro a quién puede costarle menos aclimatarse al juego. “Iniesta (que compartirá equipo con el también campeón del mundo Lukas Podolski) va a estar algo mejor. No conozco mucho la ciudad y el club de Torres, pero a mucha gente le ha sorprendido su fichaje por ser un club pequeño. Sin embargo, el Kobe de Iniesta, aunque no es uno de los grandes, está haciendo bien las cosas y tiene mejor ciudad para vivir. He escuchado que el club también está mejor organizado que el de Torres”, opina Osmar. “Con los jugadores con gran carrera se tiene mucha paciencia y admiración. Aunque ninguno de los dos jugase bien los admirarían igualmente”, recalca Sisi.
“Quiero jugar lo antes posible”, advirtió ayer Iniesta. “Estoy deseando empezar a entrenar y si todo va bien jugar unos minutos este fin de semana”, desveló Fernando Torres en su presentación. Ambos podrían encontrarse el 22 de agosto en los octavos de final de la Copa del Emperador. Aunque ya lo estén sintiendo, ese día descubrirán lo que significan para un país que vive alucinado.
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