Forlán: “Uruguay quiere jugar a una cosa nueva”

Cuando España le dibujó su primera estrella a su camiseta en Sudáfrica, el mejor jugador del Mundial para la FIFA no fue ni Iniesta ni Villa, por supuesto tampoco Messi ni CR, que no llegaron a la última semana. El Balón de Oro se lo llevó Diego Forlán (Montevideo, 39 años). Nieto e hijo de futbolistas profesionales, 37 goles con la camiseta de Uruguay, Cachabacha vuelve a un Mundial, esta vez como comentarista para la televisión mexicana.

Pregunta. ¿Su hijo Martín está obligado a ser futbolista?

Respuesta. Obligado, no. Pero sería lindo. Si llega a jugar y gana la Copa América sería la cuarta generación en conseguirlo después de mi abuelo, mi viejo y yo.

P. ¿Tiene la explicación de por qué un país pequeño como Uruguay produce tantos futbolistas?

R. No. Es difícil saberlo. En Uruguay todo gira en torno al fútbol, pero también el uruguayo tiene un gen competitivo muy fuerte, seguramente por las circunstancias en las que se desarrolla. No existen las mismas facilidades que en otros países y eso hace que el jugador tenga ese amor propio para sobrellevarlo. Eso hace que después, cuando va a lugares donde todo te brindan todo, sientas que tienes una ventaja.

P. ¿En qué sentido no tienen facilidades?

Tabárez tiene mucha experiencia y se ha sabido adaptar a los tiempos modernos

R. En todo. Cuando estás en lugares que no son del primer mundo, todo es más complicado. Yo me tuve que ir de Uruguay de chico, pero así es la vida. Cualquier éxito es a base de sacrificio y constancia. Son caminos que se eligen, algunos con más suerte que otros.

P. ¿Cómo la de contratar un preparador físico personal antes de Mundial de Sudáfrica?

R. Sí. Era una cosa que ya hacía antes de los finales de temporada en Europa. Y también lo hice antes de Sudáfrica. Me levantaba a las seis de la mañana, entrenaba antes y después hacía mi trabajo con en el Atlético o con la selección. Así entendí siempre la profesión. Por ejemplo, yo tenía buen remate desde fuera porque lo trabajé mucho.

Suárez se ha convertido en un jugador mucho más completo. Ahora no solo hace goles, sino que también asiste

P. ¿Qué tiene el Maestro Tabárez?

R. Está entrenando su cuarto Mundial [Italia 90, Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018], tiene mucha experiencia, pero también es una persona que se ha sabido adaptar a los tiempos modernos. No se quedó en el pasado. Ser entrenador es complicado siempre, imagínese en una selección. Es buena gente y maneja bien el grupo. Tiene su estilo de trabajo y el fútbol es muy resultadista. Hoy tiene la potestad de manejar todas la juveniles del fútbol uruguayo, además de la mayor.

P. ¿Uruguay ha cambiado el estilo?

R. Están apareciendo jugadores con buen trato de pelota, con un estilo diferente a lo que tenía Uruguay a lo largo de su historia. Y eso es algo que está bien porque el futuro de la selección pasa por este tipo de jugadores.

P. ¿Cree que la afición lo acepta?

R. Fácil. Si ganamos, lo va aceptar; si perdemos van a querer volver a la historia de Uruguay.

P. ¿Le molesta eso?

R. Bueno, hay de todo. Hay críticas que son constructivas. Las dañinas no queda más remedio que soportarlas. La gente piensa que porque juega al fútbol con sus amigos tiene el derecho de opinar. Si nunca pisaste una cancha de fútbol a nivel profesional no vas a entender ni el 1% de lo significa el fútbol.

P. ¿Le está costando este nuevo estilo a Uruguay en el Mundial?

R. Estamos queriendo jugar a una cosa nueva, pero no todos juegan a lo mismo. En Brasil o en España los defensores juegan pegados a los volantes. El mundo destaca la solidez defensiva de nuestra selección, pero también es verdad que nos cuesta mucho jugar con la zaga adelantada. Tampoco tenemos salida de balón con los laterales. De momento, eso sí, los resultados acompañan. Uruguay es candidata.

P. ¿Le sorprendió el nivel de Luis Suárez con la camiseta del Barcelona?

R. No, para nada. Se ha convertido en un jugador mucho más completo. Ahora no solo hace goles, sino que también asiste. Siempre ha ido de menos a más.