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La Liga cerrará con una última jornada en la que por primera vez desde hace 87 años no hay nada en juego

Titulo, reparto de puestos europeos y plazas de descenso ya están definidos y convierten, por segunda vez en la historia, el final del campeonato en un trámite

Un instante del partido entre Las Palmas y Getafe al que asistieron 4.624 espectadores en el estadio Gran Canaria.
Un instante del partido entre Las Palmas y Getafe al que asistieron 4.624 espectadores en el estadio Gran Canaria.Ángel Medina G. (EFE)

La Liga se cerrará el próximo fin de semana con diez partidos que son poco más que amistosos, una decena de duelos en los que los contendientes no se disputan objetivos clasificatorios y que al final han sido ordenados en ocho ventanas horarias como si se tratase de una jornada más. Todo está sentenciado y es la segunda vez que ocurre en la historia de un campeonato del que se han disputado, con la presente 87 ediciones desde el estreno en 1928. El Barcelona es campeón, el Valencia acabará cuarto y cierra el cupo para la Liga de Campeones. El Sevilla es séptimo y hace lo propio con la Europa League. Apenas está en juego el prurito del subcampeonato para el que parte con clara ventaja el Atlético porque para que haya cambios el Real Madrid debería ganar el sábado en Villarreal y esperar al día siguiente una derrota de los rojiblancos en su casa ante el Eibar. Justamente el cuadro amarillo tratará de defender su puesto en la tabla ante el Betis, pero ser quinto o sexto tiene el mismo premio, el acceso a la fase de grupos de la Europa League. En la retaguardia, el trío de equipos que pierde la categoría, Deportivo, Las Palmas y Málaga, ya se definió hace algo más de dos semanas. Ni siquiera, tras su derrota en campo del Levante, queda en pie la intriga por saber si el campeón podría acabar sin ser derrotado.

El anterior precedente data de 1931, pero en un contexto de un campeonato de diez equipos en el que no había el premio de entrar en competición europea, batalla que no comenzó hasta la campaña 1954-55. En aquella primavera, en los estertores del reinado de Alfonso XIII, el Athletic se proclamó campeón en la penúltima jornada, que fue también cuando el Europa selló el único descenso que se repartía. Los pupilos de Mister Pentland acabaron el campeonato empatados con Santander y Real Sociedad, pero no hubo caso en la última jornada porque entonces el golaverage, que se aplicó por primera vez para definir un triple empate por el campeonato. Entonces se atendía al cociente entre goles recibidos y marcados en los partidos entre los equipos igualados. El Athletic era el ganador en cualquier caso posible y ya se sabía antes de la jornada final, a la que llegó con una ventaja de dos puntos sobre sus perseguidores.

Luego la historia mostró campeonato reñidos siempre al menos en alguna de sus batallas. Que la victoria se premiase hasta 1995 con dos puntos, la opción que se abrió de competir por plazas en torneos continentales o que en bastantes temporadas además de dos descensos hubiese uno o dos puestos de promoción de permanencia en ligas de 14 o 16 equipos propiciaron que las últimas jornadas llegasen con bastantes paridades por resolver. Y favoreció que hubiese sustos incluso para los más grandes. En 1942 el Barcelona se salvó del descenso con un triunfo en la última jornada contra el Castellón, pero se vio abocado a disputar una promoción de permanencia a partido único contra el Murcia y nada menos que en Chamartín. Venció 5-1 tras llegar al descanso con empate a uno. Al año siguiente fue el Madrid el que se libró en la última jornada liguera de caer entre los cuatro últimos en cerrada lucha con Español y Granada. Entre 1951 y 1968 se establecieron dos puestos en eliminatorias de permanencia contra equipos de Segunda y siempre hubo lío hasta el final para eludirlas.

A partir de 1955 se empezó a trazar un nuevo objetivo clasificatorio porque el subcampeón tenía derecho a disputar la Copa de Ferias. En 1957 y 1958 fueron tres los equipos españoles que accedieron al pasaporte porque los triunfos del Madrid en la Copa de Europa abrieron la opción de que el subcampeón le acompañase en esa competición. Ya era más complicado llegar con antelación a todas esas metas en los puestos de cabeza. En 1971 por primera vez en dos décadas se llegó a la última jornada con el descenso definido de apenas dos plazas sin promoción porque la Liga pasaba a tener 18 equipos, pero justo aquel año se produjo una reñida lucha por el título que ganó el Valencia después de que un empate entre Barcelona y Atlético, sus dos rivales que necesitaban ganar para desbancarles, le diese el alirón. En los setenta la intriga final se vivió sobre todo en los puestos traseros de la tabla y en la clasificación por Europa, pero los ochenta comenzaron con los agónicos títulos de Real Sociedad y Athletic, dos cada uno. Apenas en 1986 la competición llegó casi sentenciada a su cierre, con el Real Madrid campeón, el descenso asignado para Valencia, Hércules y Celta y una o dos opciones europeas a repartir entre Zaragoza, Atlético y Sporting. Como al final los maños ganaron la Copa tan solo los asturianos, sextos, se quedaron fuera.

A partir de ahí se han sucedido finales épicos que trazaron el carácter competitivo de la Liga española. Las epopeyas en Tenerife, con las debacles del Real Madrid en beneficio del Barcelona, el penalti de Djukic en 1994 con el suspense elevado a su máximo exponente, peleas por el descenso con múltiples combinaciones y equipos involucrados… La Liga del 2000 la ganó el Deportivo en una última jornada a la que llegaron con opciones Barcelona y Zaragoza. Para entonces ya se repartían cuatro puestos para la Liga de Campeones y tres más entre Recopa y Copa de la Uefa. Durante algunas campañas incluso llegar a disputar la Intertoto, puerta para jugar la tercera competición continental, le dio salsa a partidos de final de temporada.

En 2011 todo estaba prácticamente vendido con el Barcelona campeón y el resto de las plazas europeas adjudicadas, pero se mantuvo viva hasta el último minuto una pugna drámatica por el descenso más caro de la historia de la Liga con siete equipos en liza. Bajó el Deportivo. En 2014 el título se decidió por primera vez en un duelo directo, una final propiciada por el calendario que se llevó el Atlético con un empate en el Camp Nou. Y hace un año ya hubo pistas de que lo anodino iba a llegar. El Madrid se plantó al final con la necesidad de sumar un punto para ser campeón, pero el descenso estaba sentenciado y todos los puestos europeos estaban repartidos a expensas de que Athletic y Real Sociedad decidiesen entre ellos quien entreba directo en la fase de grupos de la Europa League y quien debía jugar eliminatorias previas. Un año después ni siquiera queda esa pedrea por conocer.

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