La temporada más goleadora de Marcelo
A veces señalado por sus fallos defensivos, el lateral del Madrid, que nunca había marcado tanto, es fundamental en el juego ofensivo de Zidane y lleva tres tantos en cuatro remates
De niño, en la playa de Botafogo, Marcelo se pedía siempre ser Roberto Carlos y no le gustaba el fútbol once. Él era de fútbol sala. La anarquía con la que jugaba aterrizó con él en Madrid en las Navidades de 2006. Los blancos le ficharon por seis millones. Marcelo, un pipiolo de 18 años, se negó a irse cedido. Para foguearse, podía hacerlo en el Madrid. Roberto Carlos se convirtió en su maestro, amigo, apoyo, guía. No hizo más que repetirle: “Primero defender, luego atacar”. Marcelo ataca con alegría. Y defiende con la misma despreocupación. Es el único defensa al que se le ve hacer ruletas y malabares en su propia área. Llegó a decir Jorge Valdano que mientras los demás aran la banda, Marcelo siembra flores.
“Ofensivamente no hay nadie mejor que Marcelo. Por los goles, por el liderazgo que ejerce y por la alegría que le pone a los partidos”, cuenta Roberto Carlos en una de las cabinas de prensa del Bernabéu después del 2-1 contra el Leganés. “Despistes defensivos... ninguno. Yo era igual que él y me ayudaban los centrales. Siempre les decía a los zagueros y a los centrocampistas: ‘si queréis ir a la selección, hacedme las coberturas”, bromea Roberto Carlos.
Marcelo, a punto de cumplir 30 años, sí es señalado a veces por sus fallos defensivos, como el día del Allianz, cuando se vio sorprendido por el saque del Bayern y no hizo la cobertura en el gol de Kimmich. Lo que resta defensivamente, sin embargo, lo aporta ofensivamente. Y siempre sale ganando. Así lo entiende también Zidane. El miércoles en Múnich marcó un golazo tras un gran remate pegado al palo antes del descanso que supuso el 1-1.
Lo celebró con una rabia poco habitual en él. En Valdebebas recordaban haberle visto festejar con tanta garra en contadas ocasiones: el 3-1 en la Décima en Lisboa, el 2-1 del año pasado contra el Valencia cuando el Madrid, después del empate en el clásico, no podía dejar escapar más puntos, y un gol al City en la liguilla de Champions de 2012.
Marcelo nunca había marcado tanto en el Madrid. Además de los dos goles en Liga, lleva tres en Champions (con una efectividad altísima porque ha rematado a puerta cuatro veces), todos contra rivales de peso. Anotó el 3-1 contra el PSG en la ida de los octavos, el 0-3 en Turín que pasó desapercibido por la chilena de Cristiano y el 1-1 contra el Bayern. Un tanto fundamental para que el Madrid se fuera al descanso con algo más de tranquilidad.
“Es un arma en el lateral izquierdo que los demás no tienen. Es un jugador importante para lo que nosotros queremos proponer, sobre todo ofensivamente. En cualquier momento puede marcar la diferencia”, dijo Zidane esa noche. Marcelo descansó el sábado en vista de la vuelta de las semifinales de la Champions de mañana, en la que el Madrid busca su tercera final seguida. El peso del ataque recaerá en la banda izquierda. Carvajal está de baja y las opciones que tiene Zidane para sustituirle (Lucas, Nacho si se recupera, o Achraf) tienen un perfil mucho menos ofensivo que el del brasileño.
De regreso a Madrid después de la victoria en Alemania, Marcelo mantuvo una de sus charlas con Roberto Carlos. Son íntimos. “Le dije que había marcado un gran gol y que para evitar lo de Kimmich, que hable más con la defensa”, desvela Roberto Carlos. Para él, Marcelo lo supera en todo. “¡Cómo me van a comparar con él si lleva un montón de goles más!”, dijo el lateral madridista a Esporte Interativo. Marcelo ha anotado 33 tantos en 447 partidos; Roberto Carlos, 69 en 527.
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