Título y descenso se exponen en Riazor
El Barcelona necesita sumar un punto para ganar la Liga en la primera de sus cinco oportunidades para lograrlo y el Deportivo debe ganar para no perder la categoría
Nunca antes hubo la opción de que tanto el título como los puestos de descenso quedasen resueltos en la primera división española con tanta antelación, cuatro jornadas antes del final. Y todo puede suceder en el mismo escenario, en Riazor, donde un empate del Barcelona le daría el alirón y de paso certificaría la caída del Deportivo, que acompañaría a la categoría inferior a Las Palmas y Málaga ya sentenciados. Hace ocho años ocurrió algo similar, pero fue en la última jornada. Entonces el Barcelona llegó al título tras derrotar en el Camp Nou al Valladolid, que se fue a Segunda División.
“Muy mal se tiene que dar, pero si alguien tiene que tener precaución ese es el entrenador”, previene Ernesto Valverde, que se lleva a todo el plantel a A Coruña, incluído el sancionado Sergi Roberto. El técnico del Barcelona sabe que dispone de cinco partidos para sumar un punto porque tiene aplazado al día 9 el que le enfrentaba al Villarreal en la jornada pasada. Y que tanto Real Madrid o Atlético deberían ganarlo todo. Semeja un imposible no sumar la séptima liga en diez años y más para un equipo que no ha perdido en lo que va de campeonato. “Solo nos queda un paso, pero estamos en guardia. Eso es lo que nos ha llevado hasta donde estamos”, completa el entrenador, que aclara por si había alguna duda que tiene intención de seguir en su puesto la próxima temporada: "Tengo contrato y estoy contento".
El relato de las últimas horas en Barcelona lo acaparó Iniesta en una semana en la que el técnico Ernesto Valverde apenas dispuso tres sesiones de trabajo para preparar el duelo de Riazor. Es la resaca triunfal de la Copa del Rey. También se habló de agasajos, modos y maneras de hacerlos. “¡Me estoy volviendo loco con tanto pasillo!”, exclamó el técnico cuando en la rueda de prensa tras el último entrenamiento le llegó la cuarta pregunta sobre homenajes y pasillos. El Deportivo lo hará cuando salte al campo esta tarde el Barcelona. En A Coruña se habla de futuro, de los planes del club para reconstruirse futbolísticamente, y de la posibilidad de que alguien agrupe el cinco por ciento de las acciones de la entidad para forzar una Junta de Accionistas que ponga en discusión la continuidad de la actual directiva. No tienen sencillo llegar a ese porcentaje y eso alerta sobre su capacidad para cambiar el curso de los acontecimientos en una maniobra que igual tiene más de pasado que de futuro. Pero se barrunta hostilidad y duros reproches hacia jugadores y directivos sobre todo desde el sector más radical del estadio. De Seedorf pocos se acuerdan en la suma final por más que llegase al equipo cuando estaba tres puntos por debajo de la línea roja del descenso y ahora lo tenga a doce. "Las matemáticas no nos han matado todavía y vamos a seguir en la misma línea sin cambiar la actitud. El equipo está muy centrado", explica. Su salida del club está cantada.
Se habla poco, en definitiva, de un partido que llega en un extraño tapadillo si se considera las consecuencias que puede deparar. El doblete de Liga y Copa del Barcelona sería el octavo de la historia para los culés, que apenas habían sumado cuatro (1952,1953, 1959 y 1998) antes de la llegada de Pep Guardiola a su banquillo. Tras 2009, dos los rubricó Luis Enrique en 2015 y 2016. Ahora Valverde está a punto de subirse al carro de la historia. Quizás por eso, y más tras el fiasco de Roma en la Liga de Campeones, pide perspectiva: “Hace falta que corra el aire y pase el tiempo para darse cuenta de todo esto”.
Si algo sobra en A Coruña es aire. En la ciudad del viento, las nubes y los claros se suceden y todos saben que por fuerte que sea el chaparrón siempre amaina. Este sábado el club decidió mostrar a través de sus canales de comunicación la charla que Mauro Silva le brindó a técnicos y jugadores en el vestuario durante su última estancia en A Coruña hace dos semanas. En esa alocución el elegido en multitudinaria encuesta hecha por el club como mejor jugador de su historia dejó alguna receta para tiempos díficiles. Pidió "constancia, fuerza y fe" y recordó como cuando vestía de corto también había problemas cuando no se alcanzaban objetivos. “Lo que hay que hacer es tener tranquilidad. La gente también nos pitaba. Djalminha, que es un gran futbolista, salía y quería liarse a hostias con un aficionado fuera. También silbaban a Bebeto. Si luchas y trabajas por la semana y el domingo, si haces lo que puedes en el campo, aunque el resultado no es positivo te vas con la conciencia tranquila”. Y marcó una ruta ante los futbolistas que puede servir para todo el deportivismo: "Si no crees que puedes, limitas tus posibilidades. Hay que pensar en lo más grande. Lógico que decir esto en un momento como este parece muy lejano. Se va construyendo poco a poco. Si las cosas no salen bien un día, viene otro. Pero hay que intentarlo. A veces entregas todo y las cosas no salen. Es así en la vida. Si trabajas con dedicación, constancia, y crees que las cosas van a salir, a largo plazo salen".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.