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El Baskonia se queda otra vez en el intento

El Fenerbahçe suma su segunda victoria y pone la eliminatoria casi imposible

Beaubois esquiva a Nunnly.
Beaubois esquiva a Nunnly.TOLGA BOZOGLU (EFE)

Parecía, por algunos momentos, que el Baskonia podía ganar al Fenerbahçe, pero parecer no es lo mismo que ganar. Levanta las pasiones, ilusiona, provoca el atrevimiento, la euforia, pero al final el Fenerbahçe elige con quién quieres que te mate una vez que alcanza su colchón de satisfacción, que en este caso fueron los nueve puntos, cometas un error o te dejes caer en el abandono.

El Baskonia salió al trote jerezano y entre medio fue mezclando galopes, trotes, tropezones y algunos saltos esbeltos. Un parcial de 6-0 le hizo frotarse los ojos al equipo de Obradovic, dormidito en la ruidosa cancha asiática, pero que se despertó tronante con tres respuestas seguidas que igualaron el marcador y el ánimo. Aún así, el primer cuarto mostró un buen Baskonia que aguantaba los cambios, las alternativas del Fenerbahçe. Sin embargo, las dos faltas de Shengelia en ese cuarto lastraron al Baskonia que encontró en Poirier su mejor arma: el francés peleó lo indecible bajo el aro, asistió con criterio y, sobre todo, se especializó en tiros libres (solo falló uno al final, ya cansado). El Fenerbahçe jugaba a ritmo, a su estilo, aguantando los tirones sin romper la goma, hasta concluir el cuarto con un 25-23 que inspiraba el partido.

Es un equipo el turco lleno de alternativas, sin suplentes casi, aunque la presencia de algunos sea monumental. Vesely es una bestia,Wanamaker un jugón con criterio, Nunnally el mejor lanzador de Europa, Sloukas, calidad pura, y así un suma y sigue que minimiza los cambios del cascarrabias Obradovic. Hasta Kqlinic, un secundario fue actor principal.

Aun así, el Baskonia le fue sosteniendo el ritmo y el ego con un ejercicio de variedad a la que se sumaban el acierto de Janning, sobre todo, y de Timma en el tiro exterior. No le perdió la cara al partido ni al rival. Y el tercer cuarto fue el de su semiapoteosis, Ahí consiguió igualar, incluso superar, el Baskonia a su rival, en una maravillosa guerra entre Vesely y Shengelia que echaba metralla más que chispas. Parecía que el Baskonia podía escaparse pero una vez más el Fenerbahçe tiró de las bridas para frenar el trote jerezano y el partido se ajustó hasta el 71-68.

El sueño de empatar la eliminatoria estaba ahí, a falta de un cuarto, el último, y el Baskonia lo encaró sin miedo. Datome alimentaba los triples del Fenerbahçe y Voigtmann y Janning la resistencia del Baskonia. Pero fue medio cuarto lo que resistió el equipo vitoriano. Enseguida, los de Obradovic volvieron a instalarse en los nueve puntos, en su noveno piso y desde allí otearon el horizonte. Errores en la dirección, en el tiro, infantiles (uno de Vildoza le costó un triple que desató al Fenerbahçe) y el partido se fue por donde había venido. Y el 2-0 llega a Vitoria amenazante, con cara de malo. El Fenerbahçe llegará a Vitoria con una buena dosis de crema reafirmante y el Baskonia necesita dos manos de crema regeneradora. Difícil salir vivo de esa perfumería.

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