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Real Madrid-Atlético: No hay derbi menor

Blancos y colchonero, con Cristiano Ronaldo y Griezmann por bandera, dirimen un atractivo choque de estilos con el ‘liderazgo madrileño’ en juego en el pique vecinal

Foto: Cristiano Ronaldo y Marcelo, en Valdebebas. | Vídeo: Simeone en rueda de prensa.Foto: atlas | Vídeo: JIMÉNEZ (EFE)
José Sámano

Un derbi jamás es un asunto menor. Aunque el de este domingo (beIN LaLiga, 16.15) no sea de caza mayor, salvo por el liderazgo madrileño en juego. El órdago de ambos está en las competiciones europeas, donde esta semana han despejado su camino a las semifinales. En la Liga queda el envite del orgullo, un pique vecinal por ver quién queda por delante en la Liga. Nada intrascendente, sobre todo para el Atlético, que solo ha cerrado el torneo doméstico por delante de su colindante en 18 de las 86 ediciones. En lo que va de siglo, los colchoneros solo han logrado anticiparse a su rival en la temporada 2013-2014, en la que se alzaron con el título.

El Atlético, que aún quiere mirar de reojo al Barça, llega al Bernabéu con cuatro puntos de ventaja sobre el Real y el refuerzo anímico de que no ha perdido en La Castellana en sus últimas cuatro visitas. Con Simeone al frente del regimiento, ha recortado las abrumadoras diferencias anteriores. Con el argentino, el Atlético ha ganado cuatro de los últimos 12 duelos ligueros. En los 36 anteriores, solo dos. Ocurre que el Madrid no es el mismo de la primera vuelta. Lleva desde la jornada 10 sin tomar la delantera en el vecindario, pero si vence en Chamartín podrá discutir el subcampeonato.

Dos hechos similares han marcado a Madrid y Atlético en la segunda vuelta. Tanto Zidane como Simeone han estrujado sus plantillas. Y tanto Cristiano como Griezmann, iconos respectivos, han despegado en este tramo. En enero, con el Madrid a la deriva, a varias Lunas del Barça y eliminado en la Copa, el técnico francés intervino para acotar los turnos de los jugadores. Al revés que en la exitosa campaña anterior, Zidane, lejos de barajar a todos, decidió limitar la noria a 15-16 futbolistas y soltar las amarras con la BBC. Mientras Ceballos, Llorente, Vallejo, Mayoral, Theo y Achraf no han ejercido apenas ni de teloneros, llegó el momento de Lucas Vázquez y Asensio, claves en la eliminatoria frente al PSG, y la reactivación de Isco, titular en Turín. A cola, Bale, reserva en el doble choque con los parisinos y sin migas ante la Juve. El galés quedó para partidos sin hueso y de entretiempo como el de Las Palmas.

Simeone, en rueda de prensa.
Simeone, en rueda de prensa.Victor Lerena (EFE)

Si Zidane redujo el friso, lo mismo ha hecho Simeone. Moyá, Carrasco, Augusto y Gaitán ya no están en el convoy. Y la presencia de Vitolo, fichaje invernal, ha sido residual. El preparador argentino se mueve con un once más o menos estable. Salvo por lesiones o sanciones, las únicas variantes se han circunscrito al pulso en la medular entre Gabi y Thomas, y a Gameiro, y en menor medida Torres, como aguadores de Costa y Griezmann. Del auxilio a Cristiano se ha encargado el propio Zidane, que ha consensuado con él sus tramos de relax.

El hispano-brasileño ha tenido mucho que ver en el repunte del francés. El delantero galo, que ha participado en once de los últimos trece tantos del Atlético (nueve goles y dos asistencias), ha pasado de una efectividad del 14,7% en la primera vuelta, al 38,7% en lo que va de segundo ciclo. El remonte de CR también ha sido considerable. El luso ha incrementado su puntería del 4,2% de la ronda inicial (una diana cada 311 minutos) al 29,5% de la segunda vuelta (un brindis cada 43 minutos).

Con CR al frente, el Madrid es el equipo con más remates a portería de toda la Liga (228). Por su parte, el Atlético es el que menos concede (96) tras el Barça (94). Con los retoques de cada cual, uno y otro responden al perfil que les ha caracterizado en los tiempos recientes. Afloran sus esencias: la caballería del Madrid frente a la casi impermeable trinchera del Atlético. Si el mayor déficit los blancos está en su área, el de los rojiblancos está en la contraria. Un cruce de caminos ya visto, pero igual de atractivo por más que se trate de un reto con más orgullo a la vista que un título en el horizonte. Un derbi nunca es un apeadero cualquiera. Como no lo será el clásico del primer fin de semana de mayo. Por si había dudas por la diferencia de puntos favorable a los culés, ya lo avanzó ayer Zidane: si se diera la circunstancia, “no habrá pasillo” madridista a los azulgrana por decreto del entrenador. Hay rivalidades congénitas al margen de la clasificación puntual. La del Real y el Atlético es una de ellas desde que se pulsaran por primera vez el 2 de diciembre de 1906.

Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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