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El Betis le pega un repaso al Espanyol

Un error del meta Pau abre la puerta al triunfo incontestable de los andaluces, que alcanzan al Girona en la séptima plaza

Rafael Pineda
Junior celebra su gol al Espanyol.
Junior celebra su gol al Espanyol.José Manuel Vidal (EFE)

El Betis le pegó un gran repaso al Espanyol, que llegó a Sevilla en buena racha y se llevó una tunda. De goles y de fútbol. El Betis de Setién se acerca a Europa y este importante paso ante el Espanyol lo dio como más le gusta a su entrenador. Con toque y toque, sus laterales aprovechando los espacios, una eficacia tremenda y premio por la apuesta por los canteranos, como se demostró con los goles de los carrileros Junior y Francis. No es casualidad que los laterales marquen. Es la recompensa a un trabajo muy bien hecho por Setién y sus futbolistas. Ante el aluvión que se le vino encima, el Espanyol ofreció una propuesta muy pobre. Tímido desde el inicio de partido, fue incapaz de llegar con peligro a la meta defendida por Adán. Jugadores básicos como Gerard Moreno o Baptistao apenas dieron señales de vida. No es que los futbolistas de Quique bajaran los brazos. Es que fueron incapaces de detener a un Betis que cuajó una de las mejores actuaciones de la temporada. El premio es la séptima plaza, empatado a puntos con el Girona. Toda una declaración de intenciones de este magnífico Betis de Setién cuando la temporada llega a sus jornadas decisivas. El Villamarín vivió un diluvio, pero su afición disfrutó de la excelente actuación de un equipo en crecimiento y con ganas de volver a ser importante.

La lluvia pegó fuerte en Sevilla. En el Benito Villamarín se vivieron dos apagones, saltaron los aspersores y el Betis ejerció un monólogo con el balón ante el Espanyol, que, fiel a su estilo, se metió atrás en busca de la velocidad de Leo y Gerard Moreno. Casi nunca los encontró. Espectador privilegiado de la disertación del Betis con la pelota, el conjunto catalán empezó a hincar la rodilla en el primer tiempo por su incapacidad para crearle peligro a un rival que vive del balón y que encontró premio en una jugada que dará mucho que hablar.

Fue en el minuto 34. Entre apagón y apagón provocado por el diluvio, Boudebouz vio bien la entrada del lateral Junior al área. Marc Navarro erró en su intento de despejar y el dominicano remató flojo con la cabeza. Pau López, portero del Espanyol que tiene un acuerdo con el Betis para las próximas cinco temporadas, erró de forma llamativa y abrió el camino a todo tipo de suspicacias. No se puede discutir la profesionalidad de Pau, pero el error, importante, desató todo tipo de comentarios en el mojado Benito Villamarín.

Fue la acción decisiva que encarriló el choque para un Betis con tres centrales, un toque estupendo en el regreso de Guardado y, eso sí, poco colmillo con Loren muy solo arriba. Al Betis le costaba superar el entramado del Espanyol, pero la concatenación en el error de Marc Navarro y Pau le abrió el camino de la victoria. El conjunto de Quique, que llegaba a Sevilla después de siete encuentros sin perder, no se acercaba nunca con peligro al área defendida por Adán, incapaz de dar dos pases seguidos.

Quique intentó agitar a su equipo con la entrada de Darder por Piatti. El Betis siguió viviendo con mucha tranquilidad, seguro gracias al buen partido de Fabián, con veneno con los pases filtrados de Boudebouz y Guardado. Nada cambió. Es más, el Betis acrecentó sus virtudes hasta forjar una victoria incontestable. Boudebouz puso la guinda a su destacada actuación con un zurdazo dentro del área esta vez imposible para Pau. El Espanyol se derrumbó y Quique se metió en su banquillo, visiblemente molesto con lo que estaba viendo en el terreno de juego. Así, llegó todavía el tercer gol. De nuevo un robo del incansable Fabián, con pase incluido a otro joven talento como Francis, que con alguna fortuna batió por alto a Pau, que vivió una noche bastante desgraciada. Francis, por su parte, festejó con el tanto su reciente llamada por la selección española sub 21. Destrozado por el buen juego del Betis, el Espanyol se rindió mucho antes del final. Los de Setién gozaron de más ocasiones de gol. No llegó el cuarto tanto, pero sí una gran satisfacción para los 30.000 béticos que desafiaron una noche de perros y se encontraron con un Betis que asienta sus aspiraciones de jugar en Europa la próxima temporada.

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