Ni de Pep ni del tridente, el Barça es de Messi
El delantero argentino es el amo y señor de un equipo en el que todos juegan para él
Lionel Messi tiene un extraño pacto con el paso del tiempo. Si a los 20 años era un extremo regateador, a los 25 se convirtió en un delantero voraz; hoy, a sus 30 (cumplirá 31 durante el Mundial de Rusia), es un futbolista total. Ocurre, sin embargo, que nunca dejó de ser regateador, tampoco perdió voracidad goleadora. En cambio, fue sumando atributos a su juego hasta convertirse en el amo y señor del Barcelona. Todos juegan para Messi, desde el novel Dembélé hasta el capitán Iniesta. Un equipo rendido a su estrella, cada vez más selectivo, cada vez más determinante.
No hay manera de sacar al 10 del Camp Nou. “¿Si me gustaría entrenar a Messi?”, dijo Antonio Conte, entrenador del Chelsea, después de alabar al rosarino en el campo, también en la sala de prensa; “hablamos de una situación imposible. Es un jugador extraordinario, el mejor del mundo. Debemos tener muchísimo respeto hacia Messi. Se quiere quedar hasta el final de su carrera en el Barcelona. Me parece lo correcto. Está escribiendo una gran historia junto a sus compañeros”. El Barça de Messi se clasificó por 11ª vez consecutiva para los cuartos de final de la Liga de Campeones.
“Leo se queda en el Barça por dos motivos, el primero porque es el club de su vida y el segundo es porque está convencido de que es capaz de seguir consiguiendo títulos”, aseguran desde el entorno del rosarino. Eso sí, el 10 sabe que necesita a sus compañeros. Por eso el club abrió la cartera como nunca para arropar al argentino, tras la salida de su amigo Neymar. En Argentina existe la misma preocupación, cómo rodear bien a Messi, cómo interpretar sus silencios. Trabajo extra para Valverde y Sampaoli.
En cualquier caso, explican los que conviven con él, que Messi no solo interpreta el fútbol como nadie en el campo, también lo analiza como nunca fuera del tapete. “No solo lee los partidos a la perfección, sino que también les explica a sus compañeros lo que tienen que hacer. Quiere sacar el mayor provecho de los que juegan con él”, aseguran desde la selección argentina. Una situación calcada en el Camp Nou, capaz de exprimir a Luis Suárez como nadie, como de hacer estrenarse en la red a Dembélé.
El rey del Camp Nou
Si cuando Guardiola mandaba en el Camp Nou —el Barcelona conquistó 14 de los 19 títulos posibles—, se hablaba del Barça de Pep, o cuando Luis Enrique se sentaba en el banquillo azulgrana —nueve de 13 copas— se decía que era el Barça del tridente, ahora ya no hay dudas: es el Barça de Messi. La hinchada azulgrana lo tiene claro. Ante el Chelsea, la Grada de Animación recibió al rosarino con un tifo especial. “God save the king” y la imagen de su icónico festejo la noche de la remontada ante el PSG. “Gracias por la muestra de cariño, por el recibimiento y por el apoyo de la gente. Linda noche. Vamos por más”, publicó el 10 en Instagram. Tiene una cuenta pendiente Messi con la Liga de Campeones, conquistó una de las últimas seis; mientras que Cristiano levantó tres de las pasadas cuatro. “¿Dónde juega Messi?”, pregunta Guardiola; “ese equipo es el favorito para ganar la Champions”.
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