Muguruza, flamante finalista en Doha
La española firma una magnífica remontada contra la francesa Garcia (3-6, 6-1 y 6-4) y se beneficia del abandono de Halep para volver a luchar por un título medio año después
Casualidad o no (seguramente, bastante más de lo segundo que de lo primero), a Garbiñe Muguruza le sienta de maravilla la presencia de Conchita Martínez en su banquillo. De su mano alcanzó y ganó el pasado julio su primer Wimbledon y ahora, otra vez asesorada por la aragonesa, vuelve a brillar con fuerza en el desierto de Doha, donde disputará su primera final en seis meses. La española cumplió a mediodía, superando con una soberbia actuación a la francesa Caroline Garcia (3-6, 6-1 y 6-4), y casi de noche se enteró de que ni siquiera iba a tener que disputar las semifinales, ya que Simona Halep renunció a la penúltima ronda debido a unas molestias en un pie.
En consecuencia, Muguruza jugará el domingo por el título del torneo catarí –la actual número uno, Caroline Wozniacki (7-6, 1-6 y 6-3 a Angelique Kerber), o la experimentada Petra Kvitova (retirada de Julia Goerges) serán la rival– y de esta forma se aseguró volver al podio del tenis femenino: a partir del próximo lunes ascenderá del tercer al segundo peldaño, en detrimento de la ucraniana Elina Svitolina. Un hecho al que a estas alturas ella le resta trascendencia, porque más allá del listado su objetivo principal en este primer tramo del curso no es otro que reencontrar el tono y las armas que le convierten siempre en una aspirante a todo.
Y, de momento, Garbiñe transita por el camino idóneo. Si en las jornadas previas ya ofreció un nivel muy notable contra Ying-Ying Duan (6-3 y 6-4) y Sorana Cirstea (6-0 y 6-4), en progresión, este viernes su juego se redimensionó contra Garcia, una top-10 que desde el último trimestre de 2017 ha adquirido una inercia poderosa. La francesa, hueso duro de roer, le exigió en un duelo que Muguruza sacó adelante con tenis y agallas, porque tuvo que remontar y trazar sus mejores golpes para seguir adelante. Lo consiguió y, por lo tanto, afianzó las buenas sensaciones que acumula esta semana en Doha.
“Es muy importante porque vine aquí a jugar tantos partidos como fuera posible”, valoró la española, campeona de Roland Garros (2016) y Wimbledon (2017), y número uno el año pasado. “A principio de esta temporada [dos abandonos, en Brisbane y Sidney] las cosas no fueron de mi lado, pero ahora me está yendo mejor. Ahora me siento mejor”, amplió Garbiñe, dejando poco a poco atrás esos contratiempos musculares (aductores) que le trabaron durante el mes de enero, como se constató en el Open de Australia, donde cedió en la segunda ronda.
Ahora volverá a saborear otra final, la primera desde el pasado mes de agosto (Cincinnati) y la novena de su carrera. Inmejorable manera de reenderezar el rumbo y apuntar alto, otra vez junto a Conchita Martínez. Con esta, dos torneos y dos finales; un premio de máximo calibre, en el All England Tennis Club, y tal vez un segundo (categoría Premier) que refuerce la teoría de que con ella las cosas van aún mejor. ¿Casualidad o no? No lo parece...
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