El doblete centenario de Cristiano Ronaldo

Nadie ha marcado más de 100 goles en la Champions. El único en haber cruzado esa línea es Cristiano Ronaldo, que lleva 117. El que marcó de penalti antes del descanso fue el número 100 con la camiseta del Madrid. Y cerró el partido con el 101. Son 11 los que lleva en lo que va de temporada en Europa. El portugués sigue su racha: en esta edición de la Champions ha marcado en todos los partidos. Seis veces ha terminado como máximo goleador de la competición, las últimas cinco, además, seguidas. El martes afinaba puntería en casa, rodeado de sus hijos y de bolas de colores. “I love this game” [adoro este juego], escribía en las redes sociales. Con la mano intentaba hacer canasta en un vaso ancho. No le salía demasiado bien la jugada. Los goles de verdad los dejó para el duelo contra el PSG, para la cita más importante del Madrid este curso.

Cuando Lo Celso —con una amarilla— cometió la torpeza de ponerle el brazo encima a Kroos dentro del área y el árbitro pitó penalti, Cristiano ya miraba la portería. Acariciaba la pelota mirando sólo la red. Areola imitó a Dudek y empezó a pegar saltos en la línea de gol, levantando los brazos de un lado a otro. No sacó de sus casillas al portugués, que marcó, recogió el balón rápido y buscó con la mirada a su familia en el palco para dedicárselo. Llegó el gol del siete del Madrid en el momento más delicado para los muchachos de Zidane, que después de arrinconar al PSG durante los primeros 15 minutos y de presionar muy arriba, se vieron por debajo del marcador. Mbappé se fue de Marcelo, metió un pase en el área que Cavani dejó pasar y que tocó Neymar para que rematara Rabiot.

El clamor del Bernabéu

Cristiano llamaba entonces a filas los suyos y en una contra de libro lanzada por Marcelo tuvo un mano a mano con Areola. El portero del PSG tapó con la cara el disparo del portugués. CR robó poco después un balón en el área rival y por las prisas chutó demasiado rápido y el remate se marchó fuera. Sí entró el penalti que permitió al Madrid irse a vestuarios con la misma moral con la que saltó al campo. De nuevo marcó, recogiendo un rechace, cuando el equipo estaba pasando un apuro. "Es especial para mí cuando marco y ganar el equipo", dijo el portugués. En cuanto el Madrid bajó el pistón, el PSG recuperó la pelota y el empuje. Hasta que Zidane no reaccionó poniendo a Lucas y Asensio, el Madrid no recuperó el control del juego. Cristiano dejó herido de muerte al PSG con un tanto con la rodilla y Marcelo lo tumbó definitivamente en el minuto 86.

Al equipo blanco, irregular en Liga y con su mejor cara en Champions, le recibió un mosaico enorme con la cara de Rafa Nadal, socio de honor del club y ganador de 16 grandes, entre ellos 10 Roland Garros. “Hasta el final. El madridismo nunca se rinde”, se podía leer. Rugió como nunca el Bernabéu. La afición no falló ante la convocatoria del capitán del Real Madrid, que había convocado a los seguidores blancos en la Plaza de los Sagrados Corazones, la que tiene que atravesar el autocar del equipo para acceder al estadio. A las 18.30 se cortaron las calles y se vallaron los puntos de acceso. “¡Échale huevos, Madrid échale huevos!”, se escuchaba, además del omnipresente “¡Cómo no te voy querer!”.

Desde el pasado sábado, cuando empezó a sonar el himno de la Champions por la megafonía del Bernabéu, el club empezó a movilizar a la afición también en las redes sociales con vídeos de los jugadores pidiendo el apoyo de la hinchada para perseguir el sueño de la Decimotercera. Se creó hasta un Hashtag: #aporla13. A por ella quieren ir, previo paso por Paris dentro de tres semanas.