España cae ante Eslovenia, pero sigue dependiendo de sí misma para pasar a semifinales
Los Hispanos pierden, pero la derrota de Macedonia deja en sus manos la clasificación antes de medirse a Alemania
De un extremo a otro, del todo a la nada, España encajó este martes frente a Eslovenia su peor derrota en este Europeo de balonmano. En el segundo encuentro de la segunda ronda, los Hispanos no fueron capaces de prolongar la excelente exhibición de juego desplegada ante Macedonia y cedieron en un duelo clave para pasar a semifinales. Este resultado (26-31) suponía dejar de depender de sí misma para pasar a semifinales, pero justo después la inesperada derrota de Macedonia ante la República Checa (24-25) volvió dejar el pase en manos de los españoles. Si este miércoles gana a Alemania (20.30, Teledeporte), España estará en la lucha por las medallas.
Se encontró la selección con el rival duro que esperaba, con el que comparte ciertas características. Mismo espíritu de juego, pero distinta ambición. Los Hispanos se lo jugaban casi todo, mientras que para Eslovenia era más una cuestión cosmética, reparar el orgullo dañado con las derrotas frente a Macedonia y Dinamarca. En este caso, el honor pesó más que las matemáticas
En un primer acto de igualdad extrema, España recibió el primer aviso rápido en un desajuste defensivo recibió un parcial de 4-0 que puso a Eslovenia en ventaja (5-2, M. 8). El seleccionador paró el juego y pidió más movilidad para cerrar los pases, antipación para evitar que recibiera el pivote rival.
El toque de atención sirvió para que España reaccionara e incluso para que tomara cierta ventaja después de un parcial de 0-4 con tres tantos de Ferran Solé (máximo anotador del partido con 6). Igualó pronto Eslovenia y se mantuvo el resultado ajustado hasta el descanso (13-12). Un inspirado Entrerríos pudo alterar el marcador, pero se topó con un férreo Kastelic (12 paradas, 36%) en la portería.
Con la reanudación, se derrumbó España. De nada sirvieron las ocho exclusiones de Eslovenia (cuatro en la primera parte) por apenas tres de España, que no supo sacarle partido a la superioridad en ninguno de los actos. Los Hispanos, mal defensivamente, se desangraron y llegaron a ir perdiendo por siete. Sin esa tensión en cada robo y disputa, sin la inspiración colosal que había mostrado dos días antes Gonzalo Pérez de Vargas —ayer, 10 paradas , 30%—no tuvo España respuesta a la buena actuación coral de su rival. Ni siquiera en los últimos minutos, cuando dejó un amago de arreón final para tratar de cerrar la brecha, que finalmente quedó en cinco tantos (26-31), su derrota más amplia en este Europeo.
“Estamos jodidos porque no hemos sido nosotros”, indicó Daniel Sarmiento (un gol de cinco intentos) tras la derrota. “Puedes perder cuando has jugado todas tus cartas, pero hoy no hemos estado bien”, añadió el central, crítico con el juego de su equipo. “Su defensa ha sido muy agresiva y ha dado mucho y nosotros no hemos tenido el mismo listón” apreció, por su parte, Joan Cañellas (un gol, tres lanzamientos), que tampoco escondió la autocrítica. “Si contra Alemania queremos tener opciones, lo mínimo es tener el mismo listón de agresividad”, abundó. Cañellas aseguró que justó cuando acabó el partido el equipo cambió el chip y se centró “enrabietado” y “cabreado” en el partido de esta tarde. Avisó, además, de que será una buena ocasión para ajustar cuentas ante el verdugo de la final continental de hace dos años.
España afrontará el duelo de hoy ante Alemania sabiendo que la victoria le da el pase, gracias al regalo que le dejó Macedonia. Lo que no sabrá nadie es qué versión de los Hispanos comparecerá.
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