Diego López catapulta al Espanyol
El portero blanquiazul se convierte en el primero en detenerle dos penaltis a Messi
“Diego, Diego, Diego”, coreaba con entusiasmo Cornellà. Diego López miró a su hinchada y agitó los brazos con rabia, puños cerrados y mandíbula apretada. No estaba enojado, fue su catarsis. El guardameta blanquiazul le acababa de parar un penalti a Leo Messi. Aunque no era la primera vez.
El gallego ya le había frenado otra pena máxima al 10 azulgrana hace 10 temporadas cuando defendía el larguero del Villarreal, también en la Copa del Rey. La historia dice que Diego López es el arquero que le paró el primer penalti como profesional a Messi y la estadística lo encumbra como el único meta capaz de silenciar por duplicado al rosarino desde los 11 metros. Messi no es un rival cualquiera para el portero con pasado en el Bernabéu, mucho menos el Barcelona. Fue, justamente, contra el cuadro azulgrana cuando para Diego López comenzó su actual suplencia en la Liga con la camiseta del Espanyol.
Diego López arrancó la temporada en el banquillo, como consecuencia de la operación que sufrió en la rodilla derecha en la pretemporada. Un problema que lo aquejaba desde el derbi de diciembre de 2016, después de un pisotón (sin mala intención) de Luis Suárez en el Camp Nou. “Me he jugado mi pierna y mi carrera por este club”, se quejaba el pasado octubre el meta gallego, cuando veía como Pau López le había birlado la titularidad en la portería blanquiazul.
Actor secundario
No entendía Diego López como Pau, que su contrato expira el próximo mes de junio, era el guardameta en la Liga después de que el Espanyol hiciera un esfuerzo para adquirir la totalidad de sus derechos federativos al Milán. El club lo había convertido, también, en el futbolista mejor pagado del grupo blanquiazul. Sin embargo, para Quique Sánchez Flores, el titular es Pau. Entonces, el gallego quedó relegado a la Copa, al segundo plano. Aunque anoche el guardameta explicó que no le gusta demasiado eso de ser un protagonista secundario. Un rol rebajado hasta que el Barcelona visitó Cornellà. Ayer, los focos volvieron hacia el gallego, mucho más con Messi enfrente.
Diego López estaba con ganas de silenciar al 10. En los tiros libres lanzados por el argentino, el meta no refugiaba su poste. Se colocaba en el medio de la portería, convencido de que podía adivinar las intenciones del argentino. Para su fortuna y la del Espanyol, La Pulga no estuvo atinada en los disparos.
Lo que sí que adivinó fue el penalti. Así, se estiró abajo y a su izquierda con los brazos extendidos hasta repeler la pelota y alimentar la fogosidad de la afición. “He tenido la fortuna de adivinar, de impulsarme y de ir ahí abajo”, resolvió al finalizar el encuentro el portero blanquiazul; “cualquier penalti es difícil y más contra Leo, que la puede tirar a cualquier sitio”. Y la tiró donde Diego quiso. Suficiente para catapultar al Espanyol, capaz de vencer al Barcelona por primera vez en la temporada.
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