Amat da alas al Athletic ante el Betis
Una desafortunada acción del defensa bético provoca su expulsión y un penalti que aprovechó Raúl García
Fue muy bravo el Betis, que perdió ante el Athletic un partido marcado por una jugada definitiva. Amat, jugador del conjunto verdiblanco, golpeó en su área en el minuto 34 a Laporte. Martínez Munuera pitó penalti y expulsó al futbolista catalán, con lo que se acabaron las esperanzas del Betis de consolidar la mejoría experimentada después de su triunfo ante el Málaga. Raúl García marcó engañando a Adán y el Athletic tomó una ventaja casi definitiva en el choque. Los de Setién, no obstante, no se rindieron con uno menos y pelearon en busca del empate. Incluso rozaron la igualada en una acción de Sergio León que sacó Herrerín con el pecho y en otra jugada muy complicada para el colegiado, puesto que el propio Sergio León falló a puerta vacía con Núñez metiendo la pierna por detrás. Es casi imposible dirimir si hubo contacto o no, pero la jugada fue de lo más complicada. Si el colegiado pita penalti tampoco hubiera ocurrido nada.
Ambicioso hasta la extenuación, el Betis expuso una barbaridad intentando el empate. Su esfuerzo, no obstante, resultó conmovedor hasta que Feddal tuvo la mala fortuna de colarse en propia puerta un centro de De Marcos. Demasiada renta para un Athletic cogido con alfileres, que mejora muy poco a poco y que fue zarandeado por un Betis en inferioridad. Además, mostró una preocupante falta de puntería, con Adán salvando varios goles en paradas decisivas, como una ante De Marcos. El Athletic está desfigurado y sus mejores jugadores andan con poca confianza. Además, las decisiones de Ziganda tienen, casi siempre, un tinte muy conservador. De todas formas, el triunfo en Sevilla le aleja de la zona baja y le consolida en la media. Tres puntos balsámicos que vendrán de maravilla para tranquilizar las aguas en Bilbao.
La acción de Amat acabó con una buena puesta en escena del Betis, bien manejado por Fabián y con Joaquín repartiendo juego. En unos primeros 20 minutos excelentes, Camarasa lanzó al palo y Herrerín salvó un balón sobre la línea. Otra jugada muy polémica en la que resultó imposible dirimir si la pelota entró o no en la meta del Athletic. Luego, el juego se equilibró, hasta que Amat se la jugó en una acción infantil y arriesgada. Es irrefutable que hubo un pisotón a Laporte, pero el colegiado pareció no ver nada para luego tomar una decisión, roja y penalti, que marcó de forma decisiva el choque.
El Betis, que se ha recompuesto después de una fase de crisis de juego y resultados, fue muy digno con un elemento menos. Siguió tocando el balón con criterio, actuando con inteligencia y con Joaquín como gran sostén. El Athletic, a pesar de su superioridad, fue incapaz de cerrar un partido que se le pudo complicar. Raúl García envió al larguero, pero los contragolpes del conjunto vasco carecieron de efectividad. El Betis, resuelto a pelear, entró bien por las bandas, confiado en una acción que le permitiera alcanzar el empate. Sergio León, en dos ocasiones, tuvo en sus botas ese punto que hubiera sabido a gloria. No llegó el tanto del Betis en la portería del Athletic y sí en la suya. Fue el colmo de un partido extraño para los intereses béticos, puesto que Feddal hizo lo que los jugadores del Athletic no pudieron. El marroquí, en gran forma, remató sobre su portería para que los vascos se relajaran de forma consecutiva. Setién, que había sido expulsado al protestar el posible penalti sobre Sergio León, no estará en el derbi del próximo seis de enero. Tampoco estará Berizzo ni su segundo técnico, Eder Sarabia, también expulsado. De lo más raro del mundo: un derbi, por el momento, sin entrenadores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.