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LeBron James, cada vez mejor camino de los 33

La estrella de la NBA invierte 1,3 millones al año en su preparación física y está rindiendo como nunca

Robert Álvarez
LeBron James, en un Cleveland-Sacramento.
LeBron James, en un Cleveland-Sacramento.David Richard (USA TODAY Sports)

LeBron cumple 33 años el 30 de diciembre. Nadie lo diría si se atiende a la exuberancia de su juego, a la trascendencia que tiene para su equipo y para la NBA entera y a sus estadísticas. El 23 de los Cavaliers acumula ya quince temporadas en la NBA, a la que llegó en 2003 cuando todavía no había cumplido los 19 años, procedente directamente desde el instituto Saint Vincent-Saint Mary de Akron, Ohio, sin pasar por la universidad. Allen Iverson, Kobe Bryant, Tracy McGrady, Shaquille O'Neal, Kevin Garnett, Dirk Nowitzki o Paul Pierce se postulaban por entonces como principales aspirantes a suceder a Michael Jordan. La estrella del deporte mundial, a sus 40 años y en las filas de Washington Wizards, había disputado el último partido de su carrera el 16 de abril.

Su socio y mánager, Maverick Carter, explicó en 2016 que LeBron gasta 1,5 millones dólares, 1,27 de euros, en su preparación física. Esa inversión, que incluye la construcción de una réplica del gimnasio que pueda cualquier equipo de la NBA, en su casa, adonde acuden dos entrenadores personales para trabajar con él. Allá adonde viaje, se hace acompañar por uno de ellos. La contratación de un entrenador personal ha calado entre muchos jugadores de la NBA y varios jugadores españoles, empezando por Pau Gasol, también su hermano Marc y Ricky Rubio, cuentan con fisios contratados a tiempo fijo o parcial y que a menudo viajan con ellos. LeBron también cuenta masajistas, con cocineros que cuidan de su dieta y se sirve de todos los adelantos científicos que le pueden ser de utilidad para mejorar su descanso y, sobre todo, para sus horas de sueño.

Esta es su mejor temporada en porcentajes de acierto en los tiros de dos con un 63,2%, de tres con un 41,7% y de tiros libres con 76%

Su rendimiento en la cancha no parece entrar en el declive de muchos jugadores a su misma edad. En muchos aspectos ha mejorado. La efectividad de su tiro es esta temporada mejor que nunca. Ese progreso se relaciona con el ligero cambio en su mecánica de tiro que adoptó el pasado verano. Sufría unas molestias en su codo derecho. No le dio más importancia. Hasta que un día de junio, al llegar a casa tras un entrenamiento en Los Ángeles, su mujer le preguntó: “¿Qué le pasa a tu codo?”. Sufría una hinchazón como una pelota de tenis. La resonancia magnética no evidenció ningún daño estructural y el dolor tampoco tenía nada que ver con la lesión que lo atormentó en 2010, en una temporada que acabó de manera frustrante, tras la eliminación de los Cavaliers en las semifinales del Este, frente a los Celtics.

“Tuve que cambiar un poco mi tiro porque no podía estirar completamente mi codo”, explica. Cuando desapareció la hinchazón y pudo estirarlo de nuevo del todo, LeBron mantuvo la nueva mecánica de tiro dado que el resultado ha sido muy satisfactorio. Esta es su mejor temporada en porcentajes de lanzamiento. Alcanza un 62,5% en tiros de dos, superando su mejor registro hasta ahora (62,2% en la 2013-2014) y en los triples (40,6%, mejor que el 40,6% de la 2012-2013). Y en la asignatura en la que siempre se ha propuesto progresar más, los tiros libres es la tercera mejor (un 77%, dos puntos menos que la mejor, la 2008-2009).

Las estadísticas en las que más flojea son las de robos, con 1,4, el segundo peor promedio de su carrera, solo levemente mejor al de la pasada temporada (1,2), y la de pérdidas, con 4,4, ligeramente inferior a su peor marca, también la pasada temporada (4,1).

La mejora de LeBron se produce partiendo de unos parámetros de excelencia de los que pocos pueden presumir. Casi nunca ha causado baja en las 14 temporadas y media que acumula. Solo en la 2014-2015 se perdió por lesión una serie significativa de encuentros en la fase regular, ocho. Acumula 1.095 partidos en la fase regular y ha disputado 217 partidos en los playoffs correspondientes a las 12 ocasiones en que clasificó para ellos con los resultados ya conocidos: ocho finales y tres anillos. Solo seis jugadores han jugado más finales que él en la historia de la NBA, empezando por Bill Russell (12), Sam Jones (11) y Kareem Abdul-Jabbar (10).

No siento que he alcanzado mi potencial. Siempre pienso que hay margen de mejora

A LeBron no le gusta perderse partidos ni demasiados minutos de juego, aunque sea en la temporada regular. “Ahora mismo estoy en un muy buen ritmo. Cada vez me siento mejor. Quiero continuar mejorando cada mes. Ahora en diciembre estoy a un 80%. En enero, estaré al 85%. Y con suerte en abril estaré al 100% y espero continuar hasta junio”, dice.

Esta temporada alcanza su quinto mejor registro anotador (28,1 puntos de media), dos puntos menos que el mejor (31.4), obtenido cuando tenía 21 años en la temporada 2005-2006.

Es su segunda mejor temporada en rebotes con una media de 8,1 solo cinco décimas por debajo de la mejor, la 2016-2017, y en asistencias iguala las de esa temporada, igualmente la mejor de sus 15 años de carrera en la NBA. En tapones promedia 1,1 y se mantiene en el mismo nivel que sus dos mejores temporadas 2007-2008 y 2008-2009.

“No me marco un límite sobre cómo mejorar. Siempre pienso que puedo ser mejor jugador para ayudar a nuestro equipo. Simplemente: no siento que he alcanzado mi potencial. Siempre siento que hay margen de mejora”, concluye el único jugador que ya empieza a admitir comparaciones con el más grande de todos los tiempos, Michael Jordan.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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