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Guardiola gana, Mourinho pelea

El técnico portugués protagonizó en Old Trafford la última de una serie de riñas tumultuarias contra el equipo de su gran rival: primero en España ahora en Inglaterra

Mourinho y Guardiola en la banda de Old Trafford. En vídeo, las declaraciones del técnico tras el partido.Vídeo: NIGEL RODDIS (EFE) / REUTERS-QUALITY
Diego Torres

Sir Bobby Charlton pronunció un veto informal a José Mourinho cuando la junta directiva del Manchester United propuso ficharle como entrenador en 2013. El futbolista más respetado de la historia del club, y, probablemente, el más respetado de Inglaterra, tenía a sus 76 años la consideración de máxima autoridad en la planificación. Cuando le pidieron su opinión dijo que un hombre que le había metido el dedo en el ojo a un colega ante las cámaras de televisión de medio planeta no podía ser el entrenador de un club señorial como el United.

Charlton no olvidó el dedo en el ojo de Mourinho a Tito Vilanova, entonces ayudante de Guardiola, durante el clásico que Barça y Madrid disputaron el 17 de agosto de 2011. El vicepresidente, Ed Woodward, sin embargo, no dejó que estos incidentes pretéritos le arredraran. En el verano de 2016, presa del pánico que generan las crisis de resultados en los clubes grandes, Woodward fichó a Mourinho para responder al fichaje de Guardiola por el City, el club vecino. El círculo se doblaba.

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Como en 2010, en 2016 Mourinho firmó un contrato que le impuso la obligación implícita de contrarrestar a Guardiola. El técnico portugués compitió con su rival antes de empezar. Cuando Woodward le ofreció 10 millones de euros netos él le replicó que quería cobrar 20. Lo que decían que cobraba Guardiola.

La segunda derrota consecutiva del United ante el City en Liga en Old Trafford (1-2), el domingo pasado, dejó en evidencia el fracaso de Mourinho ante el objetivo comprometido. Perdida la Premier 2016-17, el domingo se verificó la pérdida virtual de la Premier 2017-18. Los 11 puntos que separan al City del United en la clasificación representan una distancia que nadie ha remontado en la Premier. La posibilidad de una excepción parece lejana cuando se considera el arranque del City: en 129 años de historia ningún equipo logró 14 victorias consecutivas en un mismo curso.

La evidencia del desastre, como suele ocurrirle a Mourinho, precipitó el desastre al cuadrado. El domingo, al acabar el partido, pasó furioso por la puerta del vestuario visitante y, acompañado del gigante Lukaku, se metió para pedir que bajaran la música reclamando “respeto” a los jugadores citizen. Ederson, el portero brasileño, intercambió unas palabras en portugués con el técnico y cuando comprobaron que no se entendían pasaron a los insultos. Según The Guardian, el entrenador le gritó: “You fucking show respect! Who are you?” (Muestra respeto, maldito. ¿Quién eres tú?). Dicho lo cual se declaró una riña tumultuaria. Volaron los puños y los objetos. Mikel Arteta, ayudante de Guardiola, sufrió un corte en la cara que le hizo sangrar copiosamente. Mourinho recibió el impacto de un brik que le bañó de leche antes de abandonar la escena en la que unas 20 personas pelearon violentamente, según Sky. Tuvo que intervenir la policía. La federación inglesa ha abierto una investigación.

Considerado por la industria del fútbol una especie de antiguardiola, Mourinho cuidó esta reputación en la medida en que le proporcionó beneficios. Pero su triunfo más rotundo en este apartado está cada vez más lejano. Las semifinales de la Champions de 2010, cuando el Inter eliminó al Barça, sigue siendo su momento de máximo esplendor y su único motivo justificado de indignación ante un acto antideportivo del adversario. Mourinho todavía señala que los suyos no celebraron aquel éxito sobre el césped porque el Barça abrió los aspersores bañándolos a todos mientras bailaban en el Camp Nou.

No hubo perdón para los agresores acuáticos. Siendo entrenador del Madrid, Mourinho fue corresponsable de tres peleas que involucraron a sus jugadores, a sus ayudantes y a él mismo, tras provocar a sus rivales del Levante y, especialmente, del Barça de Guardiola, según varias fuentes consultadas.

Sir Bobby Charlton lo avisó en 2013. No le hicieron caso.

Penúltima visita al vestuario visitante

No es la primera vez que Mourinho lanza a sus jugadores a buscar pelea al interior del vestuario visitante. Ya lo hizo por mediación de su ayudante, Rui Faria, el 27 de abril de 2011, tras perder (0-2) la ida de la semifinal de Champions contra el Barça en el Bernabéu. Varios testigos señalaron que Faria se presentó con Pepe en el umbral del camerino del Barça al grito de: “¡Vosotros creéis que jugáis al fútbol pero lo que hacéis es comprar árbitros!”. Se sucedió una batahola. Una riña que libraron a puñetazos varios jugadores del Madrid y el Barça, incluyendo algunos compañeros internacionales. El otro clásico de Mourinho.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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