El éxito del tercer hombre en el Barcelona
Con la presencia de Messi y Luis Suárez en cualquier alineación, Valverde desnorta a los rivales con la tercera pieza atacante del puzle, posición en la que ya han jugado hasta ocho futbolistas
Por el Camp Nou aún se ve a algún despistado con la camiseta de Neymar. En la sala de prensa, todavía le cuestionan a Valverde por el otrora 11 azulgrana. Y en el vestuario los hay que mantienen grupos de WhatsApp con él y hasta se citan de vez en cuando en la noche barcelonesa. El doloroso adiós —el Barça no quería traspasarlo pese a recibir 222 millones— del probablemente mejor extremo del mundo supuso un punto y aparte para el Barça y para el entrenador Ernesto Valverde, que cambió de dibujo para convertir lo que parecía una debilidad irreparable en una fortaleza. Entre otras cosas porque el tercer hombre de ataque —se da por descontado que Luis Suárez y Messi saldrán de la partida— ofrece tantas variables tácticas al Barça como enredos a los rivales.
Como contrapartida a Neymar se fichó a Dembélé (105 millones), otro extremo que tira más quiebros que pases y que se puede desplegar en los dos costados. Pero Dembélé se lesionó y ahora se le aguarda como regalo de Reyes. Así, sin tridente, los rivales podían ofrecer ayudas y coberturas defensivas, fijar a Luis Suárez en punta y dedicar sus esfuerzos en arrinconar a Messi. Por lo que Valverde decidió recolocar al 10 como mediapunta [parte desde el costado pero se mueve por donde quiere] para que se expresara entre las líneas y los pasillos interiores. Y el 10 lo ha jugado todo menos el encuentro copero de Murcia. Le sigue Suárez, con 13 de los 16 duelos desde que comenzara la Liga, aunque anda de lo más desafinado al contabilizar tres dianas y reducir a la mitad sus ocasiones (de 3 a 1,5 por choque). Por lo que la otra pieza del puzle es la clave, bien en la derecha o en la izquierda, donde se da un baile de jugadores y características.
Hasta ocho futbolistas han ocupado el puesto del tercer hombre. Deulofeu ha participado de inicio en siete duelos, Alcácer y Aleix Vidal lo han hecho en tres, Dembélé y André Gomes en dos, y Sergi Roberto, Denis Suárez y Arnaiz salieron de la partida una vez. “Valverde estudia a los contrarios y busca vías para atacarlos” —explican desde el Barça— sin perder el equilibrio defensivo propio, de manera que en su elección piensa tanto en atacar como defender —solo ha recibido cuatro goles en la Liga. No es lo mismo tener la explosividad y el quiebro de Deulofeu, que jugó el derbi, que el despliegue físico de Sergi Roberto, que lo hizo ante el Sporting; como tampoco es igual contar con que la aplicación táctica de André Gomes ante el Atlético y Athletic que el trabajo y definición de Alcácer ante el Sevilla. “Lo puse porque iba a estar cerca del área”, dijo Valverde; “y debía situarse en la banda y en línea defensiva en el centro del campo”.
No es casual tampoco que Deulofeu entrara en el campo después de Paulinho, que llegó a formar con Mascherano y Busquets. Funcionaron los tres mediocentros —Ter Stegen solo tomó un gol— y también Alcácer porque hizo dos, otro éxito del tercer hombre y del Barça, que lidera la Liga con 31 puntos sobre 33.
El Barça iguala el mejor arranque liguero de su historia
El Barcelona solo ha dejado de ganar dos puntos en los 11 encuentros ligueros que ha disputado hasta la fecha —un empate en campo del Atlético de Madrid—, caminar victorioso que le ha servido para igualar el mejor inicio liguero de su historia. Las otras dos ocasiones en que los azulgrana lograron contabilizar 10 triunfos y un empate fueron en la temporada 2012-2013, bajo las órdenes de Tito Vilanova, y en la 2013-2014, cuando el Tata Martino dirigía el banquillo.
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