Machín: “El Madrid tiene más variedad que el Barça”

En el coqueto PGA resort golf de Girona, Pablo Machín (Soria, 42 años) llega un más tarde de lo acordado. No para de pedir disculpas. Y, a pesar de la delicada situación política en Cataluña, no pone ningún pero a las preguntas ni a la extensión de la conversación. No se autocensura, tiene un discurso meditado, sobre todo franco. Criado en un familia de agricultores, cuando de pequeño veraneaba en Tarragona ni se imaginaba que el futuro le depararía una mujer catalana y mucho menos que se convertiría en el máximo ídolo futbolístico de Girona, una ciudad ajena a la pelota, con su mirada más en el Camp Nou o en el Bernabéu que en Montilivi. Este domingo su equipo recibe al Real Madrid.

Pregunta. ¿Usted hizo a Girona futbolera?

Respuesta. Va a parecer que me siento orgulloso de todo lo que hemos conseguido, pero cuando llegué, hace tres años y medio, los padres le tenían que decir a los niños: '¡Mira!, el entrenador del Girona'. Y el niño me miraba con cara de no tener ni idea de quien era. Yo les preguntaba: '¿De qué equipo eres?'. Y la mayoría me contestaban que eran del Barça, del Madrid o del Espanyol, pero no del Girona.

P. ¿Cómo los convencía?

R. Les decía que primero debían ser del Girona, y luego del que quisieran. 'Ser del Barça o del Madrid es fácil, lo difícil es ser del Girona'

Disculpa', te dicen enseguida cuando se dan cuenta de que no hablas catalán. En cualquier conversación se habla en los dos idiomas sin ningún problema.

P. Una especie de misionero.

R. Bueno, un poco sí [SE RÍE]. Ahora, es el niño el que le dice al padre: 'Papá, papá, ahí está Machín'. Y, por supuesto, desde que estamos en Primera la gente me conoce mucho más. Pero, siempre fueron amables conmigo, desde el primer día. A pesar de esa fama que tienen de ser gente poco agradable, nunca lo he sentido así. Por ejemplo, en mi primera noche aquí no podía encontrar mi hotel y paré a una pareja que salía del teatro. 'Vente con nosotros que te acompañamos, está a dos o tres manzanas de aquí', me dijeron.

P. En castellano, ¿no?

R. Sí hombre. A la mayoría de las personas, si le hablas en castellano te contestan en castellano. La gente no sabe si hablas catalán o castellano y, al principio, me pasaba que estaba en conversaciones en las que se hablaba en catalán. Y si no conoces la idiosincracia puedes pensar que es mala educación, pero no es así. 'Disculpa', te dicen enseguida cuando se dan cuenta de que no hablas catalán. En cualquier conversación se habla en los dos idiomas sin ningún problema.

P. ¿Cómo vive un tipo de Soria lo que pasa en Cataluña?

R. Con inquietud e incertidumbre, como todos. Tengo cierta preocupación. Aunque no nos demos cuenta, lo que se decide en el Congreso, nos afecta. Creo que todo tiene solución. Creo que este problema, conflicto o proceso, como quieran llamarlo, tiene solución. Y esa solución es el diálogo. Para eso tiene que haber dos personas que tienen que querer hacerlo. Eso sería hacer política.

P. ¿La visita del Madrid puede tensar a la afición?

R. No, la afición del Girona es muy respetuosa y cívica. Para Montilivi el partido será una fiesta, la gente está con muchas ganas de ver grandes encuentros.

P. ¿El Madrid asusta mucho?

R. Da respeto, pero no asusta. Es el partido que nos gusta jugar a todos. El 99% de la gente piensa que lo tenemos perdido. Pero hay un 1% que no. Ahí estamos nosotros, que sabemos que todos los partidos son susceptibles de conseguir puntos. También lo era el Atlético y lo conseguimos.

P. ¿Hará marca personal a Cristiano?

R. No, el Madrid es muy diferente al Barça. El Madrid tiene mucha variedad, hay muchos jugadores que pueden ser determinantes: Isco, Bale, Cristiano, Asensio, Modric, incluso Marcelo...

El Madrid tiene jugadores más determinantes que el Barça

P. Es decir, ¿el Madrid es más equipo que el Barça?

R. Tiene futbolistas más determinantes que el Barça. El Barcelona tiene Messidependencia. La mayoría de goles los hace él y sino, los crea. En el Madrid cualquiera puede marcar y cualquiera los puede crear.

P. Vivió usted la gran transformación del Girona, desde cuando no tenían dinero para pagar el autocar a almorzar en el PGA después de entrenar.

R. Cuando llegué aquí la gente me decía que no sabía si darme la enhorabuena o el pésame. Faltaban 13 jornadas y estábamos últimos. Yo quería ver si era capaz de hacer fuera lo que había hecho en Soria. Siempre he pensado que servía para esto.

P. ¿Qué convierte a un entrenador en bueno?

R. Saber trasmitir, poder hacer a tus jugadores mejores futbolistas. Que me perdonen, pero ser segundo con el Madrid o con el Barça no es más meritorio que salvar al Eibar o al Girona.

Cuando llegué aquí la gente me decía que no sabía si darme la enhorabuena o el pésame

P. Entonces, ¿Mendilibar es mejor que Luis Enrique?

R. Todos tienen su mérito, pero parece que solamente son buenos entrenadores los que llegan al Barça o al Madrid. Tiene un mérito extraordinario lo que hizo Mendilibar en el Eibar. Y, por supuesto, también lo tiene Luis Enrique, que además, tiene otras cosas con las que lidiar que no las tienen ni Mendilibar ni Machín.

P. ¿Qué cambia entrenar a un jugador de Primera?

R. Si las experiencias son importantes en la vida; en el fútbol, más. Aquí tenemos gente que, por sus circunstancias, les cuesta saber dónde están. Hay jugadores que creen que lo normal es estar en Primera. Y hay otros, como Granell o Aday, que han estado en todas las categorías. Se comieron campos de tierra, las han visto de todos los colores. No tienen experiencia en Primera, puede ser. Pero saben todo lo que cuesta llegar hasta ahí. Y yo les exijo lo mismo a todos. Esto es por rendimiento, no es cantera.

P. ¿El esfuerzo está por encima de la técnica?

R. En un equipo como el nuestro, el esfuerzo es innegociable. No conozco a ningún jugador que sin esforzarse haya podido llegar a la élite. Si no corres lo mismo que tus compañeros nunca vas a poder demostrar nunca que eres mejor técnicamente. La diferencia la marca la calidad, pero siempre a partir del esfuerzo. Si eres mucho mejor en el aspecto técnico, el entrenador y tus compañeros te pueden permitir correr un poco menos en defensa, pero cuando te llega el balón tienes que mostrar que eres distinto.

P. ¿En qué le beneficia tener al Manchester City detrás?

R. Nos ayuda en muchas cosas, sobre todo en infraestructura. LaLiga tiene límites salariales... En su momento, ya dije que no iba a venir ni Nolito, ni Navas, ni Silva ni este tipo de futbolistas. Pero podemos contar con jugadores como Douglas, que serían inaccesibles para nosotros, y si tuviésemos el dinero lo invertiríamos en otras cosas. Guardiola ya dijo que con el Girona no se puede hacer experimentos. El City nos ayuda con jugadores con talento y nosotros los ayudamos a crecer. Pero tienen que crecer ya, no nos interesa que crezcan el año que viene.

P. ¿Y lo perjudica en algo?

R. Bueno, en que los jugadores que llegan no están hechos. Pero si lo ponemos en una balanza, el City nos beneficia mucho más de lo que nos perjudica.

Si Guardiola no es el mejor entrenador del mundo está entre los tres mejores

P. ¿Habla mucho con Guardiola?

R. Sí, la relación es muy fluida.

P. ¿Se aprende mucho con él?

R. Hombre, sino no es el mejor del mundo, está entre los tres mejores.

P. ¿Por qué?

R. Él se quita un poco de importancia... Y me dice: 'Si tienes a Messi todo es más fácil. Tú sí que tienes mérito que has estado tres años en Segunda con el Girona y lo has ascendido, cuando te cambiaban jugadores todas las temporadas. Yo tengo buenísimos jugadores, cuando no tengo el que más me gusta tengo a otro que es muy parecido'. Pero yo sé que él tiene otras dificultades. Tiene que ganar siempre sí o sí. Su mayor virtud es dar las herramientas a los jugadores para que brillen. Y sabe poner su impronta.

P. ¿Eso eso lo más complicado?

R. Pep no quiso repetir su Barça ni el Bayern ni en el City. Dentro de su idea buscó variantes para sacar el mayor rendimiento a sus jugadores. Tampoco insistió con el falso nueve cuando tenía a Lewandowski. Y en el City igual, se va comiendo la cabeza para buscar matices y evolucionar.

P. ¿Los técnicos aspiran a que se note su sello en los equipos?

R. Los técnicos estamos para ganar, porque si no nos echan. Pero tenemos que aspirar a poner nuestras señas, que lo que se entrena se vea los domingos. Yo hay muchos vídeos que no solo miro al rival o lo que hemos hecho mal. Yo incentivo mucho en lo que hemos hecho bien. Si el jugador sabe lo que tiene que hacer en cada momento, por más variantes que haya, se ve una seña reconocible del entrenador.