La operación a Dembélé, una excepción en las lesiones de isquios
Cada año aumenta un 4% la lesión más común en el fútbol, pero muy pocos futbolistas la resuelven operándose
Los estudiosos calculan que las lesiones de los isquiotibiales, las más comunes en el fútbol, crecen un 4% al año, un porcentaje respetable pero que, visto lo ocurrido el fin de semana en los campos de fútbol europeos, parece hasta ridículo. A dos titulares de la selección, Iniesta, del Barça, y Morata, del Chelsea, roturas musculares en la parte posterior del muslo, donde se alojan los tres músculos llamados isquiotibiales, les impedirán jugar estar esta semana en el equipo de Lopetegui. Ricca, del Málaga, y Samu García, del Levante, también sufrieron lesiones en los músculos clave para la velocidad de desplazamiento.
“Este fin de semana he recibido nueve llamadas por roturas de isquios producidas en diferentes Ligas europeas”, dice Jurdan Mendigutxia, fisioterapeuta y especialista en recuperación y prevención de lesiones. “Hay un desconcierto en los clubes, parece que el trabajo estándar y aconsejado no es capaz de detener la incidencia de este tipo de lesiones. Pese a su importancia, y pese a su gran índice de recaída, ningún club ha puesto en marcha un método y personal específico para evitarlas a pesar de que el éxito de un jugador se define como capacidad multiplicada por disponibilidad”.
Mendigutxia aboga por un enfoque multifactorial e individualizado para tratar las lesiones y muchos jugadores y clubes le consultan cuando hay lesiones. Como defensor de tratamientos conservadores, su preocupación por los isquios y su curación se disparó hasta el nivel de alarma hace dos semanas cuando el Barça decidió que su último gran fichaje, el delantero francés Dembélé, recurriera al quirófano para curar una lesión de isquios ante el Getafe el 16 de septiembre. El francés la sufrió en la pierna izquierda después de golpear de tacón un balón. Se llevó la mano a la parte posterior del muslo y poco después se sentó en el césped del campo del Getafe, que abandonó cojeando. La operación, practicada en Finlandia por el veterano especialista Sakari Orava, le supondrá al fichaje más caro en la historia del club azulgrana (105 millones de euros pagó al Borussia de Dortmund este verano) una baja de entre tres meses y medio y cuatro meses.
“La operación es necesaria cuando la lesión afecta al menos a dos músculos y al tendón o al ligamento, y hay desinserción del tendón”, explica Luis González Lago, jefe de los servicios médicos del Valencia. “El arrancamiento se suele dar más en deportistas muy jóvenes, por eso es quizás extraño que le sucediera a Dembélé, que tiene ya 20 años. El Barça lo habrá estudiado bien antes de decidir”.
Mendigutxia, dándole vueltas al asunto, no tiene tan claro que Dembélé haya sufrido una avulsión (desinserción) [DESINSERCIÓN]del tendón en el muslo izquierdo. “No conozco de primera mano el caso pero el mecanismo de lesión no parece compatible con una avulsión donde una extensión de rodilla acompañada de una hiperflexión de tronco es necesaria para reproducirla en el laboratorio”, explica. “Por lo tanto puede tratarse de una lesión donde el tendón esté afectado, o intratendinosa, pero no existe evidencia hasta la fecha de que una cirugía sea más efectiva que el tratamiento conservador. Existe controversia acerca de que este tipo de lesiones presente mayor número de recaídas aunque una revisión sistemática muy reciente así lo señale”.
La alarma del quirófano
El historial del Barça con lesiones de isquios y quirófano no es alentador. Como Dembélé, antes se sometieron al bisturí de Orava jugadores como Pol Calvet, del filial, o Vermaelen. Ninguno de los dos recuperó su nivel habitual. Después de pasar por el Llagostera, Calvet juega en Estados Unidos, en el Pittsburgh. El central belga ha vuelto al Barça esta temporada después de un año prestado al Roma, donde pudo jugar solo 12 encuentros. Aún no ha debutado con el equipo de Valverde. La diferencia con Dembélé es que tanto Calvet como Vermaelen habían padecido previamente lesiones de isquios, mientras que el delantero francés la sufre por primera vez.
“La operación asegura que el tendón no volverá a causar problemas”, dice González Lago, quien no puede opinar sobre la decisión de operar a Dembélé. Según Mendigutxia, en el último estudio al respecto donde se analizaron 70 deportistas, 29 de ellos (el 40%) presentaron una lesión intratendinosa pero sin embargo no presentaron más recaídas y su vuelta a competición solo se demoró una semana más que las lesiones en las que el tendón no estaba afectado. “El bisturí supone otra cicatriz añadida para poder abordar el problema y déficits funcionales inevitables”, dice Mendigutxia.
Quizás contagiado por la decisión del Barça, el Manchester estuvo durante días sopesando la posibilidad de que su centrocampista estrella, Pogba, su fichaje más caro, pasara por el quirófano para tratar la última recaída de sus isquios. Orava estaba dispuesto a intervenir pero el club de Mourinho decidió finalmente un tratamiento fisioterapéutico. Jugadores como Di María e Higuaín entre otros muchos han padecido lesiones intratendinosas y han continuado a gran nivel sin necesidad de pasar por el quirófano.
“Con la evidencia existente, las lesiones musculares aun con afectación del tendón no se operan”, repite Mendigutxia. “Mientras no haya un cambio de estrategia de los clubes seguirá habiendo jugadores que cada tres meses recaigan de una vieja lesión muscular”.
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