Aronián triunfa en el desempate con Ding
Ambos se clasifican para el Torneo de Candidatos junto a Kariakin y, probablemente, Caruana y So
La calidad técnica de Levón Aronián ha pesado más que su cansancio. El armenio, de 34 años, es el campeón de la Copa del Mundo de Tiflis (Georgia) tras imponerse por 2-0 en el desempate rápido al chino Liren Ding, de 24, después de cuatro tablas en las partidas lentas. Ambos -al igual que el vigente subcampeón del mundo, el ruso Serguéi Kariakin- tienen una plaza segura en el Torneo de Candidatos, previsto en Berlín del 10 al 28 de marzo. Tras los malos resultados del ruso Vladímir Krámnik este mes, los estadounidenses Fabiano Caruana y Wesley So están muy cerca de lograr las dos plazas por puntos Elo.
La clave del desempate estuvo en la arriesgada elección de apertura por parte de Ding, con negras, en el primer asalto: a cambio de un peón central, el chino cedió una gran ventaja de desarrollo, que el armenio transformó rápidamente en un ataque directo al rey. Bastaba un pequeño fallo para que la posición negra se desmoronase, y eso es lo que ocurrió muy pronto. Era su gran oportunidad, y Aronián fue implacable.
Sin embargo, Ding no se desinfló, y llegó a lograr una posición muy ventajosa en el segundo asalto. Aronián se sacó entonces un conejo de la chistera, en forma de recurso táctico defensivo muy creativo. En realidad, el truco no era suficiente para equilibrar la partida, pero de nuevo había que jugar muy preciso, y el chino falló en su búsqueda de la jugada exacta. El resultado probable entonces era de tablas, pero Ding se lanzó a la desesperada, y volvió a perder.
Esta Copa del Mundo, con 128 participantes, ha reconfirmado lo que indicaron las anteriores y el sentido común: su formato (eliminatorias a sólo dos partidas, excepto la final) es muy atractivo para los aficionados, y también para la prensa, por alta probabilidad de sorpresas y tropiezos de las grandes estrellas. Pero, por esa misma razón, es muy discutible que deba otorgar dos plazas en el Candidatos, dado que un solo error deja a quien lo comete con un pie en el abismo. La fuerte conveniencia de ser muy cauto en el planteamiento de las partidas ha hecho que, de los veinte primeros del mundo, los únicos que han ganado un poco de Elo en Tiflis han sido Liren Ding (sube un punto) y el ruso Péter Svídler (+3,6), excluidos el búlgaro Véselin Topálov y el cubano Leinier Domínguez, que no jugaron. El campeón Aronián ha perdido 0,6 puntos, pero se ha llevado 96.000 dólares, una vez deducido el 20% que se queda la Federación Internacional (FIDE); al subcampeón le corresponden 64.000 dólares netos.
Sin embargo, no es menos cierto que los dos finalistas de esta edición concreta son quienes han mostrado un juego de mayor calidad, junto a Maxime Vachier-Lagrave, eliminado por Aronián en el desempate de las semifinales. Si el francés muestra el mismo nivel de calidad y eficacia en la última prueba del Gran Premio de la FIDE en Palma de Mallorca (España) a mediados de noviembre, lo normal sería que terminase entre los dos primeros, y eso le daría el pasaporte para Berlín. Tal como está ahora mismo la clasificación general del Gran Premio, los otros tres aspirantes para viajar a Berlín por esa vía son los azerbaiyanos Shajriyar Mamediárov y Teimur Radyábov, y el ruso Alexánder Grischuk.
Una noticia sorprendente, porque la situación ha cambiado mucho en sólo unos días, es que las dos plazas por la media aritmética de las doce listas Elo de 2017 parecen casi adjudicadas a los estadounidenses Caruana y So. El tercer aspirante, en una lucha que hace sólo dos semanas parecía muy reñida, es Krámnik: los puntos perdidos en esta Copa del Mundo, donde fue eliminado por Vasili Ivanchuk, más las derrotas de este sábado y lunes ante Caruana y Tarjan (EEUU), respectivamente, en el abierto de la Isla de Man (Reino Unido) hacen muy difícil que pueda recuperar lo perdido en lo que resta de año.
Sin embargo, eso no descarta por completo a Krámnik para Berlín, porque la última de las ocho plazas corresponde, por designación directa, a los organizadores. Dado que ningún alemán cumple la indispensable condición de haber tenido 2.725 puntos o más en alguna de las doce listas del año, y teniendo en cuenta que los misteriosos patrocinadores de la FIDE están basados en Rusia (lo que propicia fuertes sospechas de que el presidente Vladímir Putin está detrás), no sería extraño que esa invitación especial acabe en manos de Krámnik o de Grischuk. Todo indica que Aronián, 2º del mundo ahora mismo, tendrá en Berlín la oposición más dura posible, o poco menos.
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