Doncic ‘superstar’
Con 18 años y en su debut con Eslovenia, el madridista es una referencia para su equipo por su madurez y talento. “Me siento cómodo tomando la responsabilidad”, señala una de las sensaciones del torneo
El año en el que los júniors de oro ganaban el Mundial de su categoría en Lisboa, como presentación de la mejor generación de jugadores del baloncesto español, nacía en Liubliana un niño prodigio. En 1999, cuando España lograba la plata en el Europeo de Francia como preludio a su siglo de las luces (11 medallas desde 2001), Eslovenia alumbraba a Luka Doncic, la gran eclosión de este Eurobasket. Con 27 puntos, nueve rebotes, 29 de valoración y dos triples clave en el último cuarto rindió a la Letonia de Porzingis en cuartos, en la que fue la mejor actuación de un joven en el torneo desde los 28 puntos de Sabonis, con 19 años, en 1983. Con un expediente de 15,7 puntos, 7,7 rebotes, 3,1 asistencias y 19,3 de valoración de media por partido y aliado con Goran Dragic, ha llevado a su país hasta la mejor cota de su enciclopedia. “Está siendo todo muy emocionante. El pase a semifinales ha sido algo histórico para nosotros, pero no queremos parar aquí. España es un gran muro, pero tenemos mucha ilusión”, señala el angelito con mirada de genio.
Desde su estreno con Eslovenia, con 18 años y siete meses, Doncic (2,02m) se ha convertido en uno de los líderes del equipo, sin transición. Fue el máximo anotador en cinco de los ocho partidos de preparación para el Eurobasket y su presencia en el torneo ha crecido conforme llegaba el todo o nada. “Tomo muchas responsabilidades porque es lo que me gusta. Cuando estoy al mando me encuentro muy cómodo”, espeta sin remilgos. En la selección juega 10 minutos más de media que en el Real Madrid y ha multiplicado sus números de manera exponencial. “Ya no es un talento. Ya es una superestrella europea. Lo del talento todos lo sabemos, pero él ya ha dado un paso más. Desde el primer día que llegó se ha sentido importante en el equipo”, explica Jaka Lakovic, exjugador del Barcelona y ahora miembro del equipo técnico de Eslovenia. “Apenas hay que aconsejarle tácticamente. Sabe leer el juego y los partidos perfectamente. Lo que más trabajamos con él es el aspecto psicológico para que esté siempre fuerte”, desarrolla Lakovic.
“No esperaba que me fuera a ir tan bien en el primer torneo con la selección, pero hemos encontrado una química increíble dentro del vestuario”, prosigue Doncic, que ha tenido un padrino de excepción: Goran Dragic. “Es una suerte tener a mi lado a uno de los mejores de este torneo y de la NBA. Es un líder para mí, como lo es Sergio Llull en el Madrid. De los dos he aprendido mucho”, cuenta Luka. Trece años le separan de su capitán que, tras la clasificación para semifinales, desveló secretos de alcoba de la concentración. “¿Luka? Es una estrella. Es nuestro diamante, pero sigue siendo un niño. En la pista juega como si tuviera 30 años, pero como compañero de habitación puedo contar que todavía ve dibujos animados y la serie Friends”, reveló Dragic.
En el ‘draft’ de 2018
El plan de Eslovenia para pulir a Doncic iba mucho más allá de tutelarle con Dragic. “Le garantizamos un rol protagonista en un torneo grande, midiéndose con muchos jugadores de la NBA. Tiene una personalidad innata y nosotros tenemos la responsabilidad de ayudarle porque es nuestro futuro”, retoma Lakovic, al que se le iluminan los ojos cuando se le pregunta por el techo del chaval. “Solo lo sabe él. En su caso, como dicen los americanos, sky’s the limit (el cielo es el límite)”, sentencia el técnico. Su país lo sabe y según cuentan las crónicas, en su debut, a un mes del Eurobasket en la pequeña ciudad de Rogaška Slatina, sus compatriotas acudieron al pabellón local, más que a ver a su selección, a ver al fenómeno Doncic, como quien ve a una estrella de rock.
Su cotización en el draft de 2018 crece a golpe de exhibición. “Es genial que la gente diga que puedo ser número uno. Tengo que trabajar duro y demostrar que puedo llegar a serlo”, afirma Doncic. “Se irá a la NBA el próximo año o el siguiente como mucho. Lo que él decida”, cuenta el exinternacional esloveno Sasha Doncic, retirado en 2009, que estos días presume en el Sinan Erdem de su condición de padre de la criatura mientras ejerce labores de comentarista. “Es un orgullo verle jugar. Siempre mejora las expectativas. Siempre supera los consejos que le das. Soñaba con medirse a España y ahora tiene el reto de ganarles”, relata el progenitor. “Toda mi vida he visto a España ganando, ahora es un lujo jugar contra ellos porque eso indica el nivel que hemos alcanzado en este torneo. Llevan 10 semifinales consecutivas del Eurobasket, un montón de medallas y muchos años arriba. Pero nosotros también queremos hacer historia”, sentencia Doncic.
Scariolo: “Es para frotarse los ojos con él”
Sergio Scariolo dedicó una mención especial a Luka Doncic en la rueda de prensa previa a la semifinal. “Pensar que un jugador de 18 años hace esas cosas me hace frotarme los ojos. No te crees cómo está jugando. Es impresionante. Es algo para quedarse boquiabierto”, elogió el seleccionador de España. “Es junto a Dragic el punto más claro de producción ofensiva de Eslovenia, pero son muy completos y se adaptan a todo tipo de partidos”, cerró.
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