Gloria y dinero en el ‘playoff’ de la Liga de Campeones

Restan diez pasaportes para la Liga de Campeones, diez visados que se dilucidarán a partir de este martes con vistas al sorteo de la fase de grupos que tendrá lugar el próximo 24 de agosto en Montecarlo. No se admiten disculpas sobre la falta de rodaje. “Si jugamos solo al 95% tendremos muchísimos problemas, advierte Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool, que visita al Hoffenheim germano. En juego está la gloria futbolística de disputar la competición de clubs más importante del mundo, pero también un importante incentivo económico. El Nápoles se la juega ante el Niza y desde los despachos del club italiano han deslizado que ganar la eliminatoria puede suponer unos ingresos cercanos a los 40 millones de euros.

La Uefa tiene estipulado para el trienio 2015-18 un reparto que ofrece un fijo de 12,7 millones de euros a cada equipo que accede a la fase de grupos, un dinero al que, en el caso de los equipos implicados en el playoff, habría que sumar 2 millones más por ganarlo (los derrotados se llevan una consolación de 3 millones como punto final a su participación). A partir de ahí cada victoria en la siguiente fase se premia con 1,5 millones de euros y el empate a 0,5. Entrar en la fase eliminatoria dispara las ganancias: 6 millones por entrar en octavos de final, 6,5 más por llegar a cuartos, 7,5 por las semifinales y 15,5 o 11 según el resultado en la final. A todo ese dineral en juego hay que añadir los más de 500 millones que se reparten los 32 equipos participantes por derechos de televisión y cuya división tiene que ver no solo con los resultados deportivos sino con el precio de venta de ese privilegio a cada operador local y el número de equipos participantes de cada país. Así, la eliminación del Sevilla propiciaría que Real Madrid, Barcelona y Atlético ingresasen más dinero por ese concepto.

Sin excesivo ruido la competición late por el continente desde hace casi dos meses, tanto que 37 equipos ya han quedado apeados de ella. 32 de ellos son campeones vigentes de la liga en sus respectivos países, clásicos de la competición como Rosenborg, Legia, Partizán o incluso el Ludogorets búlgaro, que había estado presente en tres de las cuatro últimas fases de grupos. También algún emergente como el Salzburgo, que hasta cambió su escudo para poder jugar la competición y sortear prohibiciones derivadas de compartir franquicia con el Leipzig. Todos han caído en la llamada ruta de los campeones, un sendero creado hace ocho años cuando Michel Platini, entonces a los mandos en la Uefa, atendió la petición de las federaciones más modestas, descontentas porque la fase previa no privilegiaba a quienes ganaban sus campeonatos.

Cinco equipos buscan plaza la Liga de Campeones a través de ese camino, otros cinco lo hacen en la de subcampeones, terceros y cuartos clasificados, entre ellos el Sevilla, que visita este miércoles al Istanbul Basaksehir. Por ahí ya se han apeado el Ajax, eliminado por el Niza, y el Dinamo Kiev, de la capital anfitriona de la final el próximo 26 de mayo, superado por el Young Boys suizo.

Los diez ganadores del playoff completarán una fase de grupo a la que el Sevilla, en caso de superar a su rival turco, accedería al bombo 2, el mismo que integrarán Atlético y Barcelona. La Uefa considera los coeficientes de cada equipo a la hora de esa distribución, pero desde hace dos temporadas no permite que hay más de un equipo por país entre los cabezas de serie. Por eso si los andaluces superan su eliminatoria el Real Madrid, representante español en el primer bombo, no evitará cruzarse con París Saint-Germain, Borussia Dortmund, Manchester City, Oporto o Manchester United. Pero ese viaje necesita todavía a diez pasajeros más.