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Sin bandera ni himno, Shubenkov regresa para el desafío

Como otros 18 atletas rusos, el campeón mundial de 110m vallas, competirá en Londres como como atleta neutral

Serguéi Shubenkov.
Serguéi Shubenkov.Ivan Sekretarev (AP)

Es un año mayor que Orlando Ortega y se ha forjado en Barnaul, una pequeña ciudad de Siberia, sin referencias como Dayron Robles con las que creció Orlando en su Cuba natal. Pero en todo lo demás, son muy similares. Comparten con frecuencia una mala salida y remontan como nadie, son máquinas de aceleración capaces de destrozar a los más rápidos en la segunda parte de la carrera y recoger la victoria al final. Lo demostró la fotofinish de Estocolmo en junio. La foto de llegada le dio la victoria a Orlando con 13,09 ventosos, pero las dos cabezas se asomaban prácticamente a la misma altura.

Campeón del mundo en Pekín 2015, Shubenkov faltó a la cita olímpica de Río porque la IAAF, la federación internacional, había castigado a todos los atletas rusos por el presunto dopaje de Estado cometido en su país. La sanción colectiva se mantiene, pero la IAAF ha autorizado a participar en Londres a 19 rusos que cumplen una serie de condiciones en materia de antidopaje. Uno de ellos es Shubenkov. “Tomar medidas indiscriminadas no es la solución. En lugar de eso, que revelen qué personas estuvieron implicadas y que examinen exhaustivamente cada caso. Nosotros no somos el enemigo, somos atletas y nos respetamos”, dice el atleta, disconforme con el veto colectivo.

El campeón mundial de 2015 entrena en Barnaul con un grupo de 10 atletas mucho más jóvenes que él. “Apenas tenemos posibilidades de especializarnos en vallas”, comenta el atleta, que, pese a ello, prefiere entrenarse allí, en Siberia, alejado de los grandes centros de rendimiento y de la sombra del dopaje. “A mí nunca me han ofrecido dopaje. Sería ridículo, ¿por qué iban a ofrecerme nada si estoy ganando a nivel internacional sin meterme nada?”. Sin embargo, no cree que haya cambiado nada en el sistema. “Desde la suspensión”, comentaba el atleta, “hay el doble de controles pero creo que el sistema sigue siendo igual”.

La progresión del joven vallista de Barnaul, Siberia, se vio interrumpida en 2015, en el mejor momento de su carrera. Ese agosto, acababa de proclamarse campeón del mundo en Pekín con 12,98s. Era su mejor marca personal y con ella rompía la barrera de los 13 segundos y se convertía –por detrás de Ortega (12,94s) y McLeod (12,97s) y junto con David Oliver (12,98s)– en uno de los cuatro hombres más rápidos en la distancia en 2015. Pero en noviembre la IAAF suspendió a Rusia tras destaparse una trama de dopaje sistemático de Estado y Shubenkov se perdió como casi todos sus compatriotas los Juegos Olímpicos de Río.

El 2016 fue un año difícil para él, no poder correr a nivel internacional le supuso tener que conformarse con competir a un nivel mucho menor en su país, donde no tenía rivales. “Esto se ha convertido en un problema porque en Rusia, cuando dan el pistoletazo de salida, levanto la vista y no hay nadie, soy el primero. Pero aquí [en la Diamond League] todos los atletas son muy rápidos y me toca correr detrás de ellos para alcanzarlos.” Sin rivales que lo obligaran a mejorar, le fue difícil mantener la motivación. En todo el año, no pasó de los 13,20 segundos, una marca que él considera desastrosa. En mayo, un mes después de obtener autorización, reapareció en Shanghái con 13,35s, luego Roma con 13,21, saliendo último y todavía con la inseguridad de si alcanzaría el nivel anterior. En Estcolomo le volvió la euforia tras medirse con Orlando en la fotfinish y ahora llega a Londres con una mejor marca de 13,01s y dispuesto a perseguir a sus dos principales rivales: “McLeod ya estuvo corriendo muy rápido los años anteriores, pero antes había sido más irregular y este año es mucho más estable, corre siempre a un gran nivel y eso me pone las cosas difíciles.” El jamaicano, campeón olímpico en Río, es su gran reto, pero no el único: “Orlando, también, por supuesto. Aún no he tenido tiempo de darle la bienvenida, porque él también estuvo tres años apartado, pero lo voy a hacer ahora.” Amigos fuera de la pista, serán los rivales más directos en Londres.

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