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International Champions Cup - Grupo 1 - jornada 11
Real Madrid
Real Madrid
Kovacic 13'Marco Asensio 36'
2 3
Finalizado
Barcelona
Barcelona
Messi 3'Rakitic 6'Piqué 50'

El Barcelona golpea primero al Real Madrid

Antes del duelo de la Supercopa, el equipo azulgrana se impone en el Clásico de pretemporada, donde ambos se expresaron mejor al ataque que en defensa

Jordi Quixano
Rakitic, en el momento de marcar el segundo gol del duelo.
Rakitic, en el momento de marcar el segundo gol del duelo.Mike Ehrmann (AFP)

Era un clásico extraño por estar enmarcado en un amistoso de pretemporada en Miami. Pero un Clásico siempre da juego y así se evidenció desde las alineaciones, con apenas dos retoques por equipo exigidos por las vacaciones. Los archienemigos de la Liga se veían las caras y siempre hay algo más que la victoria o la derrota en juego, tal y como se ratificó sobre el césped, con las pulsaciones altas y sobre todo un primer acto sensacional en lo ofensivo pero raquítico en lo defensivo. El Barça, a rachas con fútbol abrasivo; el Madrid, a la contra y con fiereza. Espectáculo del bueno que alivió a los que trasnocharon y que divirtió de lo lindo a los aficionados americanos.

En la primera jugada, Neymar hizo un par de fintas y tiró la bola, una acción extraña porque nadie le tocó y se retiró fuera del campo. Es el futbolista hecho enredo como demuestra con su negociación con el PSG. Pero tras esa jugada inicial, la cogió Messi, perdió la pelota en primera instancia ante Marcelo aunque Busquets se la recuperó para dársela en el balcón del área. Le bastaron cinco pasos al 10 para frenar en seco –y romper de paso la cintura de Modric- y cambiarse la pelota de pie para definir a gol, con ayuda de Varane porque sirvió como vaselina a Keylor Navas.

Jugaba el Barça a lo de siempre, reverdecidas las nociones de la presión, tan exigente y persistente con Luis Enrique, con los jugadores instalados en campo contrario. Un acoso de apenas cinco segundos que le da réditos como expresó ante el Madrid, con un segundo gol autoritario, de velocidad y toque. Neymar recibió en el vértice del área grande, la pasó al centro y Luis Suárez amagó para que el balón quedara para Rakitic, que le golpeó con el exterior y cruzado a gol. Y por poco no repitió el croata, que se resiste a perder el puesto y que se le ve en su versión box to box [de área a área], con un remate a la carrera con la zurda que se arrimó al poste por fuera. Todo un vendaval del Barcelona que amplió Suárez con una jugada de estrategia junto a Neymar, que la picó por encima de la barrera y el uruguayo la empaló fuera tras un control orientado con el pecho.

Pero no se abatió el Madrid, siempre orgulloso y competitivo. Por lo que no tardó en rechistar tras una jugada individual de Kovacic resuelto con un disparo ajustado que hizo inútil la estirada de Cillessen. Mérito al fondo de armario del Madrid, que no podía contar con Kroos por vacaciones pero sí con Kovacic, imperial en su zancada descontando rivales. Resulta que al equipo de Zidane le costaba superar la primera oleada de la presión, pero cuando se saltaba el acoso argumentaba contras eléctricas que amedrentaban a la zaga del Barça, con pocos apoyos y muchos metros a sus espaldas. Jauja para Kovacic pero también para Modric, siempre subido a su moto, y para Asensio –el otro teórico suplente-, que se marcó una jugada fabulosa escudado por el propio Kovacic, que se la cedió en último instante para desdibujar a Alba y dejarle en mano a mano a frente a Cillessen, que cayó en la trampa y no le quedó otra que recoger el balón de la red.

En el intercambio de golpes se significó Neymar, con una entrada fea sobre Casemiro, también con un pequeño rifirrafe con Carvajal. No pierde su juego el brasileño, por más que su flirteo con el PSG va por fascículos o por horas, ahora que el Barcelona parece decidido a interponer una demanda para que la UEFA investigue de dónde procede el dinero que depositaría Neymar para pagar su cláusula de rescisión. Un quebradero de cabeza para el PSG, que ya fue multado por incumplir el fair-play financiero. Pero anoche rodaba la pelota y por una vez el clásico mandaba sobre la actualidad.

Al contrario que en los otros amistosos, el Barça no cambió de equipo por completo en el segundo acto –amenizado a la americana o la Super Bowl con una actuación de Marc Anthony-, solo el retoque de Sergi Roberto por Iniesta. El Madrid, sin embargo, sí que dio cinco relevos. Demasiados para aguantar el pulso del tridente y hasta de Piqué, que remató una falta lateral sacada por Neymar y batió a Navas para remarcarse como culer, el único en celebrar su gol en el partido. Faltó el de Neymar –hasta entonces único goleador de la gira-, aunque lo tuvo tras un eslalon que Navas achicó y con un remate cruzado tras una jugada colectiva, pero le pegó con el tobillo.

No entregaba la bandera blanca el Madrid, punzante en una contra de Marcelo que Cillessen abortó sin demasiados apuros, y otra de Isco que sí exigió lo mejor del portero holandés, sacando una manopla abalo y a la derecha para atrapar el esférico. Momento, alcanzada la hora de encuentro, en el que Valverde aprovechó para cambiar su once; momento, también, en el que el Madrid se apoderó de la pelota y el equipo azulgrana explicó que sigue siendo el mismo que en el curso anterior, demasiado dependiente de sus delanteros, aunque mejorada la versión del juego de medios, empeño de Valverde. Y el conjunto de Zidane constató que tiene deberes en defensa porque ya encajaron cuatro goles del City en la jornada anterior, pero que le sobra pólvora porque Ceballos e Isco bien pudieron festejar un gol. Pero venció el Barcelona y fue un gran ensayo que invita a atender a la próxima Supercopa, a la vuelta de la esquina y donde volverán a encontrarse.

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