El español Oscar Cadiach se convierte a los 64 años en la persona de más edad en escalar los 14 ochomiles

Oscar Cadiach tiene 64 años y, desde el jueves, figura como el alpinista de mayor edad en integrar la lista de personas que han escalado las 14 montañas más elevadas del planeta, una marca que también persigue Carlos Soria (78 años). Ya lo han conseguido, por orden, Juanito Oiarzabal (1999), Alberto Iñurrategi (2002), Edurne Pasabán (2010) y Ferran Latorre, quien se coló en la lista hace apenas dos meses figurando también como el primer catalán. Cadiach sería el primer catalán y vigésimo alpinista en términos absolutos en escalar las 14 montañas citadas sin ayuda de oxígeno artificial. Pero lo que no explica ni deja entrever la famosa lista son las trayectorias de sus integrantes, su relevancia como himalayistas, y esto bien lo sabía Reinhold Messner cuando en 1986 se adjudicó la llamada carrera de los ochomiles. El alpinista italiano (él se declara surtirolés) dedicó unas palabras amables al que entonces era su máximo rival en la pugna por coleccionar todas las cimas que superan los 8.000 metros de altitud: “No eres el segundo, eres el más grande”.

Messner sabía que había completado los 14 al sprint, empleando las rutas normales en la mayoría de los casos para ganar la carrera, si bien nadie olvida, entre otras cosas, que fue el primero (de la mano de Peter Habeler) en escalar un ochomil en estilo alpino y por una ruta nueva (en 1975, en el Gasherbrum I) y el primero en escalar el Everest sin oxígeno artificial cuando la ciencia decía que era un imposible para el ser humano (1978, de nuevo con Peter Habeler). Frente a él, Kukuzcka, menos interesado quizá en la fama y en los beneficios económicos derivados de la misma, se dedicó a conquistar los 14 acumulando proezas. Quizá quedase segundo, pero muchos le contemplan como un incontestable vencedor moral: estrenó nuevas vías ¡en estilo alpino! en los Gasherbrum I y II, Broad Peak, K2, Manaslu y Shisha Pangma. Además, abrió una nueva ruta en la sur del Everest, otra en el Cho Oyu (firmando de paso la primera invernal), una más en el Nanga Parbat y una variante en el Makalu. Por si fuera poco, firmó las primeras ascensiones invernales en el Dhaulagiri, Kangchenjunga y Annapurna.

Si volvemos a las listas y los números, alguno puede pensar que invertir 32 años en completar la lista de los 14, caso de Cadiach, es demasiado, y más si se contempla que Kukuzcka, por ejemplo, invirtió ocho años. Pero cabe recordar que entre el Lhotse (2001) y el Manaslu (2011) el catalán no se apuntó ningún ochomil, y que éste sólo se planteó completar la lista en 2012 o que ha necesitado cuatro años para hacerse con la cima definitiva, el Broad Peak.

Las estadísticas también ocultan lo más interesante de este guía de montaña que en 1985 se convirtió en la primera persona en escalar en libre el segundo escalón del Everest situado a 8.600 metros y con una dificultad tan notable que obliga a todos los alpinistas a superar el tramo aferrados a una escalera. Ocultan sobre todo su escalada en solitario al Broad Peak norte (7.650m, en 1990), la consecución de la cima virgen del Tarraco Kangri (6.200 m, en 1991), la apertura de la ruta Fem Tarragona al Broad Peak central (8.016 m, en 1992) y la apertura de la vía Free Tibet al Cho Oyu (8.201 m, 1996). También promocionó y figuró en el equipo catalán que en 2004 colocó a Jordi Corominas en la cima del K2 firmando la primera repetición de la Línea Mágica.

Colarse en la lista de los 14 ochomilistas a los 64 años parece la guinda sobre un pastel que observa una trayectoria enorme en las montañas del Himalaya. ¿Segundo catalán, quinto español, el más mayor de la lista? ¿Importa todo esto más o menos que sus aperturas en montañas de 8.000 metros, algo que contadísimos alpinistas pueden exhibir? Nadie como él para conceder al cacareo de las listas el valor que, en realidad, merecen.