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La revolución cultural de Anna Tarrés en China

La exseleccionadora española dirige a las gemelas Wenwen y Tingting Jian, madres de 34 años, a un éxito sin precedentes, al obtener la plata de dúo técnico con 94.000 puntos

Diego Torres
Anna Tarrés, junto a las chinas Tingting Jiang y Wenwen Jiang, plata en dúo de la sincronizada en los Mundiales de Natación de Budapest.
Anna Tarrés, junto a las chinas Tingting Jiang y Wenwen Jiang, plata en dúo de la sincronizada en los Mundiales de Natación de Budapest.

Tingting y Wenwen fueron adiestradas para triunfar en los Juegos Olímpicos de 2008. Las hermanas Jian eran gemelas, físicamente idénticas, pensaban del mismo modo y poseían un extraordinario don del ritmo y la coordinación. Son chinas. En 2005 el Gobierno las seleccionó para formar el dúo de natación sincronizada nacional como parte del programa para exhibir ante el mundo el poderío de la más próspera de las naciones emergentes. Pero el día de la gran cita olímpica de Pekín hubo un error. Su entrenadora no calculó bien y la coreografía se prolongó más allá del margen de 30 segundos de exceso permitido. Los jueces de la final las penalizaron restándoles un punto. Quedaron cuartas. El sistema las olvidó o las marginó. Se casaron y tuvieron hijos. Nueve años más tarde han vuelto a representar a China en el dúo. El resultado, la plata en la final técnica de los Mundiales de Budapest, donde obtuvieron 94.000 puntos frente a los 95.000 de Rusia, supone una revelación. Desde los Juegos de Pekín las rusas nunca estuvieron más amenazadas.

Las gemelas habían cumplido 33 años y estaban en su casa, en la provincia de Sichuan, cuando las autoridades locales pensaron en ellas para participar en los campeonatos nacionales que se celebran en año postolímpico. Al oír la propuesta, pusieron una condición. Querían que las entrenara Anna Tarrés.

La exseleccionadora española emprendió la aventura con entusiasmo tras su polémica salida de la federación y de su paso por el equipo ucranio. “Se mezcló una voluntad de demostrar a la sociedad que la mujer deportista con talento tiene vida después de haber sido madre”, dice Tarrés. “En China los campeonatos nacionales sirven para seleccionar al equipo que representará al país en los Mundiales. Enfrentan a las provincias y tienen una relevancia política enorme. Después de 2008 hubo campeonatos nacionales en los que se demostró la compra de jueces. Se produjeron destituciones en masa. Fue un movidón; pero Tingting y Wenwen ya habían pasado de ser el primer dúo olímpico al tercero”.

“Se mezcló una voluntad de demostrar a la sociedad que la mujer deportista con talento tiene vida después de haber sido madre”, dice Tarrés

En 2008 la caída en desgracia del dúo de Sichuan convirtió al dúo de Hunan en la apuesta del aparato. Entrenadas por la japonesa Mayuko Fujiki, hasta ahora la seleccionadora de China, Huan Xuechen y Liu Ou, las nadadoras de Hunan, acudieron a los Juegos de Londres y Río y obtuvieron un bronce y una plata, pero siempre a más de dos puntos de Rusia. En los nacionales del pasado abril, Hunan era el favorito.

"Estas mujeres tienen talento", dice Tarrés, "son chicas con ángel. En las últimas décadas ha habido pocas: Virginie Dedieux, Ona Carbonell, Natalia Ischenko... Tingting y Wenwen están en esa categoría. Se cuentan con los dedos de las manos y en este caso se añade el hecho de que son gemelas y poseen una capacidad única de sincronizar entre ellas mismas".

Lo primero que comprendió Ana Tarrés al llegar a China fue que las ventajas congénitas del dúo de Sichuan no bastaban. "La rutina del dúo de Hunan, comola rutina del dúo ruso, tenía dos elementos más y contenía 20 segundos más de apnea", observó; "esto nos obligaba a elevar la dificultad de nuestra rutina. Tuve que convencerlas y no fue sencillo".

"Observé que a los chinos les cuesta asumir cambios bruscos”, cuenta Tarrés, cuyo estilo de improvisación y golpe de mano chocó inexorablemente con la idiosincrasia conservadora oriental. “Allí no sirve esto de: ‘¡Venga, va!’. Les tienes que dar un tiempo y explicárselo muy bien. De entrada son un poco desconfiados. Hasta que no ven la verdad empírica están con un interrogante. Yo he sido capaz de adaptarme y ellas se han atrevido a cambiar rápido”.

Entre enero y abril la entrenadora catalana vivió dedicada a Tingting y Wenwen. Se comunicó en inglés. Pero pronto descubrió que el idioma no era el único código que debía emplear. Lo aprendió la víspera de la final del campeonato chino, cuando vio que las nadadoras seguían cumpliendo órdenes a pesar de estar exhaustas. “Les dije: ‘Chicas, ¿sabéis lo que pasa? Que los entrenadores no tenemos la verdad absoluta y si vosotras no nos contáis cómo os encontráis no podemos adivinarlo’. Ellas flipaban: ‘Nunca nadie nos ha hablado así. Nosotras no hemos tenido ni voz ni voto’. Les dije: ‘¡Hoy yo recomiendo día libre! ¡Estas chicas necesitan un kit-kat!’ Nunca en su vida se habían cogido un día libre antes de competir”.

Tingting y Wenwen ganaron el campeonato chino. El dúo de Hunan quedó segundo. Mayuko Fujiki, hasta ahora seleccionadora de China, ha concluido su contrato sin que existan indicios de que será renovada. Al contrario. Ahora quien quiere contratar a Fujiki como seleccionadora nacional es el presidente de la federación española, Fernando Carpena, responsable del despido improcedente de Ana Tarrés en 2013.

"Las gemelas son hiperdelgadas; delicadas como si estuvieran hechas de cristal de Bohemia", dice Tarrés, "he tenido mucho cuidado con no sobreentrenarlas. Y le he leído la cartilla a los maridos para que comprendieran que cuando llegas a casa destrozada físicamente no puedes llevar una vida normal".

"Las gemelas han hecho cosas muy distintas a las que estaban acostumbradas a hacer", explica Tarrés. "Yo les he dicho: 'Ya sois mujeres; sois madres de hijos; parto de la base que cada minuto de entreno vale oro. Ni vosotras ni yo estamos para perder el tiempo. Vamos a unificar esfuerzos y a ser lo más claros posibles unos con otros. Porque vuestro éxito es mi éxito'. De golpe y porrazo la historia cambió. En lugar de ser la jefa que mando y ordeno me convertí para ellas en una socia".

El domingo, en la final de dúo técnico del Mundial, después de nueve años de olvido, a una edad inaudita en la natación sincronizada, las gemelas Jian consiguieron aproximarse a las todopoderosas rusas a una distancia que el dúo de Hunan no pudo ni soñar.

Otro giro del destino: la última vez que un dúo se aproximo a un punto del dúo ruso fue durante los Juegos de Pekín, en 2008. Entonces la rutina técnica del dúo de Rusia fue valorada con 98.834 mientras que Andrea Fuentes y Gemma Mengual, las participantes españolas, obtuvieron 97.918. Las dirigía Anna Tarrés.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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