En la gira de despedida de Bolt, emerge su heredero, Wayde van Niekerk

Solo se puede hablar de Wayde van Niekerk comparándolo con los más grandes de la historia. Con Usain Bolt, que está de gira de despedida y cuya herencia pretende recoger el joven velocista sudafricano. O con Michael Johnson, a quien, después de desposeer del récord del mundo de 400m en los Juegos de Río (43,03s), ha dejado sin plusmarcas después de correrlos en 30,81s y mejorar hoy en cuatro centésimas los 30,85s del texano en los 300m. Nadie ha corrido más rápido nunca los 300m, una distancia que raras veces se programa y a cuya mejor marca la IAAF no concede la condición de récord mundial. Pese a ello, los mejores en ella son los mejores de la historia en otras distancias ortodoxas. Johnson consiguió su plusmarca en 2000, en la altura de Pretoria (Sudáfrica). El tercero en la lista de la distancia es, claro, Usain Bolt (30,97s). Nadie más ha bajado de los 31s.

Van Niekerk y Bolt coincidieron en la reunión de Ostrava (República Checa), pero no compitieron uno contra otro. Y nunca en la vida se han enfrentado en la misma prueba, lo que no habría estado mal. El jamaicano corrió los 100m en la ciudad checa, la única distancia que disputará el año de su despedida, que será el 5 de agosto en el Mundial de Londres. Bolt, recordman mundial de los 100m (9,58s) y de los 200m (19,19s), y triple campeón olímpico en ambas distancias, dejará el doble hectómetro, su distancia más amada, a Van Niekerk, quien doblará 200m y 400m nada más cumplir los 25 años. Solo Michael Johnson hasta ahora, que perdió su récord del mundo de los 200m (19,32s) a pies de Bolt, ha sido capaz de superar con éxito el desafío del doblete 200m-400m.

El único objetivo confesado de Bolt en Ostrava era no sufrir una lesión que pusiera en peligro el Mundial de Tokio. La marca era secundaria. Corrió los 100m en 10,06s, con viento en contra de 0,3 m/s. Hace unas semanas, en la calurosa Kingston los había corrido en 10,03s. No solo no se lesionó sino que además ganó la carrera.

“Van Niekerk será, con toda seguridad, uno de los mejores de este deporte en el futuro”, advirtió Bolt el miércoles. El jamaicano y el sudafricano mantienen una magnífica relación desde la pasada primavera, cuando Van Niekerk pasó unas semanas entrenándose junto a Bolt en Kingston. “Yo, cuando me parece muy dura una sesión de entrenamiento me quejo a mi entranador, lloro un poco, pero Van Niekerk, no”, añadió Bolt, de 30 años. “Él acababa muerto pero nunca abría el pico. Eso me extrañó. Eso prueba su determinación y su compromiso”. Y Van Niekerk le devuelve el halago y le asegura: "Bolt ha sido una inspiración para mí y para toda mi generación. Hemos aprendido mucho de él y estamos preparados para recoger el testigo".

Van Niekerk corre los 100m en 9,94s y los 200m en 19,84s. Ha bajado las barreras de los 10s, los 20s y los 44s, las que solo pueden cruzar, una a una, los mejores de la especialidad. Nadie en la historia ha bajado, además, también de los 31s en los 300m.

Aunque nadie discute las proezas y las cualidades atléticas de Van Niekerk, un velocista ni grande ni pequeño, ni fuerte ni delgado, para lograr toda la atención obtenida por Bolt en sus nueve años en lo más alto del atletismo mundial, necesitaría un carisma y una personalidad extravertida y dicharachera, que Van Niekerk no posee. Lo que sí está consiguiendo es redefinir el ataque al récord de los 400m, camino de su objetivo de convertirse en el primer hombre que baje la barrera de los 43s. Para ello, Van Niekerk, entrenado por Ans Botha, una mujer de 75 años, se atreve a buscar el momento de velocidad máxima más cerca de los 300m que de los 200m, que era la táctica anterior. Así, mientras Johnson, cuando logró sus 43,18s en Sevilla, en 1999, pasó los 300m en 31,66s, Van Niekerk los cruzó en 31s justos en Río 16. Su mundo es la velocidad pura. El factor resistencia es marginal.