Leno desluce el buen hacer de Alemania ante Australia

Antes de que Alemania debutase en la Copa Confederaciones, el instituto YouGov, a petición de la agencia de noticias DPA, realizó un sondeo entre los aficionados de la Campeona del Mundo. El 42% de los entrevistados, de un total de 2.050 personas encuestadas, rechazó la decisión del seleccionador Joachïm Löw de no convocar a jugadores como Kroos, Özil, Boateng o Khedira, y decantarse por futbolistas de un perfil inferior a los que testar durante el campeonato. Solo el 19% de los seguidores de la mannschaft compraron la idea del entrenador, mientras que el 48% consideró que con esta configuración Alemania tendría “pocas” o “muy pocas” opciones de proclamarse campeona del torneo.

Estaría bien saber si después de la presentación de esta aparente versión B de Alemania los porcentajes se mantendrían tal cual. Es probable que la oscilación de la percepción de los aficionados no variase demasiado, si se atiende exclusivamente a lo ocurrido sobre el campo. Con un estilo de juego calcado al que emplea la absoluta, el combinado alemán dominó casi por completo a una Australia valiente, que se lanzó a no dejar escapar las pocas ocasiones que le brindó el partido.

Y es en ese punto donde la actuación de Leno comprometió sobremanera a su equipo. El portero del Bayer Leverkusen, titular por delante de Trapp y Ter Stegen, en el banquillo, falló en las dos únicas ocasiones en las que Australia disparó a portería. Primero ante Rogic, que con un remate centrado superó por bajo al guardameta en el primer gol, y después Juric, que se aprovechó de un mal blocaje para hacer el segundo de los socceroos.

El problema para el campeón de Asia fue que Alemania, antes del primer error, ya había logrado superar a Ryan. Stindl, con un remate de primeras tras una cabalgada de un magnífico Brandt por la banda derecha, había sellado el gol inicial. Y pocos minutos después del tanto de Juric, Draxler, desde el punto de penalti, colocó de nuevo a la selección de Löw por delante en el marcador.

Con el jugador del PSG en una posición algo más retrasada, contribuyendo a sacar la pelota jugada, con Goreztka y Rudy dando soporte al centro del campo y con el puñal de Brandt en el costado derecho, Alemania fue poco a poco amasando una posesión por momentos escandalosa. Fruto de una nueva de remesa de pases entre Kimmich, Brandt y Goretzka llegó el tanto del jugador del Schalke, a la postre decisivo.

Lo fue porque después de un primer disparo de Juric tan flojo como poco envenenado, la mala coordinación en la recepción de Leno permitió que el delantero australiano volviera a superarle. Aunque entró en juego el VAR para aclarar la jugada, pues pareció que el futbolista del Luzern suizo había controlado el balón con la mano, el sistema de videoarbitraje determinó la validez de la maniobra.

Solo tras ese tanto pareció tambalearse Alemania, aunque el mareo le duró poco y volvió a demostrar a partir del juego de control que incluso su unidad menos resplandeciente parece tener claro por qué carril debe transportarse. Aunque Leno le colocase ayer alguna piedra en el camino.