México sobrevive a Portugal

Con Cristiano en modo asistente, con un fútbol que se desenvuelve a partir de un trantrán ramplón y nada jerarquizado y con una defensa incapaz de fijar la marca por muy clara que esté, Portugal no fue capaz de superar a México, una de esas selecciones que sobreviven como nadie en el alambre, capaces de llenar un botijo en medio del desierto. La campeona de Europa, que se adelantó por dos veces en el marcador, terminó cediendo al empuje del tri, inasequible al desaliento, tan osada como temeraria, pero valiente por definición. Logró un punto el equipo de Osorio a partir de uno de esos empates que saben a victoria, más por lo que supone demostrarse a uno mismo que no hay nada imposible, ni rival suficientemente grande si se toma el impulso necesario.

El cabezazo de Héctor Moreno en el último minuto de partido representó esa osadía mexicana tan gratificante. Con la mano de Jose Fonte tapándole el ojo derecho, el jugador de la Roma dobló el cuello para dirigir la pelota al palo izquierdo de Rui Patrício y neutralizó el tanto que minutos antes Cedric, otro defensa, había logrado gracias a un disparo cruzado que desvió Herrera. Ahí creyó tener el partido en la mano Portugal, que sin llegar a dominar el juego se bastó de la enorme calidad de jugadores como Cristiano o Quaresma para tratar de intimidar al rival, pero que se olvidó de todo lo demás.

Ubicado en la punta del ataque, en una posición que ha ocupado con asiduidad en el Real Madrid a lo largo de la temporada, Cristiano pareció configurado de manera distinta de cuando viste la camiseta blanca. Realizó movimientos de desmarque más puros de aquellos jugadores que encuentran la comodidad lejos del área, cuando en el caso del portugués no hay otro hábitat más cómodo para él que el rectángulo que definen las líneas de cal. Sin embargo, a partir de esa nueva variante demostró una gran sintonía con Quaresma, al que con un pase entre líneas dejó solo frente a Ochoa para que tras recortarle con un movimiento categórico le batiera por bajo y pusiera el 1-0 para el conjunto de Fernando Santos.

El VAR, protagonista

El gol llegó minutos después de que el árbitro del encuentro, el argentino Néstor Pitana, recurriera al VAR y anulase un disparo de Nani que desvió Pepe en fuera de juego, una jugada que nació a partir de un disparo de Cristiano con la zurda al larguero. Esas dos jugadas fueron toda la aportación ofensiva de Portugal en la primera mitad. México trató de dominar la posesión del balón durante todo el partido utilizando a Herrera y Guardado como un armazón en el centro del campo, y dando rienda suelta a Vela y Chicharito en ataque.

Si algo malo tiene esa pujanza física tan característica de la selección mexicana, aparte del desgaste que supone, es que multiplica hasta la extenuación las imprecisiones en el pase. Gustosa de sacar la pelota jugada, arriesgó demasiado en la triangulación y llegó a exponer su portería merced a errores de concentración. Pero dando la vuelta a semejante mal llega la virtud. Esa que demuestra mejor que nadie Chicharito y que ejemplificó al cabecear un centro blandito de Vela adelantándose a Pepe y colocando todo su cuerpo en el aire.

La entrada de Gelson Martins y André Silva demostró que Portugal puede jugar con extremos y darle más velocidad al juego, aunque siga necesitando a Cristiano, en cualquiera de sus versiones, para finiquitar definitivamente a cualquier rival. México no se dejó amilanar y logró un punto que puede terminar sabiéndole a victoria.