Valverde da el perfil

Luis Enrique ya advirtió a los responsables del Barça en pretemporada que no seguiría un año más, decisión que desde el área deportiva se puso en cuarentena. “Por un lado podía ganar muchos títulos y cambiar de opinión o, por el contrario, torcerse el asunto y ser despedido antes de tiempo si en enero quedaba eliminado de Europa y de la Copa, también lejos del liderato liguero”, explican desde la entidad. En marzo, sin embargo, se ratificó el técnico en su postura y desde la comisión deportiva –creada para la elección del nuevo entrenador y formada por el presidente Bartomeu, el vicepresidente deportivo Jordi Mestre, el directivo Javier Bordas, el director de Deportes Profesionales Albert Soler y el director de fútbol, Raül Sanllehí- se pusieron manos a la obra. Lo primero que hicieron fue un listado con las características que debía acumular el nuevo entrenador. Pero pronto se dieron cuenta de que ese técnico no existía. “Se acabó priorizando y Ernesto Valverde era el que más exigencias cumplía”, argumentan desde el club azulgrana.

En ese perfil se agregaron todo tipo de requisitos, desde lo deportivo hasta lo institucional porque aunque gustaba mucho la gestión de Luis Enrique, preocupaba la mala relación que tenía con la prensa y sobre todo molestó que no acudiera al premio de la FIFA como mejor entrenador. Varias de las pretensiones las desveló Bartomeu en la rueda de prensa en la que anunció su contratación: “Buscábamos un entrenador que tuviera el perfil Barça, el concepto del juego, alguien al que le gustara el fútbol base y esté dispuesto a trabajar. Tiene conocimiento en gestión de equipos y una filosofía parecida a nosotros. Incluso en su forma de ser. Y es un amante de las nuevas tecnologías”. Así, en una primera instancia la lista fue amplia, con todo tipo de técnicos. Pero pronto se hizo una criba inicial que redujo la terna de forma notoria; Robert descartó aquellos que no conocían la casa y sobre todo los que anteponen su figura al colectivo. “Queríamos una persona capaz de gestionar un vestuario como este sin querer ser protagonista”, apuntan desde el Barça. Por lo que cayeron nombres como Klopp, Sampaoli, Conte… Y, en la idea de que el entrenador es un empleado y no una estrella, amplían: “Aquí los activos del club y por lo que se paga amortización son los jugadores. Y el entrenador más que actor principal debe quedarse en un segundo plano, aunque saque mano dura cuando la situación lo requiere”. Los tres finalistas, tras descartar a Koeman y Óscar García, fueron Unzue, Eusebio y Valverde.

Decidido por Robert que su amigo Ernesto era el ideal, la comisión dio su aprobado y contactaron con el agente, Iñaki Ibáñez. “No hablamos directamente con Valverde hasta que acabó la temporada”, subrayan varias voces del Barça. Aunque a finales de marzo sí que lo hicieron con el representante y se le reclamó discreción por respeto a Luis Enrique y al equipo hasta acabar el curso. “A finales de la semana pasada, sabiendo que el Barça estaba interesado, le dije a mi agente que aceptábamos y el pasado lunes hablé por primera vez con Robert”, confirmó ayer Valverde en su puesta en escena como azulgrana.

Ernesto aceptó rápido y solo puso la condición de llevar a su segundo (Jon Aspiazu) y preparador físico (José Antonio Pozanco). Ocurre, sin embargo, que no se habló de fútbol. “Puede utilizar el sistema que quiera”, exponen desde el club; “pero aquí hay unos automatismos y unos principios que en esta casa se utilizan desde prebenjamines”. Y el objetivo, además de acentuar más la confianza en el fútbol base que su predecesor, lo tiene claro. “Ganarlo todo”.