Casemiro: “Me siento feliz robando un balón, me da placer”
El pivote brasileño charla sobre su infancia y su carrera y analiza su papel y evolución en el Real Madrid antes de la final de la Champions
Es martes, son las tres y media pasadas en la residencia del Madrid en Valdebebas. Los jugadores van llegando después del entrenamiento. Kovacic se sienta delante de un ordenador con un empleado para elegir volante y color de los interiores y exteriores de un coche deportivo. Keylor Navas saluda amablemente a todo aquel con el que se cruza, aunque sea la primera vez. Sergio Ramos vacila a los responsables de prensa: “¡eh, que el catering este a nosotros nunca nos lo ponéis”. Casemiro (São José dos Campos, Brasil, 25 años) saluda con un apretón de manos y dos besos. Se sienta en uno de los sofás de la zona de estar. Habla pausado. Parece un chaval cualquiera y no una estrella de fútbol a punto de disputar su tercera final de Champions en cuatro años. Cuenta que cuando llegó a las categorías inferiores del Sao Paulo se tomó como un privilegio tener un sitio fijo donde dormir. Tener su cuarto y comida todas las horas del día si quería. Él estaba acostumbrado a cambiar de casa cada noche porque no había sitio en la misma habitación para su hermano, su hermana y su madre, que crio a los tres solita. A veces se iba a casa de la abuela, a veces a casa de la tía y los fines de semana a casa de sus compañeros para poder llegar a tiempo a los partidos.
Pregunta. ¿Cuánto de dura fue su infancia?
Respuesta. Fue un poco difícil, mi madre tenía que trabajar para traer dinero a casa. No cabíamos todos y por eso me iba cambiando de un sitio a otro. Estoy muy agradecido al Sao Paulo porque me acogieron con 11 años y a partir de los 14 ingresé en la residencia que tenían. Ahí tenía comidita buena.
P. ¿Esas dificultades le han hecho ser la persona que es ahora?
R. Sin duda. Cuando estoy pasando por un momento difícil, no sólo dentro del campo, también en la vida, me acuerdo de esos momentos, de los problemas y dificultades que tuvimos y me da fuerza. Sé de donde vengo y no me olvido nunca de eso, fue muy duro; por eso disfruto tanto de los buenos momentos.
P. ¿Qué compró con su primer sueldo?
R. No sé si con el primer sueldo, pero con el primer dinero importante que gané le compré una casita a mi madre. Ella limpiaba casas y tenía un problema en la muñeca. Así que cuando fui ganando más le dije: ‘mamá, deja de trabajar, no quiero que sufras más de la muñeca’. Ella es muy importante para mí y es bueno ayudarla.
P. ¿Allí se dio cuenta su madre de que el fútbol no era sólo diversión como creía?
R. Sí. Recuerdo que cuando fui al Sao Paulo me dijo que era un día más de diversión. Yo no, yo tenía claro que quería llegar lejos, ser importante y cumplir mi sueño.
P. ¿Por qué le hace feliz robar un balón al rival?
R. Me encanta marcar goles, dar asistencias, hacer una buena jugada, pero lo que más me gusta es robar un balón y entregarlo a un compañero. Me siento cómodo y feliz haciendo ese trabajo. Me da placer. Mi gol es robar un balón.
P. ¿Qué es un centrocampista?
R. Lo es todo, por ahí pasan todos los balones, hace mover al equipo para arriba y para abajo. Por eso me encanta jugar con Luka Modric y Toni Kroos, porque son dos jugadores muy inteligentes, indiscutibles con el balón.
P. ¿Qué piensa cada vez que escucha: Casemiro es el que da equilibrio al Madrid? ¿Qué es el equilibrio para usted?
"Tapo los huecos de los laterales, de los centrales, de los volantes... Casemiro tiene que tapar los huecos de todos"
R. [Se ríe]. Casemiro tapa los huecos, Casemiro tapa los huecos de los laterales, Casemiro tapa los huecos de los centrales, Casemiro tapa los huecos de los centrocampistas, Casemiro tiene que tapar los huecos de todos. El equilibrio para mí es eso, también hacer que el partido no se vuelva loco, calmarlo, dar tranquilidad, saber cuándo es el momento de atacar o de poner el bloque bajo. Hay que hacer muchas cosas en el centro del campo, por ahí pasa todo.
P. ¿Cómo consigue tener esa tranquilidad a sus 25 años?
R. Es difícil, sí, porque soy joven y juego en un equipo importante con muchas estrellas. Pero sé cuál es mi trabajo y la importancia que tengo en el equipo. No intento hacer nada que no sepa hacer. Eso tengo en la cabeza y eso me da tranquilidad.
P. El equilibrio no es algo muy carioca, ¿qué tiene usted de brasileño?
R. Es verdad que igual no me siento como un futbolista brasileño. Algunos tienen la calidad, otros la magia, otros el trabajo. Yo sin duda tengo esto último, la humildad y las ganas de querer ganar siempre. He aprendido muchas cosas en Europa, me adapté muy bien al fútbol de aquí, quizás por eso parezco más un futbolista europeo que brasileño. Antes de venir a Europa, los jugadores que estaban aquí me decían: si llegas a ir, te lo vas a pasar muy bien porque tienes cosas de futbolista europeo. Y yo no entendía, no conocía a Europa y me preguntaba: ¿por qué me dicen eso? Ya lo he entendido.
P. ¿Cómo ha conquistado a Zidane?
R. Me conquistó él a mí. Cuando era el segundo de Ancelotti me daba mucho cariño. Una de las cosas más importantes de mi primer año en el Madrid fue la cercanía y amistad con Zidane. No es fácil llegar aquí, no jugar y hacer un buen partido. Xabi y Khedira los hacían buenos y yo no jugaba. Una de las claves de esa primera temporada fue Zidane: me ayudaba, hablaba conmigo, me decía que mi momento iba a llegar. Cuando se hizo cargo del primer equipo yo al principio no jugué [22 minutos en el primer mes y medio] y me quedé un poco así. Pero me dijo: sigue trabajando como lo estás haciendo que tu oportunidad va a llegar y voy a ser justo contigo. Ahí me quedé tranquilo y seguí trabajando. Cuando tuve la oportunidad la aproveché y por eso han salido las cosas bien.
P. Dice Kroos que su misión es tocar el balón. ¿A usted que le pide Zidane?
R. Muchas cosas. Que dé equilibrio, que ayude a mis compañeros, que no pierda el balón, que salga bien con el balón, que tape los huecos, que intente marcar de cabeza también si puedo… Me pide de todo.
P. ¿También que no le expulsen?
R. Nunca me ha dicho eso. Yo le dije a él que eso no me preocupa. Llevo más de cien partidos y nunca me han expulsado. El estilo de juego es este y yo no lo voy a cambiar.
P. ¿Por qué vuelve a ver los partidos?
R. Lo hago al día siguiente, para corregir los fallos. El futbolista aprende cosas hasta el día que lo deje, así que quiero mejorar, quiero estar siempre en mi mejor nivel y para eso tengo que saber cuáles son mis fallos.
"No voy a cambiar. Nunca me han expulsado en más de 100 partidos"
P. ¿En el campo se llegan a ver?
R. Sí, si fallo un pase, claro que me doy cuenta, pero intento ver la posición dentro del campo, si tengo que colocarme mejor. Lo que está bien hecho, tiene que seguir, lo otro hay que mejorarlo.
P. ¿En qué cree que tiene que mejorar?
R. En todo. El jugador tiene que mejorar todos los días porque en el Madrid si bajas un poco el nivel, hay otro que te quita el puesto. Por eso quiero mejorar todos los días más y más.
P. ¿Qué piensa cuando escucha que Casemiro no tiene calidad?
R. Nunca escuché eso…
P. El lunes dijo Allegri que usted es el que menos calidad tiene pero el que más equilibrio da.
R. Cada uno lo ve de su manera y lo respeto. Claro que Casemiro no tiene la magia de Isco, ni los goles de Cristiano, pero tiene el trabajo. Casemiro es el trabajo. No me preocupo, si soy titular de este equipo es porque el entrenador sabe la importancia que tengo. Yo sé cuál es mi aportación y me siento igual de importante que todos.
P. ¿Por qué soñaba con ser futbolista?
R. Veía a Figo, Ronaldo, Zidane en la tele. Y empecé a soñar, era un sueño, claro, nunca me imaginé que llegaría a esto. Por eso siempre se me ve feliz en los entrenamientos y en los partidos. Disfruto todos los días porque sé lo que me ha costado llegar hasta aquí. Me gusta estar con mis compañeros.
P. ¿Nunca acaba reventado?
R. Sí, claro, pero para mí es un honor hacer ese trabajo en el campo, es un honor salir cansado de un partido y sacrificarme por mis compañeros.
P. ¿Le pesa la responsabilidad de ser el que da equilibrio al equipo?
R. No porque sé lo que tengo que hacer.
P. Lo hace más fácil de lo que parece.
R. Es que para mí es un placer, hago este trabajo con felicidad.
P. ¿Qué es lo que más aprecia de Zidane?
R. Que conoce al vestuario.
“Es un honor salir cansado de un partido por mis compañeros”
P. ¿No es una frase hecha?
R. No, sabe lo que es un vestuario, la mentalidad. Sabe que un jugador, además de futbolista, es un ser humano. Sabe que hay días que está triste o enfadado y él, como ya jugó, sabe cómo tiene que hablar con un jugador cuando pasa algo. Su virtud es esa, sabe conectar y sabe lo que está haciendo dentro del vestuario. Para mí ya está en la historia del Madrid.
P. ¿Qué jugador de la Juve puede desarmar más al Madrid?
R. La Juve es un gran equipo, juega como equipo. Va a ser un partido difícil, tienen a Higuaín, Dybala, Dani Alves, Buffon…
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