Raikkonen logra la ‘pole’ nueve años después

El carácter tan particular de Kimi Raikkonen invita a bromear sobre los desaires del integrante más veterano y pasota de la parrilla. Un “gracias chicos”, esa fue su forma de celebrar por la radio en el Gran Premio de Mónaco (la carrera hoy a las 14.00, Movistar+ F1) su primera pole position en nueve años —Gran Premio de Francia de 2008—. No lo conseguía desde la temporada después de encasquetarse su única corona (2007), en aquella época en que Ferrari optaba a la victoria casi cada fin de semana. Sin embargo, aquel empaque se fue diluyendo con la aparición de Red Bull, primero, y de Mercedes, después. La llegada de Fernando Alonso en 2010 le abrió la puerta de salida al Hombre de Hielo, que se pasó a los rallies, donde rodó más a menudo por los terraplenes que por las carreteras, antes de regresar al gran circo de la mano de Lotus (2012). Dos cursos más tarde volvió a enfundarse el mono rojo para jugar un papel secundario; tanto con Fernando Alonso (2014) como con Sebastian Vettel (2015 y 2016).

Tras más de un lustro de penurias, la Scuderia ha sido al fin capaz de poner en manos de su pareja un monoplaza tan afilado como el que más: Vettel y Raikkonen tienen un cochazo y eso lo avala el liderato del alemán y los dos triunfos que acumula en las cinco carreras que se han disputado a la espera de ver lo que ocurre en la sexta.

Las condiciones que mejor reflejan la pegada de los bólidos son las que se dan en cronometrada, y el equipo italiano ya lleva dos, el doble de las que logró sumar en los dos últimos años. La última se la adjudicó ayer el finlandés, volando por los toboganes de Montecarlo, donde tanto él como su compañero (sale el segundo) aspiran a servirle a la tropa de Maranello un triunfo que no figura en sus vitrinas desde tiempos del Kaiser (2001). Ferrari ha pasado de no poder optar a la pole —la anterior en Mónaco la firmó Felipe Massa en 2008— a monopolizar la primera línea, a la espera de ver si los estrategas deciden interferir, para que el líder del certamen se distancie todavía más de su más inmediato perseguidor. “Tenemos ciertas reglas, podemos pelear pero sin tocarnos, de forma limpia. Sabemos lo que hacemos y corremos para un equipo”, comentó sobre ello Raikkonen.

La brillantez del corredor de Espoo se combinó este sábado con un repentino hundimiento de Mercedes y Lewis Hamilton, que tras imponerse hace 15 días en Montmeló se quedó fuera de la tercera eliminatoria (Q3) y arrancará el 13º. Aunque es cierto que el británico se vio perjudicado por el accidente de Stoffel Vandoorne, que le hizo abortar su último intento de vuelta rápida, el chico de Tewin no se encontró a su aire en ningún momento. En una prueba que depende más que ninguna otra de lo que ocurre el día anterior, Hamilton lo tendrá más que peludo para seguir recortando el margen de seis puntos a favor de Vettel en la general del campeonato. 

En la segunda línea formarán Valtteri Bottas y Max Verstappen, cuatro pilotos y tres constructores (Ferrari, Mercedes y Red Bull) en solo tres décimas, un suspiro que demuestra la igualdad que impera este fin de semana. Carlos Sainz se sacó de la chistera un giro de vértigo en el mejor momento (Q3) y saldrá el sexto, igualando su mejor posición en esta cita tan emblemática.