Los ultras del Oporto jugarán en el fútbol profesional portugués

Jugaron 35 partidos, pero solo saltaron al campo en 18. El resto, casi la mitad del campeonato, los ganaron tres a cero por incomparencia de sus rivales que les boicotearon tras denunciar amenazas y todo tipo de episodios violentos dentro y más allá del césped. El pasado domingo vencieron sobre el terreno de juego y culminaron el ascenso: el Canelas 2010, el equipo conocido por albergar en sus filas a los líderes de los ultras del Oporto, jugará la próxima temporada el Campeonato de Portugal, el tercer escalón del fútbol luso.

Más información

Canelas 2010, el rival contra el que nadie quiere jugar

Tenían el ascenso a tiro después de que su rival la jornada anterior rehusara presentarse al partido por más que el ascenso estuviese en juego. El Río Tinto era el segundo en la tabla, pero en abril ya había sido involuntario protagonista cuando el duelo de la primera vuelta de la promoción contra el Canelas 2010 tuvo que suspenderse por un alevoso rodillazo en la cara del árbitro a los dos minutos de partido. La justicia deportiva castigó al agresor, lo sancionaron con cuatro años y cinco meses y se determinó la victoria del Río Tinto en los despachos, pero su presidente denunció entonces nuevas amenazas y su equipo se convirtió en el primero de la historia del fútbol portugués que se negó a jugar un partido en una fase de ascenso. El último fin de semana perdieron en casa y dejaron vía libre a su rival, que certificó su éxito a una semana del final de la competición.

Es el segundo ascenso consecutivo para el Canelas 2010, un club radicado en Vila Nova de Gaia, en el área metropolitana de Oporto, un modesto en el que creció Fernando Madureira “Macaco”. Le conocen como “líder” y desde hace dos décadas dirige a los Super Dragoes, un grupo que se autocalifica ultra y que moviliza a unos 5.000 integrantes. Macaco es una celebridad en Portugal, un motivo de discusión en un país que asiste entre polarizado y atónito a sus andanzas no solo con el Oporto sino también con la selección: el pasado verano no faltó a la cita de la Eurocopa para tomar el mando desde la grada al frente de aficionados de diversos clubs lusos. Nadie discute su liderazgo. Tiene 42 años, acaba de abrir un restaurante de cierto éxito en el centro de Oporto y de presentar una tesis en la que diserta sobre la movilización de aficionados en el fútbol para obtener una diplomatura en Gestión del Deporte en una universidad privada. Esta semana se supo que una inspección educativa va a revisarlo.

Macaco se siente perseguido, cree además que el Canelas 2010 es víctima de un inmerecido boicot que de alguna manera ensombrece sus méritos deportivos. “Lo intentan todo”, escribió en las redes sociales cuando hace quince días fueron objeto de un control antidopaje. Hace cinco años cambiaron el devenir del club al juntarse con varios de sus acólitos en los Super Dragoes para jugar de modo aficionado en el club de su infancia. Ahora han llegado al fútbol profesional e incluso podrían jugar la próxima temporada en la Copa de Portugal contra el Oporto… o contra el Benfica.