En manos de Ter Stegen

Hace tiempo que a Ter Stegen no se le cuenta una pifia, quizá desde que frente al Celta, allá en el mes de octubre, trató de jugar una pelota con el desatino de no superar a Pablo Hernández, que le hizo gol y decidió el encuentro. “De no ser por mi fallo, se podía haber ganado. Es culpa mía y lo siento”, esgrimió a modo de cilicio Marc-André Ter Stegen, portero del Barcelona. Y se refugió en José Ramón De la Fuente (entrenador de los metas azulgrana) para corregirse, para no arriesgar tanto en el primer pase y entender que en ocasiones era mejor dar un pelotazo con sentido. Tan protagonista era el portero con los pies que casi no se le valoraban las manos. Y ahora, tan necesitado anda el Barça de goles para dar caza a un Madrid que le iguala en puntos pero contabiliza un duelo menos, que se atiende a los remates y tantos del tridente sin prestar atención al área propia, donde Ter Stegen hace tiempo se ha hecho grande. En el último clásico, por ejemplo, realizó 12 paradas, el registro más alto de un portero en un partido de La Liga en esta temporada y la más alta del Barça desde al menos el curso 2003-04. Una actuación que sirvió para sostener al equipo, ejercicio que deberá repetir hoy frente a Las Palmas, sobre todo porque el equipo no cuenta con suficientes defensas.

Aunque Ter Stegen pasó momentos delicados tras el encuentro ante el Celta porque en ocasiones le temblaban las piernas, pronto se recuperó. “Es alemán, no mueve ni las cejas”, resuelven desde el club. “Es un portero que si en algo destaca es por su personalidad y carácter, y estábamos más que tranquilos porque sabíamos que daría su mejor versión. Por eso apostamos por él”, añaden desde el área deportiva, confiados en que renovará su contrato antes de que acabe la campaña. Entre otras cosas porque el portero parece no tener pulso; si antes de cumplir 19 años sustituyó al belga Logan Bailly bajo los palos del Mönchengladbach en un equipo que se deshacía, con 21 le paró un penalti a Messi jugando para la selección alemana dos días después de que Joachim Löw le descartara de la lista de convocados para la Eurocopa de Polonia y Ucrania. Precisamente, Leo fue uno de sus valedores: “Es impresionante por las condiciones que tiene. Puede ser el mejor del mundo”. Y poco tiempo después, le dio la razón porque en un rondo —esa penalidad que sufren los nuevos porque el ritmo del balón es altísimo y preciso— destacó tanto que le bromearon al argentino por la posibilidad de cederle el 10. “Nunca vi a un portero jugar tan bien con ambos pies. Tiene todo lo necesario para convertirse en el mejor”, apunta Xavi desde el Al-Sadd. Justo lo que creen en el camerino azulgrana.

Aunque se ha perdido dos encuentros de Liga por lesión, Ter Stegen es el meta que más victorias cuenta en la Liga (25) y el segundo que más veces ha mantenido la portería a cero (13), solo por detrás de Oblak (15). Al mismo tiempo, persigue a Asenjo (82%) en porcentaje de paradas sobre disparos rivales porque acumula el 79%. “Para mucho y encima hacer jugar al equipo. Es un portero moderno que podría hacerse un clásico en el Barça. Todos estamos encantados con él”, expone Piqué; “es de esos metas que aunque la delantera te supere, sabes que hay posibilidades de que pierdan el siguiente envite contra él. Estamos muy tranquilos sabiendo lo que tenemos detrás”. Rakitic interviene: “Da mucho más que puntos. Tenemos la máxima confianza en él porque nos lo demuestra con su estilo, con su manera de jugar. Todos estamos disfrutando mucho con él”. Alcácer apostilla: “Si está en el Barça es por algo. Sus cualidades son muy grandes. Es un grandísimo portero que nos ayuda mucho”. Digne recuerda las palabras de Messi: “Es uno de los mejores del mundo si no el mejor. Tiene todo, calidad con los pies y con las manos no hablo por sus paradas increíbles”. Y Luis Enrique remata: “Marc tiene personalidad para superar situaciones de presión y domina toda la portería con un gran juego aéreo y de pies”.

Última frontera con el gol rival, el alemán también se ha significado con los pies como siempre, en su área y en la contraria, como se vio en su decisiva aportación en el remonte contra el PSG. Así, aunque ha perdido más balones que nunca como azulgrana (6,7 por duelo), su porcentaje de eficacia con los pies se mantiene cerca del 80%. “Nos ayuda mucho para salir en superioridad y nos da mucho más de lo que nos quita. Debe seguir arriesgando”, asegura Piqué. Rakitic se suma: “Es muy importante para sacar el balón”. El guardameta responde: “Es mi forma de entender el fútbol. Intento no arriesgar, pero a veces es así porque es importante para nuestro juego”. Así, ante Las Palmas, deberá ser la raíz del juego contra un equipo que presumiblemente presionará arriba. Y, claro, deberá parar lo suyo para poder seguir aspirando a ganar la Liga.